Al Jaén Paraíso Interior se le escapa la final en un desenlace de locura

Jimbee Cartagena gana la semifinal (1-2) con un tanto en la agonía de Motta y disputará la Copa del Rey ante el Real Betis

El Jaén Paraíso Interior ha caído 1-2 ante Jimbee Cartagena con motivo de la semifinal de la Copa del Rey disputada en Sevilla. El segundo y decisivo tanto de los murcianos se ha dado al cierre del partido, a falta de seis segundos, y con los equipos alternando el juego de cinco. Cae de pie el Olivo Mecánico, combativo hasta el último aliento. La finalísima enfrentará mañana a Jimbee contra el Real Betis Futsal.

Empezó el duelo con un Espíndola seguro y César Velasco carburando. Todavía se jugaba el partido en zonas templadas, lejos, muestra del respeto que se profesan dos rivales íntimos. El primer conato llegó con la revisión del videoarbitraje de una posible mano de Luçao que no fue. El propio Luçao llamó a la puerta del gol poco después de la acción defensiva.

Cierto que se jugaba más en pista de Jaén, pero los amarillos estaban cómodos y firmes. Así trenzaron una jugada estupenda que acabó en un obús de Renato despejado por Chemi. Respondió en el otro área Espíndola negando primero a Pablo Ramírez y después a Jesús Izquierdo.

"Lo importante es no desesperar", insistió Dani Rodríguez en el tiempo muerto previo al primer gol del partido. Pablo Ramírez dejó una obra de arte: controló cuando parecía dispuesto a la volea, se quitó de en medio a la defensa y definió raso con tranquilidad.

Mati Rosa por dos veces tuvo el empate y Joao Sala se llevó una amarilla al parar un contragolpe que olía al segundo de los murcianos. César Velasco desequilibró en banda para asistir a Brandi, que no empaló.

EL JUEGO DE CINCO AFIEBRA EL PARTIDO

El 20 amarillo pudo nivelar en la reanudación, primero de lanzamiento de falta y después en un contragolpe en el que Chemi se hizo gigante. Renato también inquietó sin premio y Esíndola sacó su repertorio de incorporaciones con disparos que llevaban veneno. Salió a bailar Dani Zurdo y le colocó la quinta falta a los de Cartagena con un mundo por delante.

El asedio del Olivo Mecánico acababa siempre en la defensa amarilla, y con 'sólo' cinco minutos por delante las urgencias eran evidentes. Mati Rosa se quedó con la miel en los labios tras una jugada magnífica, repelida por un Chemi heroico.

Y el gol llegó en la primera acción con ataque de cinco por mediación del 41. Reaccionó enseguida el equipo de Cartagena, también con portero-jugador. A menos de dos minutos, la semifinal estaba preciosa y la valentía de los murcianos tuvo premio: Motta, con la elástica de portero-jugador, hizo el 2-1 a seis segundos para el final. Y en la última del partido Matti Rosa rozó la igualada.