"Creamos el Instituto Therex para ayudar a la gente a cambiar sus vidas"

Alfonso Alcalde-Diosdado Gómez (Baza, Granada, 1965) no sabe estar quieto. Tampoco quiere. El que fuera presidente de Cáritas Diocesana de Jaén está inmerso en un nuevo proyecto, el Instituto Therex, deudor de La Akademia, una escuela alternativa que abunda en el crecimiento personal y en la gestión de las emociones. ¿Objetivo? Ser feliz. Casi nada en plena recuperación económica y con tantos problemas psicológicos.

Alcalde-Diosdado visita la Redacción de Lacontradejaén, en Cuatro Gatos, y reivindica que el instituto y empresa que preside y dirige desde el cooperativismo está integrado por profesionales con una misión tan noble como aparentemente compleja: ayudar a la gente a cambiar sus vidas.

—¿Qué es el Instituto Therex?

—Es un instituto para la formación online y presencial, un proyecto de profesionales para el crecimiento personal. Quienes estamos en la onda de este ámbito, sabemos lo que es el crecimiento personal. Quien no lo conoce dirá que estos son otros pirados, otros frikis (ríe). Lo estamos planteando como un tema de prevención y afianzamiento de la salud. Nuestra formación se centra en pedagogía y psicología. Como decían los romanos: 'Mens sana in corpore sano'. Cuando la cabeza está bien ordenada, el cuerpo, también. Y viceversa.

—¿Cómo se ha dado su llegada a Jaén?

—Es un proyecto que nace en Jaén para la humanidad, como dicen los himnos. Nacemos en Jaén porque lo fundadores estamos aquí y somos los artífices del proyecto de La Akademia. Seguimos la pedagogía de Borja Vilaseca. Tenemos un lema: somos el instituto de la re-evolución consciente.

—Hay talleres con coste (arteterapia y terapias orientales) y otros servicios gratuitos, como el acompañamiento en el duelo de la muerte. ¿Por qué esta formula?

—Nuestra empresa es una cooperativa y, por lo tanto, de iniciativa social. Aunque tenemos ánimo de lucro, porque necesitamos el aporte económico, también tenemos el espíritu solidario que caracteriza a los fundadores. Queremos aportar a Jaén y a la sociedad también desde la gratuidad, aunque está claro que no podemos vivir sólo de eso. Los talleres online que tenemos son a precio reducido. Además, también se puede pagar a varios plazos para cualquiera que quiera avanzar en el crecimiento personal con nosotros.

"TODOS ESTAMOS ATACADOS POR EL ESTRÉS"

—¿Cree que la ansiedad ha crecido notablemente desde la llegada de la pandemia?

—Sí. Claro. Lo hemos percibido todos, y uno de los cursos que ofrecemos es 'Vence tu estrés con mindfulness'. La clave del estrés es el estilo de vida que llevamos, y no la vida en un sitio tranquilo. Todos estamos atacados por el estrés, y es porque la vida nos pide trabajar, atender a los niños, llevarlos aquí y allá. Es como que la vida nos va superando. Cada vez nos falta más tiempo, y esa es la clave para vencer el estrés: tener tiempo para ti. Tener tiempo para cuidarte, para estar presente y tener atención plena hacia lo que hay a tu alrededor y hacia tu interior.

—¿Hay capas de la sociedad más afectadas que otras por los problemas psicólogos derivados de la crisis sanitaria? ¿Importa vivir en un barrio u en otro, ser más joven o más mayor?

—Es buena pregunta. Seguro que ya habrá alguna universidad investigando. Yo interpreto que ésta es una situación extraordinaria que ha forzado a los cuerpos a estar quietos durante los tres meses de confinamiento. Ha puesto en tela de juicio lo que llamamos normalidad. Ahora es un mundo distinto, un mundo con peligro de contagio, con peligro de enfermedad y con peligro de muerte. Y creo que la clave está en el miedo. ¿A quién ha pillado más? No creo que sea una cuestión geográfica, sino una cuestión de evolución personal y de situación personal, de equilibro emocional. A quien ha pillado más afectado emocionalmente, le ha afectado más porque le ha invadido el miedo.

Es una pandemia puñetera. Si lo analizamos con frialdad, no es una pandemia tan grave en número de muertes, aun cuando han muerto muchas personas. Hay otras enfermedades que provocan más muertes al año en el mundo y sin embargo no se ha montado el sistema de protocolos que hay ahora en el mundo. La clave es que da miedo. Y no sólo por ti, sino porque puedes contagiar y hasta matar a alguien sin querer. Nosotros defendemos que falta educación emocional. No se no has enseñado a gestionar las emociones. Y como decía un compañero del Instituto Therex, la sociedad no nos brinda espacio para gestionar las emociones. Si me cabreo y te monto una rabieta, ¿cómo reaccionas?

—Más cabreo y más gritos.

—Claro. No hemos tenido un entrenamiento sano, sino que va por reacciones. Cuando trabajamos las emociones por reacciones, se vuelve algo instintivo y automático. Defendemos ser más conscientes de lo que hacemos, conocer tus emociones y qué te provoca estrés, miedo, tristeza y alegría. Hay que controlarlo y conocerlo en los demás.

"SOMOS PROFESIONALES Y SOBRE TODO SOMOS HONESTOS"

—Hay líneas del proyecto que guardan vínculo con La Akademia. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian estas iniciativas?

—Una clave es el público objetivo. La Akademia es para jóvenes a partir de 18 años. En el Instituto Therex los cursos se ofrecen para cualquier y preferentemente a partir de los 23 años. Ésa es la diferencia más grande. La segunda es que el instituto es un proyecto profesional. Dedicamos toda nuestra atención, con materiales que dedicamos días y días a prepararlos para que el nivel sea de calidad. Hemos ampliado el abanico. La Akademia ofrece un curso de un año con varios temas importantes para los jóvenes. En el instituto ofrecemos el conocimiento del humanismo y de la psicología en una abanico bastante más amplio.

—¿Y qué tal va La Akademia?

—Ya vamos por el cuarto año. Mañana, domingo, empieza la próxima edición. Mantenemos la dinámica y vamos puliendo cosas. Ya tenemos suficientes alumnos para arrancar. Esperemos que se apunten más en los próximos días. Nos llama la atención que quizá no hay tantos jóvenes preocupados por sus emociones.

—¿Cómo hacen para que la gente no confunda un proyecto como el del Instituto Therex con el coaching más ornamental, vacío y de falsos predicadores?

—Quienes están más metidos en este mundo del crecimiento personal saben que hay un coaching superficial, de galería,
que intenta venderse bien y a veces lo consigue. Nosotros somos profesionales bien preparados y sobre todo somos honestos. Hemos creado el Instituto Therex par ayudar a la gente a cambiar sus vidas. Esto no es de boquilla, es de verdad. Tenemos los conocimientos para orientar a las personas y nos comprometemos al acompañamiento personalizado. Nos tomamos muy en serio que aprovechen los cursos para que crezcan. Nos importan de verdad que las personas crezcan y sean felices. Tenemos el conocimiento y los mecanismos para eso. El nuestro es un coaching serio, responsable, que aporta estrategias para mejorar. No se trata de calentarte la cabeza para comerte el coco.

—La gente puede hacer el esfuerzo de acercarse y decidir. Y si no le gusta, pues nada.

—Así es. En nuestra filosofía el que se enseña a sí mismo es el alumno. Nosotros estamos ahí para ofrecerle ideas y claves para cambiar, pero desde toda la honestidad y desde la idea de que estamos fortaleciendo su inteligencia emocional. Trabajamos la psicología de la Gestalt y la transpersonal. Son referencias principales también en La Akademia.

—¿Quiere añadir algo más?

—Somos una escuela alternativa para la mejora personal, y desde ese planteamiento alternativo también puede haber prejuicios. Nosotros somos personas con conocimientos suficientes y serios. Nuestros planteamientos son desde la formación. También tenemos la revista 'Re-evolución consciente' para aportar al mundo intelectral y científico. Queremos ser una apuesta válida, seria y confiable para ayudar a la gente.

Fotografías: Fran Cano.