El ingeniero de Mengíbar que patenta el calefactor irrompible
Vidal López patenta una resistencia capaz de gastar la mitad de luz: "Necesito financiación para crear una fábrica en Jaén"
Los sueños de Vidal López (Mengíbar, 1979) tomaron forma cuando hace dos años decidió centrarse en la investigación. El ingeniero jiennense afincado en Alemania encontró el apoyo de su esposa, Delfi Trullenque, y siente que ya ha logrado parte del objetivo: en agosto de este año registró la patente de una resistencia de un calentador que, prácticamente, no se rompe y puede durar hasta 30 años. Además, gasta la mitad de energía con 600 watios. Es capaz de que una habitación de 16 metros cuadrados esté a 20 grados cuando fuera, en la calle, la máxima es de cero.
"Mi problema gordo es la financiación", expresa el ingeniero en declaraciones a este diario acerca de un conflicto que ya ha adelantado el diario ABC: que la resistencia sea tan buena y el aparato dure tanto tiempo supone un 'problema' para las empresas de electrodomésticos interesadas en el proyecto. "Me han llegado a decir: 'Tu plan es perfecto, porque tu producto es genial, pero tu plan de marqueting es un desastre: jamás en la vida vas a poder venderlo'. Eso me han dicho", relata en llamada vía Whatsapp desde Geehofen, donde vive desde el 15 de abril de 2012.
López no deja de ser un 'quijote' contra la obsolescencia programada. Alguien que se cabrea cuando ve una factura con una ecuación descompensada entre el consumo y el coste. Por este proyecto dejó su anterior casa y el trabajo de reforma de viviendas. Se compró una nueva y habilitó una espacio para investigar. La vivienda es amplía, pero fabricar con vistas al mercado requiere más espacio. Y la apuesta es volver a Jaén con un buen puñado —al menos una quincena— de puestos de trabajo y un departamento de Investigación y Desarrollo.
HA TRASLADADO EL PROYECTO A LA JUNTA DE ANDALUCÍA
"Mi intención siempre ha sido montar una fábrica en mi tierra", dice, y reconoce que hace un par de meses trasladó el proyecto al consejero de Hacienda, Juan Bravo, quien, según cuenta Vidal López, se mostró interesado en la iniciativa.
El mengibañero remarca que en Jaén faltan industrias alternativas al olivar. Le hace ilusión marcar la diferencia con un sector puntero. "También cuento con un aire acondicionado y un generador eléctrico que puede hacer que una casa sea autónoma", advierte acerca de las indagaciones. "Con un generador puedes dar electricidad gratuita o casi gratuita. Es lo que había pensado hace diez años", añade.
Al ingeniero, que estuvo por última vez en Jaén en septiembre y tiene apoyo desde Ibros, le gusta pensar en esa fábrica de entre 300 y 400 metros cuadrados que podría cambiar su vida y la de más gente. Aparatos de calidad, que duran más y que suponen menos coste para el consumidor. "Si logramos financiación, podemos hacerlo", sentencia.
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