La Junta pide la implicación del Gobierno para salvar el Puente de Ariza
Este bien, obra de Vandelvira, sufre un deterioro crítico por el efecto de las subidas del nivel del agua tras la construcción del embalse del Giribaile
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía pide al Gobierno de España que actúe para salvar el Puente de Ariza, un bien patrimonial del siglo XVI, obra de Andrés de Vandelvira, que presenta un creciente deterioro y se encuentra en estado crítico, según los expertos, por la subida del nivel del agua registrada desde la construcción del embalse del Giribaile, hace más de 20 años.
Realizó una inspección del bien el pasado año, impulsando un informe de seguimiento de su estado de conservación, cuyos resultados arrojaron un importante deterioro que le llevó a solicitar una reunión con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya que el bien se encuentra sujeto al dominio público hidráulico.
En dicho encuentro el delegado territorial, Jesús Estrella, ha informado al jefe de servicio de la CHG de las diferentes peticiones que realiza la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico al Gobierno de España, dando traslado de las mismas, mediante escrito, a la Subdelegación del Gobierno en Jaén. Así, la Consejería pide al Gobierno de Madrid que impulse de forma definitiva la catalogación del puente como Bien de Interés Cultural, para aumentar así su nivel de protección.
En segundo lugar, la Consejería recuerda al Gobierno de España que como titular del bien debe ocuparse de su conservación y mantenimiento (según lo establecido en la Ley de Patrimonio Histórico Español y Ley de Patrimonio Histórico Andaluz) y ofrece su colaboración técnica para realizar los estudios que puedan ser necesarios. Asimismo, la Consejería pide una acción coordinada entre los Ministerios de Cultura y Deporte, de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y de Transición Ecológica y Reto Demográfico para poner en marcha el proyecto del traslado del puente que ya se incluía en las previsio-nes de la CHG en el año 1998, cuando se inauguró el pantano. Una iniciativa conjunta que contaría con la colaboración e implicación técnica de la Consejería y del Ayuntamiento de Úbeda, que finalizaría como nuevo propietario del bien, una vez trasladado.
“Se trata de un Joya del Renacimiento andaluz que está en peligro y que podemos perder si no hacemos nada. Han pasado demasiados años desde que la presa del Giribaile se inauguró y desde entonces existe una constante amenaza sobre este bien patrimonial. No nos podemos permitir que esta situación se prolongue ni un minuto más. Hablamos de nuestra historia, de las señas de identidad de nuestra tierra y también de nuestro desarrollo turístico, que está en peligro si no sabemos conservar nuestro patrimonio”, señala el delegado territorial.
La propuesta de retomar el proyecto de traslado del puente la planteó en sede parlamentario a la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, en respuesta a una pregunta en julio de este año. Según indicó Patricia del Pozo, los recursos podrían provenir el 1,5 % cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Para ello, sería antes necesario que el Ministerio de Cultura declarara el puente como Bien de Interés Cultural, para lo que ya cuenta con toda la documentación necesaria por parte de la Consejería de Cultura.
El puente se localiza a 15 kilómetros al norte de la ciudad de Úbeda salvando el paso del río Guadalimar. Fue construido en el siglo XVI con la finalidad de comunicar la ciudad de Úbeda y La Loma con Castilla, a través del Camino Viejo de Toledo, con una reforma a mediados del siglo XIX. Posteriormente fue utilizado por la carretera A-301 Úbeda-La Carolina y actualmente se encuentra bajo las aguas del embalse del Giribaile.
La crítica especializada ha valorado el Puente de Ariza como uno de los más importantes ejemplos de este tipo de construcciones del Renacimiento andaluz. Con casi 100 metros de longitud, es una pieza de gran impacto visual, con cinco ojos de medio punto dispuestos simétricamente en torno a un arco central de 36 metros de luz. Antes de la construcción del embalse, el estado de conservación era estable.
Ahora su estado es crítico, siendo objeto de diversas patologías por la inmersión intermitente en el agua, formando parte de la lista roja de la Asociación Hispania Nostra para la Defensa y Promoción del Patrimonio Cultural y Natural. Un deterioro que se observa con mucha claridad en el sello de Úbeda, en versión medieval, que representa a San Miguel y está catalogado como BIC. La fábrica del puente fue diseñada para resistir ante acometidas por crecidas del río, pero no para soportar una inmersión intermitente, con periodos de total sumersión alternados con otros de absoluta emersión.
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