Francisco Tirado o cómo amar a Villargordo a través de su historia

Aunque dejó su tierra natal cuando apenas contaba cinco años de vida, la pasión por su pueblo jamás ha decrecido.  El próximo 21 de septiembre presentará su segundo libro villargordeño

"No soy un historiador, sino un aficionado, pero si puedo aportar algo para poner en valor nuestro pueblo y nuestras tradiciones y rescatar del olvido a nuestros antepasados...".

Así, con esa humildad a la que Hemingway atribuía el secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento, se presenta Francisco Tirado Moral (Villargordo, 1957). Un auténtico enamorado de su tierra natal a quien ni los años ni los kilómetros de distancia han restado ni un ápice de querencia, que vuelca de la mejor manera que sabe hacerlo: a través de sus investigaciones. 

No en vano, el próximo 21 de septiembre volverá a la cuna del pintor Cerezo para presentar su nueva obra, Apuntes genealógicos y notas de la historia de Villargordo (Jaén), siglos XIV XVIII, que lo consagra como especialista histórico de su patria chica.

Un libro editado por la Diputación Provincial de Jaén a iniciativa del Ayuntamiento de Villatorres, en el que Tirado deja más que claro que su cuna rebosa historia y a través del cual "los lectores van a descubrir la relación clara entre Villargordo y los nobles que participaron en la Batalla de las Navas de Tolosa, con el repartimiento de tierras que luego se hizo":

"En mi pueblo, el primer propietario lo vendió en 1430 a los Torres, señores de Villardompardo, y esa sería la fecha aproximada de creación del pueblo", afirma. 

Tres años le ha llevado (y asegura que sigue en el tajo) escrutar el pasado villargordeño hasta poner un punto final que, por lo que deja entrever con sus palabras, en realidad es un punto y seguido: "He pretendido buscar la historia a pie de calle, llegar a las personas", sentencia, y apostilla:

"Encontré una referencia de Villargordo como lugar de paso de ganado hacia sierra Morena, y eso me dejó descorazonado. Mi pueblo es mucho más que eso, tiene mucha más historia". 

TODA UNA VIDA FUERA DE SU PUEBLO

Hablando de historia, el propio Paco Tirado (así lo llaman quienes lo aprecian) tiene la suya propia. Villargordeño de dinastía (ha encontrado sus orígenes en el pueblo ya desde el siglo XV), confiesa, orgulloso: "Soy villargordeño puro".

¡Y tan puro! Medio siglo lleva fuera de los paisajes que arroparon su llegada al mundo y, sin embargo, no pasa un día que no los tenga presentes: "Mis padres se fueron a Barcelona a finales de los 60, allí crecí, entre una tremenda colonia de villargordeños", evoca. 

Médico vocacional, la situación económica de la familia impidió que el fonendoscopio formase parte de su indumentaria cotidiana, así que estudió (primero) Empresariales (luego se especializaría en el mundo financiero) y optó por trabajar en la banca, donde hizo carrera, vaya que sí:

"Oposité al Banco Exterior de España, y al subir a un nivel directivo me promovieron para dirigir una oficina en Onteniente (Comunidad Valenciana), una oficina con mucha actividad exportadora. Luego me hicieron una oferta y me pasé al Banco Español de Crédito, donde fui jefe de zona, en Elche. De allí me trasladaron a Alicante como director general adjunto al director territorial, y allí me quedé".

Casado y con dos hijos llegó a la capital hernandiana en la que continúa afincado pero..., eso sí: sin dejar de venir a Villargordo cada vez que puede, disfrutarlo, trasminar orgullo: "Mi pueblo merece la pena porque, primero, desde el punto de vista arqueológico está casi en el centro de un triángulo de ciudades iberrromanas, Iliturgis, Cástulo y Oringis-Havia".

Tirado sigue presumiendo: "Además, Villargordo está situado estratégicamente en un lugar de paso entre la entrada de Despeñaperros y Jaén, aquí han pasado muchas cosas, hay una cultura propia, aunque muchas cosas desgraciadamente se han ido perdiendo".

Eso es lo que persigue inculcar a sus paisanos, con especial interés en los jóvenes: "Que sepan que todavía se pueden descubrir muchas cosas". Noble labor la suya.