El Jaén Paraíso Interior obra un milagro más en Granada
Los hombres de Dani Rodríguez consiguen su tercera Copa de España en tres finales después de superar al Movistar Inter, el equipo más laureado, en un encuentro vibrante en Granada
Dani Rodríguez lleva avisando desde el 2015 que el Jaén Paraíso Interior jamás se debe creer lo que no son ni olvidar de dónde viene en el momento en el que ya no se mantengan los éxitos. El “problema” es que ese instante nunca llega. La final de la XXXIV Copa de España en Granada, ante el Movistar Inter, mantuvo la inmaculada racha de los andaluces con tres éxitos en tres finales (2015, 2018 y 2023) tras derrotar a su adversario por 1-3. Con anterioridad, hasta en tres ocasiones se habían visto ambos conjuntos en una final (una de Copa de España y dos de Supercopa). El parcial era de 2-1 a favor de los telefónicos. Ahora está empatado.
Una tónica que había aplicado con puntualidad absoluta el equipo amarillo era la de imprimir intensidad desde el primer segundo a pesar de que en las piernas ya llevaban 80 minutos de puro vacío físico. Los de Dani Rodríguez sabían que una de las claves pasaba por amedrentar al rival con tantas ocasiones que al final el gol cayera de maduro. Renato, Taborda o Brandi fueron algunos de los que lo intentaron con más firmeza. El Inter era tan incapaz de contener las camisetas amarillas que en cinco minutos ya acumulaba cuatro faltas. Pudo soltarse con acciones individuales de Martel, siempre con Espíndola como “jefe final”. Fits probó de nuevo al cancerbero en otra jugada clásica de pívot, pero el resultado fue el mismo que lo anterior: “Uy”. Todo proseguía sin goles a los diez minutos, por lo que la partida se reiniciaba constantemente.
El Jaén empujaba y empujaba. Toda salida de balón interista encontraba serios obstáculos para superar la primera línea amarilla y los contragolpes estaban asegurados en cada robo. Sin excepción. En uno de ellos, Chino filtró un pase raso de 25 metros y dejó a Brandi con una única preocupación llamada Jesús Herrero. Despejó la x con una vaselina tímida, pero efectiva, y el Palacio de Deportes de Granada se volvió a caer por novena vez en cuatro días. De manera inevitable, los madrileños debieron dar un paso más adelante con más presencia en las inmediaciones del meta andaluz, siempre seguro en sus intervenciones. Pero seguían perdiendo balones y con el paso de los minutos el Jaén Paraíso Interior iba ganando confianza en ese nuevo rol que ha ido desarrollando a base de finales: la gestión de las emociones.
Aunque, eso sí, hay factores que son incontrolables. En otro robo de balón amarillo, Nem se marchaba hacia la meta rival y fue derribado por Fits (el hombre azul más peligroso). No se señaló sanción alguna, lo que hubiese sido lanzamiento de 10 metros, y la jugada culminó con el empate telefónico gracias al disparo del pívot. Ni siquiera la utilización de la tecnología hizo a los árbitros cambiar su decisión y Nem se fue a los vestuarios en camilla. Con aquella sensación aún pululando en el pabellón sí que llego la sexta finalmente, quizá cuando menos se esperaba, pero Chino no pudo aprovechar la oportunidad al borde del descanso. La igualdad se fue con la primera parte.
La mayor preocupación para el Jaén era darle vueltas a todas las ocasiones marradas que sí acertó a embocar contra el ElPozo Murcia, como si su oportunidad ya hubiera pasado enfrente de él. De hecho, las fuerzas se igualaron como si los primeros 20 minutos hubieran desaparecido de la memoria. El Movistar Inter incluso halló más facilidades que anteriormente, pero a los cinco minutos contaba con cuatro faltas y aquello le enfrió, para gloria de la mayoría de los aficionados presentes. Entonces se sucedió un carrusel de tentativas para los dos bandos sin un control evidente, un caldo de cultivo peligroso si aparecen las dudas. Por suerte para el Jaén, hay un jugador que no suele dudar cuando le llega un balón bombeado: Chino consiguió introducirlo en la escuadra de Jesús Herrero con una volea que llevaba a una provincia entera dentro. O, lo que viene siendo lo mismo, una barbaridad.
Como con el champán, se liberó toda la espuma y la efervescencia brotó con tanta vehemencia como la confianza. Las ocasiones siguieron incordiando a Herrero el doble de veces que a Espíndola, una clara señal de quién estaba al mando. Nada le acabó saliendo al Inter, cuyas piernas ya se mostraban tan magulladas que les costaba replegar. Brandi aprovechó esa incertidumbre para sentenciar la final con otro tanto más y pelear con Chino por el MVP de una competición en la que estaba claro el color predominante hasta el pitido final.
La tercera final de Copa de España para el cuadro jiennense ha significado su tercer título, por lo que su porcentaje de éxito sigue inmaculado. Además, alcanza al histórico Caja Segovia que consiguió sus tres únicos trofeos de manera consecutiva (1998-2000). En este particular palmarés, sólo el ElPozo Murcia (cuatro), el Barça (seis) y el propio Movistar Inter (11) están por encima. Dani Rodríguez apunta otro milagro más en su libreta divina. Y ya van…
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