LA HOSTELERÍA ANTE EL ABISMO
El sector hostelero asume que será uno de los más perjudicados en la crisis sanitaria sin saber aún cuándo y en qué condiciones abrirán más de 3.000 bares, restaurantes, discotecas y hoteles; hablamos con asociaciones de comerciantes y empresarios de Jaén, Linares, Úbeda, Baeza y Cazorla
El resto del año 2020 será el purgatorio para bares, restaurantes, discotecas y hoteles de la provincia y del resto del país. No se discute el impacto para mal; las cábalas son cuánto perderán los empresarios y cuántos empleos serán destruidos por la crisis del coronavirus. Hay más interrogantes: cuándo —¿junio o más allá?— y en qué condiciones —¿sin servicio de barra y con mesas limitadas?— abrirán este tipo de establecimientos una vez comience la desescalada. Representantes de la economía en la provincia consultados por este medio atisban un escenario paupérrimo, y proponen un remedio: comprar en casa. Es decir, apostar por el comercio local.
A la espera de que la actividad regrese allá donde el virus pierda fuerza, la Junta de Andalucía ya ha diseñado una guía y protocolo de seguridad en los establecimientos —bares, hoteles, restaurantes y demás locales— con medidas para implementar una vez el Gobierno autorice la apertura de este tipo de negocios. Consultado por Lacontradejaén acerca de la hoja de ruta para el sector, el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Juan Marín, contestó el pasado 21 de abril que ya trabajan y prueban "muchas medidas". Lo dijo y lanzó en medio de la respuesta una sonrisa cómplice al consejero de Sanidad, Jesús Aguirre: "Son medidas que tienen que ver con inhibidores para garantizar la seguridad, con protocolos de distancia entre los clientes y con muchas cuestiones que en cuanto se nos autorice empezaremos a implementar", aseveró.
Marín condicionó los tiempos a dos decisiones del Gobierno: si decidirá o no ejecutar el desconfinamiento asimétrico y progresivo anunciado por el presidente Sánchez, y cómo se hará la desescalada para reincorporar a los sectores productivos "con todas las garantías". "Estamos pendientes de que de una vez por todas el Gobierno de España diga algo", criticó y mostró su preocupación por esa doble velocidad que, supuestamente, calibra el Gobierno, según la cual la hostelería y otros sectores no funcionarían hasta 2021. "Las declaraciones que hizo la ministra de Trabajo son temerarias, imprudentes y sólo provocan confusión. Condenan al sector a muerte", enfatizó, y pidió "un plazo razonable" para la vuelta integral de la economía.
MÁS DE 3.000 ESTABLECIMIENTOS CERRADOS DESDE EL 15 DE MARZO
La entrada en vigor del Estado de alarma el pasado 15 de marzo propició el cierre de 3.043 bares, cafeterías, restaurantes y pubs de la provincia. "Nos ha pillado el confinamiento en la antesala de las comuniones y del verano", declara a este medio por teléfono Antonio Lechuga, presidente de Hosturjaén, colectivo que ya se ha reunido con el área de Promoción Económica del Ayuntamiento para calibrar medidas que atemperen el impacto negativo. "Nunca habíamos vivido una crisis así en el sector. Será peor que la de 2008", expresa Lechuga, en la hostelería desde hace más de 40 años, miembro de la Federación Andaluza de Empresarios de Hostelería.
Según publica El Mundo, unos 40.000 bares de España no podrán abrir tras la pandemia, con la consiguiente pérdida de 207.000 empleos. ¿Cuántos cerrarán para siempre la persiana en Jaén? Lechuga no da una cifra, pero advierte: "En la provincia habrá gente que se quedará en el camino, tanto en la capital como en los pueblos", anticipa acerca del "peor verano" que enfrenta el sector. "Ya hemos perdido la Semana Santa y las comuniones, y no contaremos con la Virgen de la Capilla", añade.
Las inquietudes económicas de los empresarios apelan a los préstamos particulares y por el local, a las hipotecas y al gasto que asumen ahora, todavía sin ingresos. Casi el 40% de los autónomos de la provincia ya ha recibido la prestación del Gobierno por cese de actividad o por caída drástica del 75% de los sueldos, según fuentes del PSOE provincial.
Lechuga no sabe —como aún no sabe nadie— qué regulaciones físicas habrá en los bares; que haya más espacio para las terrazas es una de las peticiones, respaldadas en municipios como Alcalá, donde habrá bonificaciones al menos en el conjunto histórico. Según fuentes consultadas por este diario, el servicio de barra quedaría anulado y las mesas, limitadas. El aforo limitado, anticipa el presidente de Hostur Jaén, condicionará la viabilidad de los establecimientos. "Los que tengan terraza y espacios grandes tendrán más posibilidades", augura. Las plantillas —los ERTES y los despidos— están igualmente condicionados.
"LOS HOTELEROS YA PENSAMOS EN 2021; 2020 ESTÁ PERDIDO"
José Ayala creció en un restaurante y desde 1995 trabaja en el ámbito de los hoteles desde Cazorla. Lleva en torno a un lustro como presidente de la Asociación de Empresas de Alojamientos de la provincia, con 136 establecimientos, y tiene un diagnóstico contundente para el sector en lo que resta de año: "2020 está muerto y enterrado. Hay que minimizar las pérdidas y esperar a 2021", asegura a preguntas de este diario. El colectivo ha solicitado a la Diputación de Jaén la bonificación del IBI de este año y el 50% del próximo ejercicio. "Hay ayuntamientos que pagan hasta 20.000 euros por el impuesto municipal", confirma.
Ayala llama la atención sobre una idea: el mercado, subraya, se ha roto. No hay consumo como antes del Estado de alarma. La cadena económica está ralentizada y la incertidumbre sobre la fecha de vuelta a la (nueva) normalidad agrega obstáculos a la reactivación. En el sector la intranquilidad ya es costumbre: "No sabemos qué pasa con el tema sanitario, si se volverán a incorporar los trabajadores a los hoteles y si los emprendedores abrirán los negocios", expresa.
El hotelero aplaude la propuesta de la Asociación del Trabajo Autónomo (ATA) de establecer una cuota de 100 euros tras la pandemia. "La veo positiva. Hay que dejar claro que la economía no está hibernada, porque se siguen cobrando tasas y arbitrios", apunta. "No podemos cargar con la mochila de impuestos", critica, y pide al Gobierno que mengüe la presión fiscal.
Ayala no atisba presencia significativa de turistas extranjeros. Según los datos que facilita, el 96% del turismo foráneo en Jaén está cancelado. "La campaña del verano estará al 3 o al 4%. Viví la crisis de 2008 y se queda pequeña comparada con la actual", zanja. La Junta de Andalucía movilizará 230 millones de euros para apoyar al sector turístico, que representa un 13% del PIB en la región, tal y como indicó el líder andaluz, Juanma Moreno, en la comparecencia del pasado 19 de abril, cuando dio un paso al frente y pidió que Andalucía sea uno de los territorios que inicie el desconfinamiento.
La delegada de Turismo, Raquel Morales, ya ha presentado al sector turístico de la provincia las líneas generales del Plan de Choque elaborado por la Junta de Andalucía para paliar los efectos del Covid-19. Las estrategias planteadas son, por un lado, incentivos fiscales y planes de financiación para rehabilitar y reactivar el turismo. La primera línea tendrá "un impacto directo" de 244 millones de euros y una repercusión global estimada en la comunidad de 747 millones, según datos que traslada el propio Ejecutivo autonómico. La segunda línea se centra en "la preservación y potenciación" de la marca Andalucía. "Se contempla la reactivación del turismo de proximidad, tanto andaluz como del resto de España —con una inversión de 3 millones en promoción y comunicación—, campañas en medios de comunicación y redes sociales —4,4 millones de euros—, participación en eventos turísticos internacionales —1,4 millones— y refuerzo de alianzas con turoperadores y compañías aéreas", confirman desde la Junta. Una de las ideas incluidas en el Plan de Choque es el desarrollo de productos como la Tarjeta Cultural para apoyar la fidelización del viajero.
LA APUESTA POR EL CONSUMO INTERNO
El discurso de las asociaciones comerciales en Jaén, Linares, Úbeda y Baeza es idéntico: entienden que es el "momento del consumo interno". "Ahora se trata de ayudarnos entre vecinos y consumir en nuestra ciudad", asegura Juan Carlos Hernández, presidente de Asociados a Centro Comercial Abierto, ACIL Linares, con cerca de 300 socios. "Si el dinero circula en nuestro municipio, mejor para todos", abunda.
En Linares las dudas son cómo será esa apertura "a medias" en los establecimientos que ahora están cerrados. "Nuestros asociados nos preguntan por las futuras medidas de seguridad. Estamos en contacto continuo con la Cámara de Comercio y con la Concejalía del ramo. Los dueños de hoteles y bares están desesperados: saben que serán los últimos en abrir", detalla. La ACIL ha eliminado las cuotas como medida ante el coronavirus.
"Hay una inseguridad muy grande. Nadie sabe qué pasará el día que acabe el confinamiento", tercia Sebastián Moreno, presidente de la Asociación Baezana de Industrias, Servicios y Comercio (ABIS), integrada por 160 socios. Comparte el diagnóstico de José Ayala: el turismo y la hostelería en general han visto pasar la primavera y entrarán tarde al verano. "De golpe y porrazo todo se ha frenado en seco. Hemos perdido tres meses muy buenos, el 50% de la facturación del año. En Baeza gran parte del sector económico está dedicado al turismo y a la hostelería", lamenta y recuerda que la agricultura también se verá afectada por el coronavirus, igual que ya merma al ámbito cultural. Moreno, gerente de Pópulo, Servicios Turísticos, cree que quizá los pueblos pequeños noten menos la asfixia en el retorno. La ABISC y el Ayuntamiento han creado el Observatorio Económico de la Ciudad y el Plan Baeza Renace 2020, pensado para los "ejes fundamentales" de la ciudad Patrimonio, los sectores servicios, de la construcción y agrícola.
La Asociación de Comercio, Industrias y Servicios de Úbeda (Alciser) cuenta con cerca de medio millar de asociados y está presidida desde 2003 por Bartolomé González. Admite que las futuras limitaciones en bares y restaurantes pueden hacer que los empresarios posterguen aún más tiempo la fecha de regreso. Es decir, que esperen a que pase lo peor. Son, claro, quienes tienen recursos —ahorros— para esperar. "Para muchos no será rentable volver con aforo limitado", sostiene.
La preocupación por la rentabilidad en los hoteles pasa por el mismo escenario: "Los hábitos van a cambiar y la presencialidad en los sistemas de comprobación ya no será indispensable", ejemplifica. La Alciser, que también ha suspendido las cuotas, ha hecho un ERTE, de manera que ahora sólo tiene un empleado. Están pendientes de las dudas sobre las prestaciones que plantean los empresarios; han pedido más presencia policial en los polígonos, y ahondan en una consigna: comprar en el comercio local. "Hemos planteado una campaña de promoción para cuando acabe el Estado de alarma", informa.
"ES LO MÁS PARECIDO A UNA GUERRA SIN TIROS"
Manuel Alfonso Torres es presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ), vicepresidente del colectivo andaluz y vocal en el ámbito nacional. La confederación representa sólo en la provincia a 50.000 empresas, incluidos los autónomos. Economista y especializado en Urbanismo, Torres es crítico con la falta de información sobre las medidas del Gobierno: "Más que diálogo social, veo un monólogo social. El 35% de las pymes no superará la crisis", pronostica acerca de la crisis sanitaria, a la que define con el ya consolidado lenguaje bélico: "Lo que vivimos ahora es lo más parecido a una guerra sin tiros. No hay manual de instrucciones", añade en conversación con este periódico.
Torres reivindica la importancia de la financiación y pone de ejemplo los préstamos de 50.000 euros de la Junta a través de la entidad financiera Garántia. El problema en Jaén, focaliza, está en las pequeñas y medianas empresas: "Más del 90% tienen menos de tres trabajadores. No hay pulmón financiero. No existe", asevera, y echa en falta un plan de escalonamiento fiscal. "¿Alguien ha hablado de bajar la Seguridad Social por empleado? Por ejemplo, que en lugar del 28% se pague el 20%", propone.
Acerca del confinamiento, el presidente de la CEJ entiende que no se puede cuestionar mientras el material preventivo siga fuera del alcance de toda la población. No obstante, remarca que el problema es macroeconómico. Y avisa que además del virus Covid-19 hay otro que, mal abordado puede ser igual de nocivo: el de la economía. El que cercena el futuro ahora del sector hostelero, ante el abismo.
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