Cierra el Galapán Film más "extraño" pero reivindicativo

'El pastor de puente mocho', de Mariano Ojeda, se alza con el premio del mejor cortometraje provincial en la cita cultural de Santiago-Pontones

Sin duda ha sido la edición más "extraña" de las celebradas hasta ahora. A pesar de las dificultades impuestas por la pandemia del coronavirus, la organización Galapán Film Festival ha demostrado que la cultura "no debe parar". "Orgullosos de todas las personas que han acudido a las proyecciones y nos han regalado un civismo excepcional", aplaude la organización y entre el palmarés palabras de revindicación para un sector que, como otros tantos, atraviesa momentos complicados a causa de la crisis económica derivada del Covid-19.

El Galapán Film Festival, Festival Internacional de Cortometrajes de Santiago-Pontones, cerró anoche su quinta edición con la entrega de galardones, la mayoría de manera virtual. El premio al Mejor Cortometraje Provincial fue para el trabajo El pastor de puente mocho, de Mariano Ojeda (Beas de Segura), que sí pudo acudir presencialmente a recogerlo.

El galardón del público cruzó el charco y fue para Acoua, de Güido Simonetti (Argentina). El premio del jurado recayó en Mateoren ama, de Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga (Euskadi). Por otro lado, el jurado otorgó dos menciones especiales a los cortometrajes Luz verde, de Juanma Díaz, y The Van, de Enerik Beqiri (Albania). 

Este año se han presentado a la cita 603 trabajos procedentes de 45 países. Una vez más, la edición bate sus propios récords y se consolida como una cita cultural indispensable del verano.