Un nuevo impulso entre La Salobreja y el Olivo Arena
El Jaén Paraíso Interior despide una temporada con problemas evidentes: falta gol y la dirección deportiva lo tendrá difícil en el mercado
Salvó la categoría el Jaén Paraíso Interior pese a la derrota (2-3) ante Córdoba Patrimonio en el último partido del campeonato nacional, con ocho segundos finales de desconcierto tras el empate entre Palma y Burela. Los amarillos estrenarán el Olivo Arena como equipo de Primera División. El curso irregular invita a la reflexión y si bien ya parte de la hinchada pide cambios y apunta a nombres propios, el club debe actuar con más criterio que nunca.
El saldo de las 34 fechas ha dejado al equipo de Dani Rodríguez al borde del 'playout', en la posición 14 con 38 puntos, los mismos que Burela FS, que jugará la promoción al tener el gol average perdido con los jiennenses.
Los amarillos han padecido en la cancha la falta de pegada todo el curso. Les ha costado convertir —sin ir más lejos ante Córdoba hubo un puñado de postes antes del doblete de Felipe Mancha—, cerrar los partidos y son el equipo que menos tantos ha anotado en la temporada 2020/2021: ha hecho 73 tantos, cuantía inferior a la de los descendidos Peñíscola (83), BeSoccer CD UMA Antequera (75) y O Parrulo Ferrol (80). Atrás, el Jaén Paraíso Interior ha recibido 95 tantos.
Por más que en la recta final el play off por el título continuaba en el discurso de aficionados y plantel, los más veteranos dejaron de mirar los puestos de arriba y se centraron en los de abajo; sabían que el reto era asegurar la permanencia. "El de ayer fue el partido más importante de los últimos cinco años", conceden quienes festejaron la derrota en el derbi andaluz como un triunfo.
La dirección técnica tiene trabajo por delante antes de la mudanza al Olivo Arena. No será sencillo encontrar goleadores en el mercado —son siempre los jugadores más caros— tras las consecuencias de la pandemia, y debe imponerse el sentido común en la relación de bajas.
Dani Rodríguez, arquitecto de un equipo con dos Copas de España y respetado en todos los pabellones de Primera, está ante un reto tan complicado como interesante: fortalecer y motivar a una plantilla que necesita un nuevo impulso.
El adiós a la competición en La Salobreja mezcló la alegría de seguir en la élite con el sinsabor de un curso cerrado sin victorias —dos empates y tres derrotas consecutivas— en las últimas cinco jornadas. "Jaén nunca se rinde", cantó la marea amarilla, y menos a las puertas del estreno de un templo con historia por escribir en el fútbol sala español.
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