"Tengo el trabajo más bonito que puede tener un vilcheño"
La historia vital y profesional de Andrés Torres López va indisolublemente unida a su pueblo, Vilches, que ama a rabiar
Técnico municipal de Cultura, carnavalesco confeso, cofrade comprometido, hombre solidario, pregonero de las citas de relumbrón de su patria chica, marido, padre...
Se llama Andrés Torres López, nació en su Vilches de su alma en 1977 y se confiesa "afortunado no: lo siguiente" por poder desarrollar su trabajo ("el más bonito que puede tener un vilcheño", asegura) en la tierra de su sangre, al lado de los suyos, parte como es ya del primer paisaje que vieron sus ojos nada más abrirlos, el año y el día (ya es casualidad) que murió Elvis.
"Acabé la carrera en el 99 y me fui a Madrid a trabajar porque surgió la posibilidad, como ayudante de un topógrafo en las obras del metro. Estuve dos o tres años, pero venía todos los fines de semana en tren; mi padre me decía: —'¡Chiquillo, te gastas el dinero en viajar!', pero para mí era fundamental pasar el fin de semana aquí", explica.
Fines de semana, días, meses, años..., toda su vida, porque hasta por teléfono le huele a amor el aliento cuando habla de Vilches, el escenario cotidiano donde desarrolla su vocación de servicio:
En el Consistorio, al frente de esa área que no para de idear propuestas para que a la vida de sus vecinos no le falten ofertas culturales a las que acudir; en la Cofradía del Nazareno, a la que llegó cuando era todavía un adolescente y donde continúa como capataz desde hace ya la friolera de veintisiete años...
"Andrés Torres, desde aquel año en que comencé a trabajar con el desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vilches, solo puedo tener palabras de cariño como persona y como trabajador público. Siempre en las actividades que se promovían, primero por la concejalía, como después por los colectivos de los que formo parte, ha habido una
colaboración y un servicio pleno para que todo saliera adelante", manifiesta Francisco Luis Sola-Isidro, responsable del Grupo de Estudios Vilcheños.
Casado con Nieves y padre de Elías y Julia, tiene claro que su familia es lo principal, "lo más importante", pero se las apaña para compaginar la obligación y las 'devociones', que son más de una: el Carnaval es un buen ejemplo de ello:
"He sido autor de una de las comparsas durante muchísimos años, once o doce, nunca me he quitado de en medio", afirma este hombre que parece haber inspirado al mismísimo José Luis Cuerda cuando se cuajó la mítica frase de Amanece que no es poco: "Todos somos contingentes, pero tú eres necesario".
Y es que en su currículo hay hueco para todo, lo mismo para la actividad deportiva (pertenece a varios colectivos y hasta fue socio fundador del club senderista El Mortero) que para escribir el pregón de la Pasión ("un gigantesco honor", sentencia) o el de las próximas fiestas de agosto, que lo tiene más que ilusionado, eufórico:
"Si el de la Semana Santa fue un honor, este... Tanto mi familia como yo estamos muy contentos", certifica. Lógico; ¿qué es un pregón sino la exaltación pública de las propias querencias, de lo que más se ama?
"Lo conocimos y nos sorprendió casi desde que era un niño conduciendo el paso del Nazareno y la Dolorosa, y ahora que ya es un hombre, aún nos sigue emocionando en estas fechas", apostilla Sola-Isidro Olmo.
Sin olvidar su vena filantrópica, que encauza a través de su participación activa no solo en el ámbito de la caridad cofrade, sino allá donde es requerido:
"Por mi vinculación con los colectivos y por mi trabajo, coopero con todo tipo de asociaciones que promuevan acciones benéficas, lo mismo para presentar el acto que hacer la cartelería, abrir el teatro para los ensayos...".
"Si no estás haciendo la vida de alguien mejor, estás perdiendo el tiempo", dijo una vez Will Smith..., mucho antes del guantazo de los Oscar. A él no, jamás ha sentido más mano sobre su sombra que la del aprecio de su gente, como demuestran las palabras del historiador Sola:
"Andrés se presta a todo lo se le plantee y siempre con una sonrisa, imagino que como todo el mundo tendrá sus malos ratos, pero ello no influirá en su comportamiento hacia quien le pida algo".
Y Torres concluye: "Uno nunca es consciente de tener tanto cariño y respeto de su pueblo; cuando hicieron público mi nombramiento como pregonero fue tal el número de llamadas, de mensajes, de gestos de cariño... Ahí te das cuenta...". Parafraseando a Buero Vallejo, “si tu cariño [Vilches] no me falta, emprenderé muchas cosas". Tiene pinta de que lo hará.
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