Los toscareños aplauden al 'último eslabón' entre la vida y la muerte

Arbuniel se vuelca en un vídeo en homenaje de los trabajadores de los servicios funerarios, a los que agradecen su labor y su humanidad en plena pandemia

Milton, el poeta inglés autor de El paraíso perdido, escribió que la muerte es la llave de oro que abre el palacio de la eternidad. Una puerta que hay que cruzar sí o sí, bajo cuyo umbral faena un montón de hombres y mujeres para hacer de ese tránsito un momento lo más llevadero posible. Son los trabajadores de los servicios funerarios, acostumbrados al gesto de la Parca pero tan humanos, tan llenos de sentimiento como el que más.

Profesionales que en situaciones como la provocada por la pandemia del coronavirus se baten el cobre contra una realidad tan terrible como esto de que las familias no puedan siquiera velar a sus seres queridos, despedirse de ellos dedicándoles unas últimas horas de compaña antes de que sus rostros empiece a desdibujarse en la memoria, que pasa, vaya si pasa.

"Lo hacemos porque nos gusta ayudar a la gente, y con mucho cariño. Estamos haciendo cosas que nadie se puede imaginar, la gente lo pasa muy mal al no poder ver a sus seres queridos y con mucho cariño hacemos lo que podemos para que sea mejor, dentro de lo que manda la Ley. Lo hacemos más ameno, pero las circunstancias son las que son...", aclara María José Delgado, gerente del Tanatorio Delgado Díaz, en Jaén capital. 

Al frente de una plantilla "preparada" pero no por ello menos afectada, Delgado asegura que pese a haber tenido que prestar sus servicios, en ocasiones anteriores, durante otras epidemias, el Covid-19 se lleva la palma: "Sabemos lo que es trabajar con EPI, estamos formados, pero no estábamos preparados para que la gente no pueda ver a sus muertos, asistir a misas con tres personas, la tristeza de ver el tanatorio vacío, los difuntos solos... En eso si lo estamos pasando muy mal aquí; nos da mucha pena, estamos deseando que las familias puedan acompañar a sus difuntos".

Son trabajadores esenciales de los que, eso sí, hasta ahora "no se ha acordado nadie": "Se hacen muchos homenajes a los sanitarios, a muchos sectores, pero a los funerarios no", afirma, tajante, Maribel Valenzuela, una arbuñelenense, profesional de la hostelería, que después de tres años en la cafetería de un tanatorio jiennense tiene claros los méritos de quienes se ocupan de esas últimas horas: "Son el último eslabón y nadie se acuerda de ellos", sentencia. "En condiciones normales su trabajo ya es duro, pero ahora están viviendo una situación... No dejar que una madre se acerque a despedir a su hijo, por ejemplo, y da igual que sea o no por el coronavirus, todos los servicios son así. Los sentimientos están a flor de piel, son situaciones muy delicadas", apostilla.

Valenzuela no lo dudó y puso en marcha un sencillo tributo para aplaudir a los funerarios; ¿cómo?, tirando de la solidaridad de su gente, de sus paisanos de Arbuniel, que en cuanto conocieron su iniciativa se volcaron en la idea: "Aproveché un grupo de wasap que se había abierto en el pueblo para otro homenaje, pedí que grabáramos un vídeo y rápidamente me secundó la alcaldesa", recuerda. La alcaldesa, el alcalde de Cambil, Camilo Torres Cara, y la mayoría de los toscareños, que siguiendo sus directrices se filmaron, en casa, con pequeños mensajes escritos dedicados a los trabajadores de tanatorios y funerarias. 

El resultado, un collage de rostros y de aliento en cuyo montaje ha tenido que ver otro arbuñelense, afincado en Madrid, Javier Medina. "Por vuestra empatía y compromiso". "Porque no conocéis la palabra miedo". "Toca ser fuertes"... les dicen, entre otras muchas preciosidades, los vecinos de Arbuniel en un tributo "sin antecedentes": "No tenemos referencia ni noticia alguna de que se haya hecho algo a este sector", expresa Fátima Espinosa, la alcaldesa pedánea, más que orgullosa de que una paisana haya tenido el detallazo de pensar en ellos. 

"Todos los trabajadores se han emocionado mucho, lo que están haciendo lo realizan con tanto cariño y esfuerzo que ha sido una recompensa para ellos", celebra María José Delgado. "Este homenaje no nos lo esperábamos, hemos recibido cartas de agradecimiento, eso sí, pero no se han hecho públicas". Quién sabe si este es el primero de los grandes aplausos ofrecidos al sector, pero lo que sí está claro es que a sinceridad, a ganas de darles las gracias, no le gana ningún otro, si es que lo hay.