'G.E.O. Más allá del límite': Ficciones reales
El documental de David Miralles exhibe una forma propia del thriller, o si se quiere estamos frente a un thriller que se disfraza de documental
Es ardua tarea empezar a escribir sobre una obra que, con el pretexto de estar narrando la realidad, aprovecha para construir un discurso y que lo hace —en ocasiones— de manera tan férrea y atractiva. Nos encontramos ante un documental cuya forma es propia del thriller, o si se quiere frente a un thriller que se disfraza de documental. Aunque teóricamente G.E.O. Más allá del límite, se encuadraría dentro del subgénero serie documental, su verdadera esencia dista de estar atravesada por una mirada que busque la objetividad —ni si quiera la veracidad—; es más bien una vehemente defensa de lo que está retratando, a través de mecanismos sofisticados y otros más bien rudimentarios.
El documental —convengamos en llamarlo así— narra el entrenamiento que habilita para formar parte del cuerpo de élite más duro dentro de la Policía Nacional (el Grupo Especial de Operaciones), que por primera vez ha consentido en que se pueda documentar el proceso de forma audiovisual.
Tareas hercúleas van sucediéndose a lo largo del metraje, como pasar parte de la noche en el río Ebro sin ropa y en pleno invierno o —ésta tiene su retranca— ser capaces de ver Europa, de Lars von Trier, sin quedarse dormidos después de un largo día de entrenamiento. Paralelamente a las pruebas habilitadoras para ser un G.E.O. , los personajes que conforman la trama —es decir, los integrantes reales del cuerpo de la Policía Nacional que aspiran a formar parte de este grupo selecto— se sinceran frente a la cámara.
Las debilidades, fortalezas, personalidades, esperanzas y anhelos de todos los componentes se van revelando en monólogos donde cada uno de los policías tiene tiempo de explayarse; todo el sufrimiento acumulado se verbaliza en estas largas reflexiones que sirven como contrapunto a las escenas de acción y a su vez, logran captar la psicología de cada una de las personas que protagonizan la serie. Con el devenir de los episodios, el espectador es testigo del dolor que supone la expulsión del entrenamiento, así como del éxtasis que conlleva superar las pruebas.
G.E.O. Más allá del límite apuesta por abandonar una fría mirada documental y entregarse al más puro estilo cinematográfico; la refinadísima fotografía llena de claroscuros, las pruebas que se presentan como set pieces de acción, el montaje como generador de discurso o los largos silencios, donde los aprendices revelan más de lo que dicen, son buena prueba de ello. Estos atributos más propios del cine, que del género documental, son un arma de doble filo: si por un lado el estilo visual —impresionante si tenemos en cuenta que se trata de la primera incursión audiovisual de David Miralles, director y guionista del documental—, el thriller con tintes dramáticos , las prodigiosas escenas de acción, la mezcla entre el intimismo y la epicidad y la cuidada puesta en escena suponen virtudes innegables, que dotan a la serie de un aroma magnético, por el otro, es inevitable no percibir una imposición discursiva durante buena parte del metraje, que se revela desde dos frentes distintos.
En primer lugar, la estructura de los capítulos se repite hasta la saciedad, para que así cale el mensaje, pero llega a resultar previsible y demasiado esquemática. En segundo lugar, los recursos lingüísticos mencionados anteriormente son en ocasiones utilizados de la forma más burda, como es el caso del montaje metafórico —que alcanza cotas insultantes cuando tras un plano donde el instructor está hablando de la banda terrorista ETA, vemos otro plano con una serpiente deslizándose— y de la música siempre ominosa, que redunda hasta la saciedad en subrayar el sustrato del asunto.
G.E.O. Más allá del límite proveé sobredosis de adrenalina, pero la veracidad, que se entiende como condición necesaria del documental, acaba brillando por su ausencia. La serie se entrega a ratos a la más descarada propaganda, eso sí, de manera estilosa. Es ilustrativo compararla con Antidisturbios: si en está última un thriller acaba rozando el género documental por la carga de verdad que transmite, siendo ficción todo lo que narra; la serie de Miralles sufre un proceso inverso y termina pareciéndose más a un thriller rebosante de ficción que a un documental, siendo real todo lo que narra.
FICHA TÉCNICA
Título original: G.E.O. Más allá del límite
Año: 2021
Duración: 50 minutos
Creador: David Miralles
Nota en IMDB: 8,3
Nota en FilmAffinity: 7,4
La serie documental está disponible Amazon Prime
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