La portada de San Miguel no fue obra de Andrés de Vandelvira
La digitalización y estudio de los libros de fábrica de los siglos XVI-XVIII de la iglesia conservados en el Archivo Histórico Diocesano arrojan nuevos datos
El Museo Provincial Jaén esconde muchos tesoros, algunos desconocidos para parte de la población. Entre ellos, la portada de El Pósito y la del templo de San Miguel, de cuya autoría ahora se arroja nuevos datos. Es gracias a la digitalización y estudio de los libros de fábrica de los siglos XVI-XVIII de la iglesia conservados en el Archivo Histórico Diocesano.
El concejal de Cultura, José Manuel Higueras, junto al deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, han sido los encargados de dar a conocer el minucioso trabajo de los archiveros municipales Miguel Félix Gómez, Alejandro Romero y Juan Cuevas, este último jefe del servicio del Archivo del Ayuntamiento. Entre los datos encontrados, se recoge la realización de pagos a los maestros albañiles, canteros, carpinteros o pintores, que hayan realizado algún tipo de obra o reparo en la iglesia, lo que permite reconstruir la historia arquitectónica del edificio.
Higueras ha valorado el estudio de estos dos libros "donde se ven las cuentas de la Iglesia, qué se paga y a quién". Entre otras informaciones arrojadas, certifica la autoría de su portada, hoy día en el Museo Provincial y atribuida en un principio a Andrés de Vandelvira, en la figura de los canteros Cristóbal del Castillo y Juan Villar.
También el Deán de la Catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, ha mostrado su interés porque este trabajo se esté complementando mutuamente con el de las excavaciones para recuperar un espacio como la iglesia de San Miguel y permitir así reconstruir una parte importante de la historia de la ciudad de Jaén. "Seguro que aún nos puede deparar sorpresas agradables".
Una vez analizada la información de estos dos tomos y de sus asientos correspondientes de ingresos y gastos, uno de los más datos encontrados más interesantes hace referencia a la realización de pagos a los maestros albañiles, canteros, carpinteros o pintores, que hayan realizado algún tipo de obra o reparo en la iglesia, lo que permite reconstruir la historia arquitectónica del edificio. Entre algunos ejemplos, el pago en el año 1561 a Cristóbal del Castillo y Juan Villar, maestros canteros, de 7.090 maravedís, en cuenta por sus trabajos en la portada de la iglesia; el pago de 485 reales y 8 maravedís el 7 de enero de 1667, en el gasto del reparo que se hizo en la torre y tejados de la iglesia por parte de Sebastián de Jódar, maestro de albañilería, o el pago de 57 reales en el año 1669 por aderezar y pintar el facistol.
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