Frailes repasa la historia del balneario antes de abrir el hotel residencial
El libro La memoria del agua, de María Teresa Murcia, protagoniza el primero de los Encuentros del Hotel Residencial Balneario Ardales de Frailes
Una mirada al pasado antes de acercarse al presente. Ése fue el viaje ayer con motivo del primero de los Encuentros del Hotel Residencial Balneario Ardales de Frailes, cuyo eje vertebrador fue La memoria del agua, obra de la cronista frailera, María Teresa Murcia.
Presentó el acto Juan Infante, vicepresidente del Consejo Rector de la cooperativa que gestionará las instalaciones durante 40 años vía concesión municipal. Murcia compartió con los asistentes —los encuentros son principalmente para socios— fotografías, datos y nombres propios de la historia del balneario de Frailes.
La cronista señaló que el primer documento relativo al balneario data de 1830 y es un estudio de las aguas. También indicó cifras de afluencia a las instalaciones de entonces en 1862, cuando el número de turistas rondó los 700. El precio entonces de una casa de un piso era de tres pesetas.
En el apartado de las personalidades, Enrique Ranz de la Rubia brilla en la historia por su trayectoria médica y vinculación al balneario. La cronista se animó a que la calle de la zona lleve el nombre del profesional sanitario si así lo estima el pleno municipal.
El recorrido acabó en la década de los 2000, concretamente en 2010, cuando la Corporación Municipal liderada por Antonio Cano puso la primera piedra de un proyecto que apuesta por la fórmula de los pisos compartidos y que, según el Consejo Rector, recuperará el cariz de balneario.
La próxima cita para los socios —que podrán llevar un invitado— será el 6 de julio y dará protagonismo al senderismo, según indicó Custodio López, presidente de la cooperativa.
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