Un subcampeonato para creer en la fuerza amarilla
La tercera final de Copa del Rey consecutiva demuestra que el Jaén Paraíso Interior tiene argumentos para revertir los resultados en el campeonato liguero
Sí que importa el modo en que cae un equipo. El Jaén Paraíso Interior perdió ayer ante el Barca (2-1) en la tercera final consecutiva de la Copa del Rey, pero lo hizo en la orilla del rival, a punto de forzar la prórroga, como ya logró en la semifinal. La destreza del equipo amarillo en los duelos del todo o nada invitan al optimismo: que no despiste la situación actual en Liga; hay argumentos en la pista para darle la vuelta.
Ayer, aunque faltó al menos un gol más, el Olivo Mecánico evidenció que cuenta con hombres de primer nivel para volver a estar arriba. Alan Brandi dejó un tanto estupendo y demostró que sigue siendo un puntal para el equipo; Mithyue fue de los mejores en el uno contra uno, y Felipe Mancha rozó el tanto con lanzamientos espectaculares desde lejos. Mauricio, disciplinado, estuvo al nivel de siempre y el equipo espera aún la mejor versión de Carlitos, que ya parece más cerca de su nivel físico.
La derrota en la Copa del Rey vino precedida de otro partido perdido en el Palau, correspondiente a la jornada 13 del campeonato doméstico, donde el equipo ya encontró mejores sensaciones. "Estuvimos muy bien hasta los minutos finales", concedió el capitán amarillo en declaraciones a este periódico. El doble duelo ante los culés refleja que el hambre competitiva del Jaén FS no desfallece.
Necesita el Olivo Mecánico escalar puestos en la Liga —es ahora antepenúltimo— para alejar cualquier síntoma de derrotismo. Tiene margen y aún quedan por jugar los encuentros aplazados frente a Pozo, Levante, Valdepeñas, Ferrol y Ribera. La pandemia ha sido especialmente dañina con el conjunto jiennense, obligado ahora a concentrar esfuerzos en pocos días. En la que es su décima campaña al frente de la plantilla, Dani Rodríguez todavía puede propiciar más noches de gloria y quién sabe si más títulos tras las dos Copas de España.
Hay que jugar una final para perderla y en la manera en que se escapa un título también se proyecta un punto de inflexión. Haría bien el Jaén Paraíso Interior en darle valor al tercer subcampeonato copero, tal y como hacen los aficionados en redes sociales, orgullosos por el esfuerzo. Todavía no es 'rey', pero quién puede discutir la capacidad competitiva de un equipo que nunca se rinde.
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