Jaén se levanta brava

Toda una provincia se paralizará hoy durante dos horas en defensa de su olivar. Comercios y ayuntamientos cerrarán mientras los olivareros corten cuatro carreteras en defensa de unos precios justos

Por nuestra historia, nuestro pasado, nuestro presente, pero, sobre todo, por nuestro futuro. Por una manera de entender la vida, de defender nuestras raíces, de generar riqueza, salud, excelencia y tradición. Por la vara, la espuerta y los lienzos. Por nuestros padres, abuelas, bisabuelos y tatarabuelas. Detrás de cada litro de aceite se esconde una historia de buenos y malos momentos. Con sus pros y sus contras, le guste o no, Jaén es olivar y hoy una provincia entera se levanta brava para defenderlo. 

Los más duchos en las negociaciones no pueden evitar echar la vista atrás. Corría el año 1998. Unas 60.000 personas se apoderaron del Paseo de la Estación por donde ni tan siquiera se podía imaginar que iba a discurrir un tranvía. Eran tiempos en los que a la Plaza de Las Batallas no se le había cambiado el nombre y las miradas ya apuntaban a Europa, a la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del aceite. 

Mayo de 2019. Nació el bautizado "espíritu de las batallas" ante un panorama en el que Jaén perdía tres millones de euros diarios con la crisis de los precios del aceite de oliva. Tres millones de euros que van a parar a unas arcas lejanas del mar de olivos. ¿Cómo han vivido los olivareros esta preocupante situación? Hoy no se compran fitosanitarios y hay quienes no van a podar. Otros han restringido al máximo los gastos para el año. El campo está en crisis seria, está en quiebra técnica. Se dijo en Jaén, en Sevilla y en Madrid. 

Hoy se gritará con mayor contundencia, con el corte de cuatro carreteras y con la imagen en la retina de los vídeos que se han hecho virales de las cargas policiales en las protestas de los agricultores de Badajoz. Pero Jaén se levanta hoy brava y pacífica. Cientos, quizás miles, de agricultores, políticos, representantes de la sociedad civil y ciudadanos se echarán a la carretera. Los cortes tendrán lugar en el kilómetro 327 de la A-4 (autovía que une Madrid con Sevilla), a la altura de Andújar; en el kilómetro 77 de la A-44 (Bailén-Motril) a la altura del Puerto Carretero; en el kilómetro 31 de la A-32 a la altura de Úbeda; y en el kilómetro 66 de la A-316, en Torredelcampo. Hasta llegar a los cortes se producirá una marcha por la autovía desde los puntos establecidos solo en tractores o vehículos. Será de once de la mañana a una del mediodía.

Pero la movilización de hoy se prevé histórica y va mucho más allá. Hoy ayuntamientos cierran sus puertas durante dos horas y comercios anuncian que tampoco abrirán para ayudar a un sector del que, de manera directa o indirecta, en mayor o menor grado, dependemos todos. Hoy las redes sociales y las fachadas de infinitos inmuebles se visten con un lazo verde y dos lemas: "SOS olivar tradicional" y "aceite en precio". Hoy toda una tierra unida le grita a Bruselas que el almacenamiento privado, a pesar de la esperanza de la tercera licitación, no es suficiente. 

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MEMORANDO EN DEFENSA DEL ACEITE DE OLIVA

¿Por qué se lucha hoy? Por unos precios ruinosos sin justificación que las organizaciones consideran que deben ser cuestión de Estado. "Exigimos una mesa interministerial para solucionar el problema". Salen a la calle para pedir una revisión completa del sistema de almacenamiento privado, con un presupuesto garantizado y transparente, para tener precios justos.

Hoy se dice no a los aranceles y se recuerda que el olivar no es culpable de lo que hacen otros sectores. "Los aranceles para los aviones, no para los agricultores". Se reclama la autorregulación del mercado. Se quiere perseguir la banalización del aceite de oliva y su uso como producto reclamo para acabar con la venta a pérdidas. Se exige una investigación de oficio de la Comisión de Competencia ante la posible dijación de precios por parte de la distribución.

Hoy se lucha por el mantenimiento del olivar y apuesta por el relevo generacional. Se demandan medidas de apoyo para el olivar con mayores dificultades. Se apuesta por un cultivo rentable, que fija la población, lucha contra el despoblación del medio rural y protege el medio ambiente. "Necesitamos agua para el riego y así tener un olivar más competitivo", demandan.

Hay una firme apuesta por la comercialización, la promoción del consumo, la concentración de la oferta, la diferenciación y el asociacionismo. Se reclama la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria para lograr una estabilidad en los precios que beneficie a todos los eslabones, desde el productor al consumidor. Se quiere asegurar la trazabilidad, la pureza y la calidad del aceite de oliva. Por eso, hoy Jaén se levanta brava.