"Fue un milagro que no acabara en tragedia"

Pedro Martos, responsable del Tanatorio Linares, reconoce que si el accidente ocurre por la tarde "hoy se estaría hablando de siete u ocho muertos"

Un escalofrío recorre la espina dorsal de Pedro Martos cuando piensa qué habría ocurrido si el coche que se empotró contra el tanatorio lo hubiera hecho a las siete o las ocho de la tarde, y no a las once y media de la noche como sucedió. Para él, no hay duda: "Hoy estaríamos hablando de siete u ocho muertos". "Por suerte -continua el encargado de la empresa- a esa hora los familiares estaban en las salas y no en la puerta, como suele ser normal. Por eso, fue un milagro que no acabara en tragedia", insiste.

Hoy toca cuantificar los daños. La fachada, la cafetería y varias cristaleras del interior son las zonas más afectadas por el impacto del vehículo que conducía un joven conductor novel. Ni el chaval, de 18 años de edad, ni los otros tres menores que viajaban en el coche, sufrieron heridas de importancia, aunque el "susto no se les quitará en la vida", señala Pedro Martos.

Desconoce las causas del accidente, que están siendo investigadas por la Policía Local, aunque, a su juicio, pudo deberse a un exceso de velocidad o a un error humano ante la falta de práctica del joven, quien acababa de sacarse el permiso de conducir. En este sentido, denuncia el comportamiento de muchos conductores en esa zona de la ciudad, nudo de comunicación clave en la circulación, tanto para entrar o salir al casco urbano como para acceder al Campus Científico-Tecnológico. "Aquí hemos visto de todo, desde gente haciendo trompos a otros ir a más velocidad de la permitida. No es normal que pongan los coches a 80, 90 o 100 por hora, cuando no pueden ir a más de 50", advierte.

La rotonda de la Cabria está bien señalizada. Además, no es un lugar especialmente conflictivo. Pero este siniestro es un toque de atención para que se extremen las medidas de seguridad, según el encargado del Tanatorio, a quien el accidente le pilló en un atasco en el barrio de la Paz, no muy lejos de la empresa. El joven dio negativo en las pruebas de alcoholemia y de drogas a las que fue sometido por agentes de la Policía Local. El jefe del Cuerpo, Diego Montes, cree, al igual que otros muchos, que el chaval "no calculó bien la velocidad y, por lo tanto, no pudo controlar el vehículo", sostiene. Lo cierto es que más de uno se lo pensará, a partir de ahora, dos veces a la hora de pisar el acelerador.