Arbuniel invita a reír este sábado noche de la mano de Guelmi

El humorista jiennense debutará por fin en el Escenario Municipal toscareño con uno de sus monólogos llenos de "verdades como puños"

El próximo domingo se celebra el Día Mundial de la Alegría, y Arbuniel lo tiene claro: las primeras horas de ese día serán de carcajadas, de evasión... de alegría, vamos. Para ello cuenta con un maestro de ceremonias de excepción, el monologuista jiennense Guelmi, que a partir de las once y media de la noche del sábado hará llorar de risa hasta al más severo. 

Será en el Escenario Municipal y, para acceder, solo es necesario pasarse por la Delegación de Arbuniel para retirar las invitaciones gratuitas y asegurarse un buen rato con las ocurrencias de este cómico, que se muere de ganas por pisar el escenario toscareño:

"Será mi primera vez en Arbuniel y tengo muchas ganas, mucha ilusión por estar allí", confiesa. Lo mismo que los vecinos, que a pesar del aplazamiento de su actuación a causa de la pandemia lo espera como a los buenos toreros. Y es que Guelmi es mucho Guelmi, vaya que sí: 

"Mi monólogo tratará sobre las diferencias generacionales, sobre las relaciones de pareja, irá en ese tono...", aclara Miguel Navarro López (nombre real del humorista), cuyas comparecencias se caracterizan por esa forma suya tan propia y personalísima de contar lo que cuenta, de meterse al público en el bolsillo a fuerza de ingenio: "Yo digo verdades como puños", y con acento más de Jaén que el Lagarto de la Magdalena. 

La cita promete, y más en estos momentos de incertidumbre que tienen los ánimos de la gente soliviantados a cuenta del coronavirus, tan cansino él. "En estos días es necesario reírse, que la gente pase un buen rato", dice. Sabe de lo que habla: el Covid-19 le ha desbaratado su agenda artística, lo ha privado de un montón de actuaciones. Pero se aplica su propia medicina: 

"Hay que tomárselo con humor, llevarlo lo mejor que se pueda, de todo esto también se saca material para un monólogo", concluye. Pues eso, a reírse, que es el arma más eficaz que tiene el ser humano (lo dijo Twain, el que escribió Tom Sayer).