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UNA AMENAZA INVISIBLE

UNA AMENAZA INVISIBLE

Por Esperanza Calzado - Marzo 03, 2018
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"Con mi investigación quiero que la historia de la Fábrica de Uranio y su contaminación no se olviden"

Son las siete de la mañana y al café lo acompaña la llama del mechero que enciende el cigarrillo. Así, uno tras otro hasta fumar más de un paquete al día. Cuando va al médico y le detectan un cáncer de pulmón, no le extraña. "Tenía que pasar", le dicen los familiares, conocedores de que el tabaco es la principal causa mundial de estos tumores.

Pero nadie ha mirado en los "fondos" de su casa. Un gas emana del suelo y se acumula en recintos cerrados. Es la amenaza invisible. Uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de cáncer de pulmón: se llama radón. Lo dice la Organización Mundial de la Salud. Tóxico, radiactivo, silencioso, inodoro, incoloro...

El caso más reciente, el del metro de Madrid. Después de 17 años sin medir la presencia en las instalaciones, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la Inspección de Trabajo obligan a Metro a hacerlo antes del 21 de mayo de 2018. Metro confirma que esos estudios ya están en marcha, después de que el sindicato Solidaridad Obrera denunciara el incumplimiento de sus obligaciones.

La OCU explica que los suelos graníticos son, en principio, los más susceptibles a mayores concentraciones de gas. Por eso, regiones de Galicia, el sur y el oeste de Castilla y León, el norte de Extremadura y la Comunidad de Madrid son las zonas más afectadas por la exposición. Pero no las únicas. El Consejo de Seguridad Nuclear elabora un mapa del potencial de radón en España y el norte de Jaén se ve afectado. Está presente en la Sierra Morena jiennense. Aldeaquemada, Santisteban, Lopera, Villarrodrigo, La Carolina y, principalmente, Andújar, son los términos municipales aproximados de su área de influencia. Un motivo es su sustrato geológico, aunque hay quien lo achaca a la Antigua Fábrica de Uranio, de la que hablaremos más adelante.

DIRECTIVA QUE OBLIGA A CONTROLAR EL GAS EN LAS CASAS

Hace más de un año, entró en vigor la nueva directiva europea que obliga a controlar el gas radón en las viviendas. Y es que no hay que perder de vista que es la mayor fuente de radioactividad natural. ¿Cómo se origina? Por la desintegración del radio, el uranio y el torio. Se acumula en sótanos y bajos con mala ventilación. Manuel Regueiro es el presidente del Colegio Oficial de Geólogos y considera que es necesario informar a la población sobre los riesgos del gas radón. "Es necesario tomar medidas como ventilar bien, abrir ventanas o medidas arquitectónicas como aislar el suelo o sellar la casa”, afirma Regueiro. En ocasiones se introducen equipos de ventilación que de forma continuada extraen el aire procedente del suelo y lo expulsan. Aunque el radón supone un riesgo serio para la salud, Regueiro sostiene que no hay que alarmar a la población, aunque sí es importante informar acerca de los riesgos.

Con la nueva normativa, los gobiernos están obligados a realizar mediciones en lugares de riesgo y a mitigar la concentración de radón en aquellas zonas en las que se registre un mínimo de 300 becquerelios por metro cúbico, la unidad utilizada para medir este gas. El Consejo de Seguridad Nacional recuerda que el 90% de los edificios de España tienen concentraciones inferiores a este límite.

FÁBRICA DE URANIO DE ANDÚJAR

 Foto: Enresa
Foto: Enresa

La Fábrica de Uranio de Andújar (FUA) está clasificada como instalación radioactiva de primera categoría. Estuvo operativa entre 1959 y 1981. Fue en 1986 cuando Enresa se hizo cargo de las tareas previas, la puesta en marcha y la ejecución del Plan de Desmantelamiento y Clausura de la Fábrica de Concentrados de Uranio de Andújar. Los criterios de ejecución fueron evitar riesgos para las personas y el entorno, impedir la dispersión de contaminantes, controlar el flujo de gas radón, garantizar  la estabilidad de las estructuras a largo plazo y minimizar la necesidad de mantenimiento.

Fue la Orden del Ministerio de Industria y Energía, de 1 de febrero de 1991, la que autorizaba a Enresa a la ejecución de las operaciones para su desmantelamiento. La Resolución de la Dirección General de la Energía, de 17 de marzo de 1995, daba por finalizado el desmantelamiento de la instalación, el acondicionamiento de los estériles en el propio emplazamiento y la restauración del resto de las zonas afectadas por las actividades de la fábrica.

 Foto: Enresa
Foto: Enresa

Manuel Vázquez es el abogado de la Asociación de extrabajadores. Su voz trasluce la desilusión y desesperanza de años de lucha que no logran sus frutos. Y es que a día de hoy todavía no han conseguido el reconocimiento de su enfermedad laboral. De los 126 empleados apenas una veintena todavía queda con vida.

—Seguimos trabajando pero últimamente con menos ánimos. Estamos en contacto con algunos partidos políticos para darle un nuevo impulso. Aunque jurídicamente el asunto está parado, queremos ver si a instancias de la Comunidad Europea podemos hacer algo.

Porque desde el punto de vista jurídico este asunto está en una vía muerta, pero no desde el ámbito medioambiental o sanitario.

—Aquí se sigue emitiendo radón. Hay una chimenea que lo emite para dar salida a los gases, porque de lo contrario sería una bomba. De hecho, hay muchas chimeneas y al lado una fábrica de aceite y una pedanía...

No lo dice, pero de sus palabras se intuye el temor que todavía existe con este problema. Quizás esos gases que todavía emanan sean la explicación de por qué cuando se observa el mapa del radón en España, el norte de la provincia de Jaén aparezca coloreado en un tono anaranjado.

Vázquez explica que todas las semanas, en teoría, Enresa realiza inspecciones. Hacen catas de agua en unos pozos y vigilan la contaminación. Pero tampoco lo puede decir a ciencia cierta. No saben nada, no hay transparencia; todo lo contrario, un mutismo alrededor.

—Todo está muy oculto y los trabajadores están muy agotados, no tienen ganas de nada. Confían que con esta nueva directiva, puedan encontrar algo de luz en un túnel del que no ven la salida.

AFECTADOS

José Soto es presidente de la Asociación de Extrabajadores de la Fábrica y afectado. Han pasado muchos años y sus fuerzas no flaquean. De los 126 empleados, menos de 20 restan con vida. Pero siguen las viudas y los huérfanos. Por eso, no dejará de luchar hasta que las fuerzas se lo permitan.

—El radón viene del granito. Nosotros no tenemos aquí en la ciudad, pero sí uranio. Radón existe en el Santuario porque hay granito y cuarzo, pero no en las cantidades que tenemos aquí. El uranio está ahí, entre el 80 y el 90% de su riqueza. Tenemos para muchísimos años.

Lo explica mientras repite, una y otra vez, una cifra, los 5.400 curios enterrados. Su reivindicación es clara. No solo quieren que se les reconozcan la enfermedad laboral sino que se cree una comisión técnica de la que ellos puedan formar parte para hacer las mediciones.

—Hacen los estudios y los que hemos estado ahí, los que sabemos lo que hay, no nos dejan participar. ¿Por qué?

Y es que José Soto tiene muy claro que a la población no se le ha explicado con la suficiente transparencia lo que en ese terreno hay enterrado. "Un tema tabú", reconoce. Pero ellos no flaquean. Ahora, con el auge de nuevos partidos como Podemos y Ciudadanos, empiezan a retomar la lucha y llegarán hasta Estrasburgo, si hace falta.

EXPERTO EN RADÓN

Juan Miguel Barros Dios es profesor Titular de Medicina Preventiva y Salud Pública y director del Laboratorio de Radón de Galicia. Allí, la mayor concentración del gas cancerígeno está en Ourense, pero el 80% de las comarcas presenta niveles elevados. ¿Qué tiene qué hacer el usuario para controlar el radón o simplemente saber si en casa tiene o no? La respuesta que da a Lacontradejaén es clara.

—Está claro. Lo primero, medir. ¿Cómo? Con un laboratorio de solvencia, a ser posible con reconocimiento del Consejo de Seguridad Nuclear, mientras las acreditaciones de Entidad Nacional de Acreditaciones no se extiendan en este sector.

Explica que las mediciones deben hacerse con los detectores recomendados por el Consejo de Seguridad Nuclear y la Organización Mundial de la Salud para el cribado de viviendas o puestos de trabajo. Aconseja que, a ser posible, se hagan de trazas durante tres meses para, de esta manera, obtener una media ponderada de 24 horas del año en curso.

¿Existe en España una regulación al respecto o una concienciación para eliminarlo como poco a poco pasa con el amianto? Explica que en el ámbito laboral está regulado, desde 2001, con el Real Decreto sobre protección radiológica de trabajadores y población. Más concretamente, con la Instrucción IS_33 de 2012, que obliga a medir todos los puestos de trabajo subterráneos, y los no subterráneos en áreas consideradas de alto riesgo de contaminación.

Con respecto al caso de la cordillera norte de Jaén, desconoce el caso de la Fábrica de Uranio de Andújar pero sí los seísmos que se producen en La Loma.

—En su web acabo de ver un epígrafe sobre un seísmo en Jódar, que aunque está en el centro-sur de Jaén sí podría explicarlo.

En este sentido, Juan Miguel Barros Dios relata que las zonas sísmicas producen fallas más o menos grandes de kilómetros de largo y que aumenta la superficie de emanación en ese suelo del granito -o de otras rocas ricas en uranio-, con lo que la exhalación al interior de las casas sería más alta que en zonas sin ese problema. Sin embargo, esto es solo una teoría, ya que se debe estudiar las características geológicas de Jaén y confirmar que hablamos de suelo granítico, cuanto menos. De lo contrario, nada tiene que ver.

No hay que ser alarmistas, pero tampoco silenciar una realidad que nos acompaña. El radón está considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco. Según sus datos, es la primera en personas no fumadoras y responsable de entre el 3% y el 14% de este tipo de cáncer en el mundo. Como ocurre en otros tantos casos, la prevención y la información son las mejores herramientas para luchar contra este gas. 

*Reportaje publicado el 3 de marzo de 2018 y reeditado el 13 de abril de 2019

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