Gloria azulgrana, grandeza amarilla
El Barça se lleva la final de la Copa del Rey por 2-1 ante un Jaén FS que compitió hasta el último suspiro
Nadie se acuerda, dicen, del finalista. La gloria apunta al campeón. El esfuerzo titánico del Jaén Paraíso Interior, derrotado 2-1 por el Barça en la final de la Copa del Rey 2019/2020 desmiente el cliché: otra vez el conjunto amarillo dio una imagen de equipo enorme ante todo un campeón, el equipo de Andreu Plaza, ganador del torneo por tercer año consecutivo. El héroe fue Esquerdinha, autor del doblete culé.
Tuvo de todo la primera parte, con dos goles de bella factura firmados por Alan Brandi y por Esquerdinha, ambos en el minuto 14. Antes de los tantos, el Jaén Paraíso Interior evidenció que jugaba con la libertad que le da ser un habitual de las grandes citas: dominio, claridad, presión y hasta un primer aviso de Brandi en el inicio del encuentro.
Mithyue mandó la bola al poste tras un latigazo con la izquierda. Acto seguido, el brasileño insistió con otro dos remates con la derecha. El arrojo del 71 era el camino para los jiennenses. Despertó Esquerdinha a los suyos con un lanzamiento que escupió el larguero.
A medida que avanzó la primera parte el Barça encontró un ritmo más fluido. Ferrao y Attos dejaban un duelo precioso y el delantero, a la primera que ganó la partida, se encontró con el cuerpo de Marcao, la novedad en la final para el Jaén FS. Dyego y Marcenio completaron el asedio azulgrana sin suerte antes de la obra de arte del 14 amarillo: cazó un balón llovido del cielo con la pierna izquierda, orientó el balón ante el envite de un zaguero y definió ante Dídac con el exterior de la derecha.
Duró nada, diez segundos, la alegría de los andaluces. Qué respuesta de Esquerdinha. Controló el cuero de espaldas, se giró y mando la bola a la esquina de la red. En el tiempo muerto, Dani Rodríguez trasladó dos ideas: "tranquilidad" y "seguimos jugando". Lozano y Daniel pudieron hacer el segundo antes del descanso.
VOLEA DE ESQUERDINHA PARA LA DESIGUALADA
El capitán culé dejó en el suelo a Marcao en la reanudación, pues el arquero evitó el tanto con la cara. Los cordones de Alan Brandi, desperdigados en la pista, fueron la anécdota de la final antes de que Lozano volviese a intentar el segundo, anulado de nuevo por un Marcao excelso.
Otra vez el arquero brasileño se hizo enorme en el uno contra uno contra el 9 azulgrana. Festejó la intervención Marcao como lo que que era: la oportunidad de seguir vivos tras la avalancha de los catalanes, que empezaron con circulaciones muy rápidas.
Brandi regresó a la pista y con él la cordura, el oxígeno para que el Jaén Paraíso Interior proyectase un plan más allá de aguantar en pista propia. Lo intentó Míchel en una contra, pero el disparo fue tímido.
Esquerdinha hizo la diferencia con una volea estupenda desde fuera del área que entró por el primer palo. Era el doblete del 10 azulgrana, decisivo a la postre.
LA TECNOLOGÍA EVITA EL TERCERO DEL BARCELONA
La reacción del Jaén FS debía de pasar por hombres claves como Mithyue, Brandi y Carlitos. El 71 lo intentó desde muy lejos y al menos inquietó. El partido se trababa con faltas fruto de la tensión.
Ferrao firmó el tercero ante la incredulidad de Dani Rodríguez, que solicitó la revisión de la jugada por una disputa previa por Campoy que finalmente fue sancionada por los árbitros. Seguía el 2-1 a falta de diez minutos por disputar.
Mantuvo de pie Marcao a los suyos tras una contra de Adolfo que ni él ni Ferrao remataron. Dídac evitó enseguida el empate a dos tras un remate muy forzado de Attos. Pidió falta Lozano.
Felipe Mancha forzó a Dídac en uno de los intentos del Jaén FS por forzar el empate. A punto estuvo Mauricio de lograrlo con un disparo de falta sensacional. Hizo la quinta falta el Barça, consecuencia de que el Olivo Mecánico apretaba ahora sí con intención.
A tres minutos y medio para el cierre Dani Rodríguez fijó las jugadas para conseguir la igualada ya con el juego de cinco a partir de Míchel. Le costó y mucho al Jaén crear ese pase final y el 71 amarillo lanzó un misil que lamió la escuadra. Murió en la orilla el equipo de Rodríguez, con un tiro de Mauricio que no halló puerta. La gloria de la Copa del Rey volvió a ser azulgrana por tercer año consecutivo, la séptima de su historia. La grandeza fue amarilla.
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