Un fondo marino en la iglesia de San Lorenzo

Fotografiados los microfósiles en la cripta del templo de Úbeda que evidencian el origen marino de las rocas de hace ocho millones de años

Es un diamante que cada día brilla más. La iglesia de San Lorenzo de Úbeda alberga entre sus paredes más de 800 años de historia. Alzada sobre la muralla almohade, los trabajos arqueológicos han sacado a la luz sus etapas constructivas, del románico al barroco. También diferentes tipos de enterramiento, en criptas y en la roca del subsuelo. Así lo defienden en la Fundación Huerta de san Antonio en su web y en su perfil de Facebook, dos canales que sirven para difundir su gran valor. Ahora se le suma uno nuevo. Aunque es conocido por la comunidad científica desde hace años, para Manuel Berlanga ha sido una sorpresa.

—Nosotros no teníamos ni idea.

Y es que han fotografiado a aquellos seres vivos que hace ocho millones de años 'habitaron' este lugar. "¡Los primeros 'seres vivos' que habitaron la iglesia de San Lorenzo! Eso sí, hace ¡ocho millones de años!, en el Mioceno", anuncia la fundación en las redes sociales. Un espacio donde han compartido las imágenes, algunas de ellas ampliadas 28.000 veces a su tamaño real, del fondo marino del templo.

Isabel Sánchez Almazo es miembro del Centro de Instrumentación Científica de la Universidad de Granada. Como explica a este medio, estuvo, junto con su marido, en la iglesia de San Lorenzo viendo su sustrato geológico. Comprobaron que en la cripta había niveles duros y otros más blandos, lo que les dio a entender que eran marinos. Lo que hizo fue coger una muestra, procesarla y mostrar al mundo ese fondo marino que cuenta Úbeda.

Según explica, el sustrato rocoso sobre el que se sitúa el templo está formado por alternancias de niveles rocosos más cementados (calcarenitas) y niveles más blandos. Todos estos sedimentos son de edad Mioceno superior (unos ocho millones de años), un periodo en el que Úbeda formaba parte de una cuenca marina que ocupaba un territorio más o menos parecido al que ocupa la actual cuenca hidrográfica del Guadalquivir.

Los niveles blandos de colores grises son margocalizas: sedimentos formados mayoritariamente por arcillas y carbonatos. En estas margocalizas, se han encontrado microfósiles que nos hablan del origen marino de estas rocas y del periodo de tiempo en el que se formaron. Las fotos corresponden a ejemplares encontrados en las margocalizas de San Lorenzo y se trata de foraminíferos bentónicos y planctónico, así como a cocolitofóridos o nanoplancton. Son organismos unicelulares que construyen sus caparazones con carbonato cálcico, formando así un mineral que se preserva fácilmente en el registro fósil. "Estos organismos siguen viviendo en nuestros mares, aunque hay especies que ya están extintas".

Porque hubo un tiempo en que la ciudad Patrimonio de la Humanidad no era tal y ni tan siquiera existía el Estrecho de Gibraltar. Fue hace millones de años, cuando Úbeda era una cuenca marina que ocupaba el territorio de la cuenca del Guadalquivir, que por entones unía el Atlántico con el Mediterráneo.

—Toda la zona de Úbeda era una gran cuenca oceánica.

Para Manuel Berlanga este hecho es un valor añadido para ensalzar el valor que tiene la Iglesia de San Lorenzo.

—Estamos empeñados en que se conozca lo que tenemos a mano.