La música electrónica encuentra un sello 'distinto' en Andújar
Fisiogram Lab sacará este mes un CD del japonés Hiroyuki Arakawa que supondrá el lanzamiento del nipón en España y el debut de la discográfica iliturgitana
Un músico, mánager y productor, Roberto Guerrero; un diseñador gráfico, Javi Detoni, y dos videoartistas, Julio López y Javier Gea. O lo que es lo mismo: Fisiogram Lab, un nuevo sello discográfico (y mucho más) que con ese nombre tan exótico y atractivo tiene detrás a cuatro jóvenes más de Andújar que el Cerro o la calle Ollerías.
Ese 'mucho más' lo deja claro Guerrero con sus palabras, que derrochan ganas de comerse el mundo haciendo lo que más les gusta y, de paso, que la gente disfrute de un género musical que todavía tiene en territorio jiennense muchos caminos que abrir.
"Estamos creando un concepto no solo discográfico, algo que viene de tiempo atrás. Cada uno nos dedicamos a un ámbito en concreto (diseño gráfico, animacion...); cada uno por una rama pero con el nexo común de la música electrónica, que en la provincia no está tan valorada. Hemos hecho cosas nuevas por amor al arte (eventos, exposiciones mezclando arte, cine mudo, música electronica y pintura en directo. audiovisuales... Se trata de crear algo que abarque lo que realmente nos gusta", aclara el productor.
Sí, desde Andújar se plantan en el panorama de la industria musical en plena incertidumbre después de que el coronavirus los obligara a aplazar su presentación, pero es que ya no pueden más y, además, no les da la gana, están que se salen por meter la segunda marcha a un proyecto que la pandemia ha obligado a permanecer en primera y, "paso a paso y poco a poco", alcanzar sus metas.
Ahí está el disco del artista japonés Hiroyuki Arakawa, que además de suponer el lanzamiento del nipón en el mercado occidental bautizará a Fisiogram Lab como sello con todas las de la ley.
"Musicalmente me gusta mucho, tiene un estilo techno muy personal, me encantó desde la primera vez que lo escuché. Ha sido un poco una simbiosis, porque yo he sacado música en su sello japonés y él va a sacar en el nuestro", explica el iliturgitano.
Un CD (son unos románticos, apuestan por el tacto físico, no pueden remediarlo) con siete cortes que está ya en el horno y, este mismo mes de octubre, se servirá en bandeja a quienes gusten. Sin complejos, conocedores de que el momento no es precisamente para tirar cohetes pero dispuestos a vivir la tormenta desde dentro:
"Conforme está la venta de la música ahora, es complicado; en principio lo hacemos sin mirar mucho la parte de negocio, tenemos muchas muchas ganas de evolucionar y crear poco a poco, dar pasos", asegura. Y apostilla: "Hemos pillado un cambio complicado, hay que improvisar, tantear... pero la ilusión no nos falta, que es lo más importante, sin miedo ninguno", proclama Roberto Guerrero haciendo honor a su apellido.
"La ilusión no se come... No se come, pero alimenta", discuten los protas de El coronel no tiene quien le escriba, del gran Gabo. Pues eso.
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