El día que los haikus siembran conciencia con el autismo

La iniciativa del IES Las Fuentezuelas convierte el centro de Jaén en un espacio de poesía y solidaridad en favor de 'Autismo Jaén'
Si están metidos en el rol, si son capaces de detallar con precisión cada historia detrás de los haikus, es porque han preparado la iniciativa a conciencia. Alumnos del IES Las Fuentezuelas llenan esta mañana de poesía la calle Roldán y Marín, donde exponen una treintena de haikus con un objetivo noble, dar recursos a la asociación Autismo Jaén.
Yessenia Gallardo, estudiante del centro, explica su haiku a un viandante. En la imagen hay un dragón, con un juego de palabras sobre las ramas.
—El mío descubre el aroma del olivo durante el otoño, y hay mención al oro líquido, que es es el aceite de oliva —conceden Aylén Cáceres.
Ambos son estudiantes de cuarto de la ESO. En la idea también han tomado parte alumnos de primero de Bachillerato y del Bachillerato de Artes, capitales para que los cuadros luzcan aún con más belleza.
Bajo cada haiku hay un número y un código QR. Están pensado para la puja, presencial y telemática, que habrá a partir de las 12:00 horas. De ahí saldrá el dinero que más tarde nutrirá de recursos a ‘Autismo Jaén’, que encara el proyecto del primer centro de la provincia para personas con autismo.
Uno de los miembros de la asociación disfruta y baila al son de la música en la peatonal. Salma, otra de las estudiantes, aborda su haiku: un árbol en calma, con hoyas que buscan o se mueven con el viento.
Su compañera Mireya Amari aborda la unión entre dos personas, simbolizados en dos peces que se entrecruzan. El joven que atiende a la explicación alaba el compromiso de los estudiantes.
—Están muy implicados, y vemos cómo la gente se está animando a descubrir la historia de cada poema. Han ensayado las explicaciones en clase, y ahora ojalá consigamos recaudar el dinero.
El haiku de Juan José Ordóñez se titula Cantan los ríos, y se parecía una libélula volando, mientras a su lado crecen una planta y una flor.
—Transmite paz —apostilla el chico.
Armonía, trabajo en equipo y solidaridad vertebran la propuesta. La directora del IES Las Fuentezuelas, Sonia Montilla, cuenta a este medio que también está habilitada la venta de chapas, marcapáginas camisetas.
La comunidad educativa se ha volcado para ayudar a las personas con autismo. Es más que una expresión poética.
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