JeC solicita un convenio para la perrera

La formación de izquierdas presiona al Ayuntamiento para que firme un convenio que regule la labor de Abyda en la perrera municipal

JeC no quiere más demoras: pide con urgencia que haya un convenio entre el Ayuntamiento y Abyda que dé cobertura legal al rol que asume la protectora en la perrera municipal. La formación que lidera Manuel Montejo pedirá el citado acuerdo a través de una moción.

"Hasta el Ayuntamiento admite que sin Abyda la perrera estaría mucho peor", ha comentado Sara Martínez, concejal de JeC. Objeto de críticas por parte de la propia protectora y de otros partidos como Pacma, la perrera precisa, al entender de JeC, de un marco legal que evite problemas al colectivo que más soluciones está aportando a los animales que están en la instalación municipal.

EL TRASLADO DE ANIMALES ABANDONADOS

Una de las cuestiones más criticadas por Abyda es el traslado de los animales abandonados. JeC recoge el guante de la protectora y quiere que el convenio asegure precisamente el protocolo adecuado.

El partido recuerda que presentó una moción hace casi un año que fue aprobada por unanimidad. El objetivo principal era gestionar de manera directa el servicio de recogida de animales abandonados y perdidos. Además, JeC, con el apoyo de Pacma, pedía un núcleo zoológico con los convenientes requisitos legales y dar pie a convenios con otras protectoras para fortalecer el servicio. "Ignorando dicho acuerdo plenario, el equipo de Gobierno mantuvo el citado servicio dentro del pliego para la licitación de los servicios de gestión de residuos, limpieza viaria y parques y jardines, adjudicándosele los mismos de nuevo a FCC con fecha 30 de octubre de 2017", expone Martínez en una nota de prensa.

La ambición de JeC es evitar las irregularidades que denuncia desde hace tiempo Abyda. "La gestión que hasta ahora ha llevado a cabo la empresa FCC en la perrera municipal es cuanto menos cuestionable hasta el punto de que sobre la misma se han interpuesto incluso denuncias ciudadanas por el pésimo estado de las instalaciones", critica Martínez. Y concluye: "Hasta el año 2007, los animales que no eran reclamados o cedidos en el plazo determinado, eran sacrificados mediante inyección letal, habiéndose llegado a sacrificar entre 250 y 300 perros al año".