Guerra en el sector oleícola ante el posible fraude en la venta de aceite de oliva

El mayor productor de aceite de oliva denuncia un fraude masivo con las mezclas y recibe las críticas de organizaciones y el Gobierno, que defienden el buen hacer olivarero
"Como cooperativa de olivareros, Dcoop defiende la autenticidad del aceite de oliva en el sentido de que en las botellas solo se incluya aceite procedente exclusivamente de la aceituna, y con ello, el trabajo por la calidad del sector oleícola español". La denuncia del mayor productor de aceite de oliva del mundo ha desatado un cruce de acusaciones entre la patronal, organizaciones y el propio Gobierno que nadie se esperaba.
Sin pelos en la lengua, Dcoop asegura que lo que se está viendo en los últimos tiempos "son situaciones extrañas que son indicios de que hay hechos anómalos de lo que se puede inferir que hay fraude". Va más allá y alerta que en esta campaña "ha habido momentos en los que el aceite lampante (aquel que no se puede envasar por ser de peor calidad y que por lo tanto hay que refinar), ha estado mucho más caro que el aceite refinado (el lampante cuyos defectos se han neutralizado), cuando este proceso tiene un coste industrial". Esto está fuera de la lógica de mercado.
El lampante es el aceite producido en las almazaras que no se puede envasar por su mala calidad y que por tanto hay que refinar. Una vez obtenido el refinado se mezcla con aceite virgen o virgen extra y es lo que se envasa como aceite de oliva (a secas). "En ningún caso estamos hablando aquí de riesgo para la salud, sino de autenticidad, de pureza", aclaran.
La respuesta no se ha hecho esperar. Tanto la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) como la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) han desmentido estas acusaciones. Defienden el cumplimiento con la legislación vigente y los mecanismos de control exigidos. "La calidad del aceite de oliva que comercializamos en exteriores está totalmente garantizada", argumentan desde Asoliva.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, tachó también este jueves de "desafortunadas" e "irresponsables" las declaraciones, al tiempo que defiende que existen controles en el etiquetado y las características organolépticas.
"Lo que está pasando en el sector olivarero es surrealista", denuncia UPA Andalucía y su secretario general, el jiennense Cristóbal Cano. "Hay actores dentro del propio sector que siguen a lo suyo, con una estrategia claramente marcada para influir en que los precios en origen caigan, mientras ellos hacen negocios con el objetivo que hacer desaparecer al olivar tradicional", lamentan.
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