Jaén apuesta por la eficiencia energética: Cómo las ventanas PVC transforman los hogares de la provincia

En agosto Jaén fue una de las localidades más golpeadas por las olas de calor en Andalucía, con temperaturas que rozaron los 42 grados en la Sierra de Cazorla, Segura o el Valle del Guadalquivir.

Hace apenas unas semanas, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitía avisos naranjas y amarillos, que afectaron a gran parte del territorio y, por supuesto, a los habitantes de la región. 

Las condiciones extremas, como las olas de calor, son una preocupación porque ponen en riesgo a las personas mayores y a quienes trabajan al aire libre, a la vez que revelan la urgencia de contar con viviendas mejor preparadas frente al cambio climático.

La eficiencia energética deja de ser accesoria

Frente a semejante panorama, el aislamiento térmico de los edificios deja de ser una opción y se convierte en la única forma viable de garantizar el confort y reducir el consumo energético. 

Dentro de las soluciones más efectivas, las ventanas de cloruro de polivinilo (PVC) se establecen firmemente como una de las alternativas más recomendadas por expertos y arquitectos.

Las olas de calor y de frío, cada vez más frecuentes, exigen viviendas adaptadas a las temperaturas extremas. Por eso, el aislamiento de fachadas, cubiertas y, sobre todo, de las ventanas, ha dejado de ser accesorio para convertirse en un tema central en las construcciones nuevas y reformas en España.

Qué tener en cuenta al elegir una ventana a medida

Para la rehabilitación de viviendas, lo primero que se debe tener en cuenta al momento de elegir una ventana es el clima al que estará expuesta la misma. Por ejemplo, las ventanas de PVC resisten humedad, radiación solar y cambios bruscos de temperatura, pero las de madera no.

Por eso, si es una zona de la casa expuesta al sol excesivo o los cambios de temperatura, se deberá pensar en ciertos materiales. De la misma forma, el acristalamiento doble o triple puede ser necesario, incluso con gases nobles entre sus capas para regiones con inviernos fríos.

Este tipo de soluciones ya son habituales en las llamadas casas pasivas, construcciones diseñadas para minimizar la necesidad de calefacción o aire acondicionado. La clave está en reducir la transmitancia térmica, es decir, la cantidad de calor que se pierde o se gana a través de la ventana.

Afortunadamente, en el mercado hay soluciones cada vez más versátiles, que se adaptan a la arquitectura local sin perder prestaciones técnicas ni arruinar fachadas de época.

La “mejora colateral”, facturas más bajas

Cuando una situación produce inconvenientes no esperados se habla de “daños colaterales”, pero en el caso de la eficiencia energética, se puede hablar de beneficios dobles.

Si bien el recambio de ventanas y puertas o la mejora de las fachadas puede ser costoso, los beneficios a largo plazo son grandes, produciendo incluso que las mejoras “se paguen solas”.

Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entre un 57% y un 58% del consumo de gas natural en los hogares españoles se destina a calefacción. 

En viviendas unifamiliares, el gasto energético anual puede superar los 13.000 kWh en climas fríos, casi el doble que en un piso en bloque, siendo aquí aún más necesario el aislamiento térmico.

En climas como el de Jaén, donde los veranos son extremadamente cálidos y los inviernos pueden ser fríos, el recambio de ventanas ineficientes por modelos de PVC con aislamiento avanzado puede suponer ahorros notables en aire acondicionado y calefacción. 

Incluso pequeñas mejoras en el valor de transmitancia térmica generan reducciones visibles en la factura de luz o gas.

Programas de ayudas y subvenciones disponibles para propietarios en Jaén

inicial y los problemas asociados. Evidentemente, cambiar las ventanas conlleva una inversión en materiales y mano de obra alta, que a menudo se debe hacer en un pago.

Sin embargo, existen múltiples líneas de apoyo económico que facilitan el proceso, como los Fondos Next Generation EU, gestionados en Andalucía para fomentar la rehabilitación energética de viviendas, con subvenciones que cubren parte del coste de sustitución de ventanas, mejora de fachadas o modernización de sistemas de climatización.

En la misma línea también se encuentran las ayudas de la Junta de Andalucía, destinadas a la rehabilitación de edificios y la mejora de la eficiencia energética y el Programa DUS 5.000, impulsado por la Diputación de Jaén, apuntado a proyectos de transición energética y ahorro energético en localidades con menos de 5.000 habitantes.

Además, las deducciones fiscales en el IRPF permiten desgravar hasta un 20% por la instalación de sistemas solares o reformas que reduzcan el consumo energético. Aunque conviene informarse a través de sitios oficiales sobre cada caso específico antes de tomar una decisión. 

Jaén, terreno fértil para la mejora energética

En un territorio donde el calor extremo en verano y el frío en invierno condicionan la vida diaria, las ventanas sostenibles se consolidan como una inversión estratégica. 

La carpintería de PVC con acristalamiento avanzado no solo protege frente a las temperaturas extremas, sino que también contribuye a reducir la huella de carbono, darle un nuevo valor a la vivienda y mejorar el bienestar de quienes la habitan.