Jaén no es provincia Airbnb

Ninguna ciudad de la provincia está entre las 13 que más alquileres ofertan; ahora sólo ronda los 60 pisos disponibles en la plataforma online

Airbnb, el BlaBlaCar de los alquileres, no tiene una actividad significativa en Jaén, menos aún en comparación con las trece ciudades que más pisos ofertan en la conocida plataforma digital. De hecho, justo ahora la búsqueda de pisos —o cualquier tipo de inmueble— turísticos en la app devuelve 57 resultados. Es decir, 57 pisos activos. La cuantía es marginal si se la compara con la oferta en Barcelona (20.578), Madrid (16.290) o la décimo tercera en la lista, Santiago (548), según los datos de Airdna —rastrea a Airbnb—, recogidos por Vozpópuli.

APARTAMENTOS Y HABITACIONES

La distancia entre las principales ciudades andaluzas que más tirón tienen en Airbnb y la capital jiennenses es también muy pronunciada. Sevilla es la cuarta de España con casi 5.000 alojamientos. Por su parte, Málaga es la quinta nacional y segunda andaluza, con 4.511.

Los apartamentos privados y las habitaciones son los tipos de inmuebles activos en Airbnb más ofertados en territorio jiennense. Los precios oscila entre los 14 y los 55 dólares —así están expresados en la plataforma—. Cabe destacar que hay jiennenses que ofertan espacios dentro de su propia casa o zonas adyacentes que dan pie, en cierta medida, a convivir o estar cerca del turista. La jiennense Nuria López suele alquilar una habitación en casa, y es demandada en Jaén por turistas que quieren hacer deportes de riesgo. No es el caso de López, pero la oferta de pisos en el centro es notoria.

LEJOS DE LA TURISMOFOBIA

La Asociación de Alojamientos de la provincia cifró en unos 70 los pisos ilegales que hay en la provincia. El colectivo lo comunicó a la Delegación de Hacienda. En el caso de plataformas como Airbnb, la asociación remarcó la importancia de que las autoridades estén al tanto de una supuesta brecha de inseguridad.

En lo que concierne a la ciudadanía, Jaén parece muy alejada de la ola de turismofobia que sí se está dando, por ejemplo, en la capital catalana debido al auge del turismo de bajo coste y sus repercusiones en materia de convivencia.

La provincia muestra, como todas, interés por las nuevas formas de consumo, pero la contratación convencional es —aún y con diferencia— la hegemónica.