Goyo se aferra a la vida y experimenta una leve mejoría
El exportero del CD Vilches, que se recupera de las graves lesiones sufridas en un accidente laboral, recibe el apoyo de su antiguos compañeros
La noticias que llegan de Gregorio Ciudad Real, "Goyo", sobre su estado de salud son esperanzadoras. El exportero del CD Vilches ha experimentado una leve mejoría dentro de la gravedad, una semana después de caerse desde una altura de doce metros en un accidente laboral ocurrido en la fábrica de aceite en la que trabaja. Goyo fue trasladado del San Agustín de Linares al Complejo Hospitalario de Jaén para recuperarse de las múltiples fracturas y daños internos que se produjo. Goyo no ha parado de recibir mensajes de ánimo de familiares, amigos y antiguos compañeros.
El pasado domingo el CD Vilches tuvo un bonito detalle con el que fue su guardameta durante una temporada y que dejó la práctica del fútbol de manera transitoria para dedicarse a su mujer y dos hijos pequeños. El cuerpo técnico y los jugadores del conjunto vilcheño saltaron al céspel Municipal de Baeza, donde se enfrentaban al equipo local, con una pancarta en la que se podía leer: "Fuerza Goyo, #VilchesContigo". "Es lo menos que podemos hacer. Estamos todos pendientes de Goyo y de su recuperación. Sabemos que saldrá de esta porque es un luchador nato y más duro que una piedra", asegura el entrenador del Vilches, Javier Mañas, con el que le une una gran amistad.
De hecho, la pancarta de apoyo a Goyo también se pudo ver antes del comienzo de la carrera popular contra el Parkinson celebrada el pasado domingo por la mañana en Linares. Es solo una prueba de los innumerables muestras de cariño que el portero está recibiendo del mundo del deporte desde que sucedió la desgraciada caída.
Goyo fue uno de los guardametas más prometedores del fútbol jiennense. Desde muy pequeño demostró tener unas condiciones especiales para detener balones. Sus sensacionales dotes no pasaron desapercibidos para la mejor cantera del mundo. En La Masía coincidió con estrellas de la talla de Cesc Fàbregas, Gerard Piqué, Oriol Riera, el meta Alberto García o el mismísimo Leo Messi, quien, en la temporada 04/05, dio el salto del juvenil al primer equipo. Tras su paso por el Barça, Gregorio Ciudad Real se marchó a otra de las mayores fábricas de talentos del fútbol nacional, Mareo. En el Sporting de Gijón aprendió de los mejores y su progresión le llevó hasta Pamplona para debutar con el Osasuna Promesas en Segunda B. Uno de los momentos más importantes de su carrera fue su fichaje por el Real Jaén, donde, a pesar de sus cualidades, el destino le jugó una mala pasada.
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