Fran Lara: "Tenemos que morir por este escudo"
El futbolista cordobés apela al compromiso del vestuario para sacar adelante la eliminatoria contra el Burgos y dejar al Linares una temporada más en Segunda B
Fran Lara es un chico reservado. La jornada de descanso se ha ido a su pueblo (Montoro) para pasar el día con la novia y la familia. Quiere desconectar, recargar las pilas y afrontar la semana más decisiva de la temporada pleno de energía. Llegó al Linares con 21 años recién cumplidos y un futuro prometedor que a base de esfuerzo, trabajo y sacrificio ha sabido labrar en el club azulillo, en el que ha pegado el estirón y ha madurado como futbolista y como persona. Por eso, todas sus palabras hacia la entidad son de agradecimiento. "Mucho de lo que tengo ahora se lo debo al Linares y a su afición. Me siento querido y uno más de esta ciudad", asegura con la timidez que le caracteriza.
Dicen que tiene la cabeza muy bien amueblada. Quizá este aspecto le ha ayudado para soportar la soledad del banquillo y de la grada. Ha pasado de titular indiscutible a recambio, pero nunca se ha quejado. El pasado domingo en El Plantío le tocó jugar y fue uno de los destacados del Linares. "Simplemente hice mi trabajo e intenté cumplir con lo que me mandó el entrenador", afirma. Ese compromiso y esa actitud hacia lo que representa el linarensismo le ha servido para granjearse el cariño del público desde su soberbio partido en Castalia. Cualquier otro chaval a sus 21 años, no habría aguantado la presión de jugar por un ascenso delante de más de once mil personas.
El domingo todo apunta a que puede repetir en el once, aunque de no ser así aceptaría la decisión de Juan Ferrando. "No sé lo que pasará. Lo que sí sé es que los compañeros que salten al césped se dejarán el alma porque tenemos que morir por este escudo", proclama el joven jugador de Montoro. Cree que el partido de vuelta ante el Burgos no será intenso e igualado, con la salvedad de que será el Linares el que tenga que llevar el peso del juego. Para él, los primeros veinte minutos pueden ser claves. "Tenemos que salir muy enchufados y concentrados atrás para que no nos pasé como la pasada temporada contra el Cacereño. Deben sentir la presión desde el pitido inicial. Si les dejamos jugar a su aire podemos meternos en problemas", advierte. Está seguro de que la afición no fallará el domingo. "La conozco muy bien y sé que van a llenar Linarejos. Por eso, no hay excusas. Todo lo que somos se lo debemos a ella", subraya.
VUELTA AL TRABAJO
La plantilla regresa a los entrenamientos con la mente puesta en el Burgos. El único jugador que puede perderse el choque es Rueda, quien no acaba de recuperarse de las molestias físicas que arrastra prácticamente desde que firmó con el Linares en el mercado de invierno. El resto de componentes del plantel tocados acelerarán su recuperación para estar al cien por cien el domingo a partir de las seis de la tarde en el Municipal de Linarejos.
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