Jacinto Higueras: una efigie 'de sello' junto a Correos
Cuarenta y cinco años cumple, en 2022, el busto del gran escultor santistebeño en la coqueta plaza de la calle Eduardo Arroyo de la capital jiennense
Del excepcional catálogo de piezas rubricadas por el gran escultor comprovinciano Jacinto Higueras Cátedra con presencia, a día de hoy, en el callejero de la capital jiennense acaso sea el busto de su padre (el no menos celebrado Jacinto Higueras Fuentes) uno de los más hermosos ejemplos de retratística contemporánea a cielo abierto en la ciudad del Lagarto.
Sí, desde 1977, cuando fue inaugurado en la antaño 'plazoleta del arco de San Agustín', esa auténtica efigie de sello destila nobleza (como los retratos de Bronzino) en un espacio que marca frontera a los dos Jaenes: el antiguo y el del plan de ensanche, allí donde una de las puertas de la vieja muralla medieval aguantó hasta que pudo.
Como explica a Lacontradejaén la reputada soprano y catedrática emérita de Canto Ana Higueras Rodríguez, hija y nieta de los maestros santistebeños, la Cabeza de mi padre (título original del busto) data de 1954, después de un lustro de trabajo en torno a esta obra que derrocha clasicismo, revelación psicológica, belleza...
Con "toda el alma en bronce", como escribió Jorge Guillén, ubicado sobre un pedestal diseñado por el propio autor y donado por la familia, "fue inaugurado el 3 de junio a las siete de la tarde" como "homenaje del Ayuntamiento de Jaén", aclara Higueras Aragón mientras evoca aquel enésimo homenaje al padre de su padre.
Según recogió la prensa provincial, "el monumento preside la plaza y está rodeado de unos sencillos jardines, dando una nueva fisionomía al conjunto".
En el acto, "los alcaldes de Jaén y Santisteban del Puerto [Antonio Herrera y Diego Villar, respectivamente] intervinieron en la ceremonia de descubrir el busto, mientras la Banda Municipal de Música interpretaba el Himno a Jaén y don Modesto Higueras, el hijo mayor del escultor, colocaba un ramo de flores naturales a los pies del monumento", continúa la crónica.
"Bien es verdad que Jacinto Higueras amaba a la ciudad de Jaén como algo propio y en ella dejó para la posteridad lo mejor de su obra. Por ello hoy, desde la gloria que sin duda alguna gozará, por sus acrisoladas virtudes, su bondad y sus valores humanos, se unirá a mis pobres palabras para repetirles, una y mil veces, a esta ciudad de Jaén su profunda gratitud", expresó Villar a los asistentes.
Allí sigue, breve obelisco casi humanizado cuya leyenda grabada ("Jacinto Higueras. Escultor (1877-1954") se saben de memoria quienes escogen este singular parquecillo para solaz de perros impacientes o lo cruzan con un sobre o aviso de llegada entre sus manos.
A un paso de la calle Las Higueras (casualidad o guiño del destino), los Higueras, padre e hijo: dos genios de aquí tras una misma mirada.
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COMENTARIOS
María Dolores Martínez Ocaña Mayo 08, 2022
Me ha gustado leer tan buen artículo porque cada vez que paseo el Jaén de los Higuera le veo más encanto a la ciudad
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