HOMBRES Y MUJERES DE ORQUESTA
Verano. Cientos de kilómetros de carretera. Actuaciones durante horas aquí y allá. Es la vida de las orquestas en temporada alta. Lacontradejaén ha entrevistado a jiennenses que son o han sido hombres y mujeres de orquesta. ¿Se puede, como Bisbal, pasar de cantar Paquito el Chocolatero por toda Andalucía a llenar el Teatro Real? Antes de la gloria posterior a OT, el de Almería vivió el purgatorio de las canciones de madrugada. También aprendió. Éstas son cuatro historias de músicos de Jaén.
DOS VOCES, AMBICIONES OPUESTAS
Sergio Tudela (Linares, 32 años). Cantante
“NO ES UN KARAOKE, SINO UN TRABAJO DE VERDAD”
El linarense que hoy se codea con cantautores de éxito como Pablo López estuvo durante década y media en tres formaciones diferentes, Caramelo, Zodiaco (Linares) y Pentagrama (Roquetas de Mar, Almería). Antes de grabar su primer disco en solitario, Un jardín de retales, hizo más de 1.000 actuaciones por Andalucía, Cuenca, Ciudad Real, Valencia y Badajoz. Tuvo rodaje.
“Llevaba tiempo estudiando música, y me gustaba cantar desde los catorce años. Así que probé suerte en Orquesta Caramelo. Tenía que desenvolverme en todos los estilos”, recuerda.
Al artista le gusta evocar las cosas positivas: las tablas que da la música en directo, el aprendizaje al rozarse con tantos compañeros, la sensación de agradar el público… Pero también tiene en la cabeza experiencias que vivió relacionadas con la precariedad. “A veces no teníamos ni un servicio para cambiarnos. Para las chicas era un problema de verdad. O qué menos que recibir botellas de agua o una manzana por parte de los ayuntamientos. Otros sí se portaban muy bien, claro”, reconoce.
En lo que concierne al dinero, es franco: como artista solitario, liberado de la manada y siendo el nombre de la empresa, el trabajo es más rentable: “Cuando una orquesta va a cantar, casi siempre asume todo: montar el equipo, pagar dietas y hasta alojamientos. Aún siguen muy mal pagadas”, dice. “Hay quien se cree que cualquier puede hacerlo. Pero no es un karaoke, sino un trabajo de verdad”, puntualiza.
Si hace las sumas y las restas, Tudela no se arrepiente. Todo lo contrario: “Me arriesgué y me saló bien”, resume. TVE ha puesto los ojos en el artista de Linares para grabar diferentes vídeos. Su proyecto en solitario despega.
Ana Belén Mena (Torredelcampo, 22 años). Vocalista de Grupo Ilussión
“MI META ES SER PROFESORA DE CLARINETE”
La historia de Ana Belén Mena con las orquestas no tiene mucho que ver con la de Sergio Tudela. Ella, que lleva un trienio en los escenarios, es consciente de que su futuro no pasará por una carrera como artista en solitario. La idea le atrae, pero mandan las circunstancias. “Soy realista”, dice.
Mena empezó hace tres años con la Orquesta Tubular Show. “Estudiaba clarinete en el Conservatorio Superior de Granada. De siempre me había gustado cantar con los amigos. A raíz de la boda de un amigo participé en un casting”, rememora. Y sonó el teléfono. Era Tubular Show. La llamaron para empezar como vocalista y bailarina.
Los principios fueron sinónimo de “agobio”. “Tenía que aprenderme muchas canciones y de diferentes estilos. De pronto debía dominar géneros como la rumba y el rock”, señala. El paso de los meses calmó la tensión; Ana Belén Mena sí era —y es— polivalente.
Ya lleva cerca de 70 actuaciones en directo. Pertenece a Grupo Ilussión, un cuarteto de Jaén. Ahora le gusta esta vida. Ahora significa mientras sea joven. El futuro deberá ser otra cosa: “Yo quiero ser profesora de clarinete. O impartir clases de canto”, comenta.
Más allá del dinero, a Mena lo que más le incomoda es el antes y el después de cada show. El después es una escena que todos conocemos: esos señores pasados de alcohol que piden “otra, otra” cuando el repertorio es historias cinco o seis horas después del primer tema. “Creo que económicamente no estamos tan bien valorados. Lo digo en general”, añade. Ella sí recomendaría a cualquier joven que lo intentara, que se subiese a la furgoneta y cantara cada noche. Vida de orquesta.
DOS GUITARRISTAS, DOS TIEMPOS
Enrique Muñoz ( Santisteban del Puerto, 45 años). Guitarrista
“NUNCA ME LLENÓ; RECOMIENDO ESTAR MUY FORMADO”
Acaba de grabar un disco titulado Latino. Lo presentará en la Universidad de Dallas (EE UU) el próximo 7 de octubre. Como con anteriores trabajos, Muñoz recorrerá parte de Europa y de América para encontrarse con su público. Con la gente que espera su guitarra. El hoy artista consagrado también pasó por el mundo de las orquestas.
“Estuve un par de años”, comienza. “Empecé a los 18. Cursaba ingeniero técnico industrial, pero yo quería hacer música de forma profesional. Mis padres me decían que eso no era una carrera. Justo en ese momento sí lo fue: hice la licenciatura de Música en mi especialidad, guitarra”, resume.
La experiencia en las orquestas no le convenció. “Nunca me llenó”, admite. Otra cosa es que sí disfrutara al constatar que delante había gente que se divertía. Cuando pasaban las tres o las cuatro de la madrugada, el público era otro cantar. Daba, como decíamos en la historia anterior, el cante.
Como Enrique Muñoz tenía ambición por hacer temas propios, enseguida tomó la iniciativa. El single Y por qué, interpretado por el grupo —que primero fue orquesta— Sin un duro, causó sensación en Murcia, donde logró el número uno. Fue hace 25 años. También completó un trabajo musical que recibió una gran cobertura por parte de la cadena Antena 3. El sueño estaba ocurriendo, y Muñoz sabía que con temas propios le iría mejor. En todos los sentidos. “Las versiones son pan para hoy y hambre para mañana”, asegura.
A su juicio, vivir durante bastante tiempo en el ámbito de las orquestas es muy complicado. No hay tantos profesionales que tengan las condiciones necesarias para consolidarse sin pasar fatigas. “Con 60 ó 70 galas al año no puedes tirar”, opina.
El consejo del guitarrista a los que quieran intentarlo es fácil de entender, duro de aplicar: hay que estudiar música. Los pasos correctos son asentar una buena formación y luego decidir qué es lo más interesante a cada uno.
El también director de escuelas municipales de música —Torreperogil, Vilches, Arquillos, Navas, Santisteban, Siles, Orcera y La Puerta— advierte una tendencia en los menores: les gusta actuar en grupo. Quizá ahí hay cantera para las orquestas.
Ismael Segura (Segura de la Sierra, 27 años). Guitarrista de La Tentación
“ESTOY EN LA ORQUESTA ADECUADA”
Ismael Segura lleva una década de orquesta en orquesta. Lo que empezó como un juego —le gustaba viajar con la de su pueblo cuando tenía 15 años— se ha convertido en una realidad: a punto de cumplir 28, es guitarrista de La Tentación, la orquesta andaluza que ha revolucionado el concepto con una apuesta artística que híbrida música, show y espectáculo de baile y luces. También pasó por Fussis y Blanco y Negro.
El fichaje de Segura por La Tentación tuvo mucho de casualidad. Todo se consumó a través de un amigo íntimo, también guitarrista, que acabó abriéndole las puertas de la orquesta. “Lo sustituí en unos bolos y, sí, al final acabé en su puesto”, cuenta a Lacontradejaén.
La imagen de Segura era —aún lo es, pero quizá menos— la de un rockero, y no parecía que daba el perfil para una banda más ligada al pop y al reggaeton. Quién se lo iba a decir: ahora, tres años después del debut, se siente muy cómodo: “Estoy en el sitio adecuado. Aquí puedo crecer como artista. Tenemos mucha libertad para ser nosotros mismos y transmitir”, dice.
El joven entiende la música así: no es tanto lo que toca como el impacto que recibe la gente al escucharlo. A él le gusta fijarse en los rostros. Hace poco tocó en Frailes y Villanueva de la Reina. Y pasó lo de siempre: La Tentación llena, atrae a los niños a la primera fila, más atrás los adultos y también a los mayores. La idea ha calado. “El mérito es que se ha recuperado la verbena para gente joven”, afirma horas antes de actuar en Almuñécar.
El éxito de la orquesta, aun cuando salen y entran artistas, crece cada año. “Vivimos algo muy bonito: el público ya nos para por la calle, sobre todo en Granada”, celebra.
¿Llegará el momento en que necesite volar solo en busca de una gloria más universal? Él defiende que los músicos viven ese dilema de forma diferente a los cantantes. “Nosotros a lo que aspiramos es a tocar algún día con esos grandes artistas”, comenta. Tiene amigos que ya lo hacen para Pablo Alborán y David Bustamante. “No sé si en algún momento me llamará la creatividad. Ahora estoy bien; incluso tocaría en barcos si no fuera componente de La Tentación”, añade.
Segura lamenta que aún hay precariedad en el ámbito de las orquestas. Lo normal sería que cualquier escenario tuviese conexión directa con el camerino. Lo normal sería que las medidas del escenario fuesen las correctas. Pero no siempre es así. Defiende que hay que pasar de la queja a la acción. “Nosotros lo estamos luchando. Y ya se nota”, concluye.
La vida en la orquesta curte, golpea y dura más o menos en función de cada artista. Hay quien vive sueños de verano para rememorarlos más tarde; otros, los menos, la recuerdan como el inevitable peldaño al olimpo musical.
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