EL CORAZÓN DE LAS EMERGENCIAS
En la base del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) de Noalejo se entrena un cuerpo de primer nivel para actuar de manera eficaz y coordinada en operaciones de todo tipo. Los hemos visto en el rescate imposible de Totalán o en búsquedas de desaparecidos, como el pequeño Gabriel en Níjar
Son ingenieros, biólogos, químicos, logistas, informáticos, conductores, antiguos bomberos o agentes forestales que deciden implicarse en la tarea de ayudar a otros cuando la catástrofe urge a una actuación rápida. Tienen su base en Noalejo, rodeados del mar de olivos de Sierra Mágina. Allí se entrena un cuerpo de élite para actuar de manera anticipada, eficaz y coordinada en situaciones límite. Es el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA). Lo hemos visto en acción hace pocas semanas en el dispositivo de rescate del pequeño Julen en el pozo de Totalán.
Francisco Ruiz fue uno de los que participó en aquel operativo. Es el jefe de la base oriental del GREA. Este jiennense de 54 años es uno de los veteranos y toda una institución. Llegó al grupo en su fundación, allá por 2004. Ingeniero de Montes, las ha visto de todos los colores. Es un hombre sencillo, poco dado al protagonismo, a pesar de ocupar un puesto de enorme responsabilidad. Es de los primeros en llegar a las instalaciones de Noalejo desde donde se da cobertura a las provincias de Almería, Granada, Jaén y Málaga. Su labor es gestionar de la mejor forma posible todos los medios humanos y materiales que tiene a su disposición.
TRABAJO EN EQUIPO
A Francisco Ruiz se le nota que le apasiona su trabajo. Pronto abandona el relato de su trayectoria profesional para dar más y más detalles sobre sus funciones. Una tarea invisible que no sale en las noticias. Él no reparte alimentos, ni busca desaparecidos en los terremotos, tampoco cura a los heridos, pero casi nada de eso sería posible sin su intervención. Se encarga de coordinar a los 27 profesionales que tiene a su mando, estructurados en grupos de gestión, que es un servicio horizontal; técnico, con especialistas en diferentes tipos de riesgos, naturales y tecnológicos, en el que hay ingenieros de montes e industriales, ambientólogos, biólogos y químicos, entre otros, y de apoyo, que cubre toda la logística de emergencias desde el punto de vista tecnológico y sustenta el trabajo de planificación dirigido por el grupo técnico. Este equipo multidisciplinar depende de Tragsatec, filial del grupo Tragsa, empresa pública que tiene actualmente la encomienda de gestión del servicio.
Un día cualquiera en la base de Noalejo es de todo menos aburrido. Comienza con una breve reunión en la que participa el personal de turno para distribuir distintas tareas, como la elaboración de estudios de riesgos, toma de datos en campo y análisis en gabinete, revisión y puesta al día del material de emergencias y vehículos, adiestramientos y formación continua, y entrenamiento físico para mantener los requisitos inherentes a este trabajo. Porque, aunque los componentes del Grupo GREA no son superhombres, deben estar preparados para cualquier contigencia por comprometida que sea.
Cada vez que monta un puesto avanzado, Francisco Ruiz siente un cosquilleo. Sabe que los errores no están permitidos y que el nivel de concentración debe ser máximo, sea cual sea la emergencia. "Todas tienen su dificultad y todas son diferentes, hay muchas variables que entran en juego", reconoce. Por ejemplo, recuerda el incendio forestal de Quesada de 2015, que calcinó cerca de 10.000 hectáreas. Fueron 25 días de lucha sin cuartel contra el fuego en el que se coordinaron equipos del GREA, Infoca, Guardia Civil y Policía Local de varios municipios. Tampoco olvida la búsqueda del pequeño Gabriel, desaparecido en Níjar hace casi un año y que fue hallado muerto en el maletero del coche de su asesina confesa, Ana Julia Quezada.
O más recientemente un rescate que ha conmovido al mundo, el del Julen en Totalán, donde Francisco Ruiz y el GREA de Noalejo han vivido una de las experiencias más duras desde su creación. “Siempre creímos que había una pequeña posibilidad de que sobreviviese”, rememora Francisco Ruiz pasados los días y con la mente algo más despejada. Su equipo jugó un papel destacado en el ingente operativo montado para sacar de las entrañas de la montaña al niño. Se encargaron de toda la logística o, dicho de otro modo, que no faltara de nada a los 300 profesionales que trabajaron en el rescate, desde alimentos y bebida hasta ropa o cualquier detalle, por mínimo que fuera.
"EN TOTALÁN VIMOS LO GRANDE QUE ES LA NATURALEZA HUMANA"
Juan Blanca, de 42 años, también estuvo en el pequeño municipio malagueño. Era el agente responsable de turnos; primero en el puesto avanzado y, más tarde, en la vivienda de una vecina de Totalán con la que compartieron las tensas horas que se vivieron durante los días que estuvo activo el dispositivo. "Fueron jornadas muy duras para todos", asegura este técnico superior en Informática de Torredelcampo. "Se vivieron días de intenso trabajo y enorme esperanza, en los que pudimos ver de primera mano lo grande que es la naturaleza humana, que en este tipo de situaciones nos hace ser un solo individuo buscando un mismo objetivo, truncado en este caso por el trágico desenlace", lamenta.
Lleva en el grupo desde hace once años. Como el resto del equipo, ha participado en misiones de lo más complicadas, pero, al igual que a su jefe, se le ha quedado clavado el operativo desplegado para encontrar a Gabriel. Principalmente porque el peso de la búsqueda recayó en el GREA, y fue mucho más allá de la logística. Allí, en Níjar, utilizaron toda la tecnología de la que disponen para acotar las zonas de exploración del terreno. Empezaron con 800 metros y llegaron hasta las 11.000 hectáreas para encontrar al niño. Fue un trabajo infructuoso por el trágico desenlace, pero una experiencia muy importante desde el punto de vista de la capacidad operativa que es capaz de desarrollar el GREA.
Juan Blanca también recuerda otra operación de alto riesgo en Almería. Fue en mayo de 2011 en una planta de reciclaje de residuos industriales de Albox que generó una enorme alarma debido a la densa nube de humo negro que obligó activar el plan de emergencia para evitar que afectara a la población.
Para poder trabajar en el GREA hay que someterse a un exigente proceso de selección, "similar al de un bombero", señala Juan Blanca. Todos los profesionales deben superar una durísimas pruebas físicas que van acompañadas de exámenes psicotécnicos y psicológicos. Además, su preparación es diaria y de formación continua. Nada puede dejarse al azar en una emergencia. Equipo y coordinación son dos palabras grabadas a fuego en cada uno de los componentes del grupo. Para Juan Blanca, funcionan como un reloj. "Detrás de las agujas, hay una serie de engranajes que están perfectamente coordinados para responder con plenas garantías a cualquier contingencia", subraya.
MUCHAS FAENAS ASIGNADAS
Pero el GREA no solo aparece cuando hay desaparecidos, incendios o terremotos. Tiene asignadas otras muchas faenas. Así, trabaja en la mejora continua de los planes de emergencia de Andalucía bajo la dirección del departamento de planificación del servicio autonómico de Protección Civil de la Dirección General de Interior, Emergencias y Protección Civil. Incluye desde el Plan Infoca hasta emergencias relacionadas con inundaciones y prevención de accidentes de mercancías peligrosas o contaminación. Para ello cuentan con la tecnología más avanzada, como cámaras IP o pantallas de vídeo al servicio de la planificación, la gestión y coordinación de cada emergencia. Esto se complementa con la comprobación de las vías de acceso para los operativos en las grandes concentraciones de público como el dispositivo del Plan Cerro con motivo de la romería de la Virgen de la Cabeza, al que cada año acude el grupo de Noalejo.
Los Estudios de Accesibilidad para Aeropuertos, Puertos y Espacios Naturales es otra de las herramientas pioneras del GREA. En ellos se tienen en cuenta posibles situaciones de emergencias que pueden involucrar a personas, bienes o incluso el medio ambiente. El primero se realizó en el aeropuerto de Sevilla, en 2014, al que siguieron los de Almería, Málaga y Córdoba, utilizados como modelo para trabajos similares en otras comunidades autónomas. Todos estos trabajos han hecho que el GREA se haya convertido en un pilar fundamental del 112 y en un referente de innovación y excelencia en la planificación y gestión de emergencias. En esta misma línea, ha trabajado en la realización de otros cuatro proyectos de parecidas características para los túneles del AVE de Málaga y el Puerto de Sevilla.
Asimismo, el Grupo también ha innovado en la gestión de emergencias en espacios naturales, lugares en los que la orografía y las distancias dificultan los tiempos de respuesta. Para tratar de superar estas barreras y mejorar la atención y coordinación de emergencias ha concebido estudios ante accidentes deportivos en el Cerro del Hierro en la Sierra Norte de Sevilla y ya se encuentra trabajando en otro para el río Chillar en Málaga.
En estos casos, también se incluyen datos cartográficos con localización georreferenciada de las rutas e itinerarios más utilizados por los deportistas, vías principales de evacuación, según la sima o sectores de escalada en la que se haya producido el siniestro, tomas de helicópteros, así como diferentes zonas de ubicación de PMA, Sanitarios y Centros de Recepción de Medios y Recursos (CRM), entre otros aspectos. Estos trabajos refuerzan la seguridad y el atractivo de zonas naturales muy preciadas por andaluces y visitantes.
TECNOLOGÍA ÚNICA
Francisco Ruiz tiene claro que la tecnología es la base de su trabajo. Sin ella difícilmente podrían desarrollar su labor con garantías de éxito. "Permiten que la toma de decisiones ante una emergencia sea de mayor calidad y eficacia", asegura. El GREA, tras más de una década de servicio a la ciudadanía, ha conseguido posicionarse como un referente de innovación y excelencia en la planificación y gestión de emergencias no solo en Andalucía, sino también en el conjunto del Estado.
El GREA, por ejemplo, ha desarrollado el primer protocolo español para la Búsqueda de Personas Desaparecidas con Alzheimer. Se trata de una proceso que combina tecnología avanzada de mapas inteligentes, con distintas capas de datos, como las pautas de comportamiento habituales de estos enfermos y la experiencia de más de 500 desapariciones resueltas.
La herramienta geoprocesa estas variables y, de acuerdo al lugar en el que la persona fue vista por última vez, ofrece las zonas más probables de aparición, las señala y divide en cuadrículas en el mapa para ponerlas a disposición de los operativos de búsqueda para el peinado de las zonas.
LA BASE DE NOALEJO
En Noalejo conviven en turnos de 12 horas profesionales de distintos puntos de Andalucía, aunque principalmente de la provincia de Jaén. La base fue inaugurada el 19 de noviembre de 2009. Cuenta con salas de emergencia, sala de técnicos, salas de formación, reuniones, biblioteca, archivo y almacenes, además de un gimnasio para tener al operativo con una condición física adecuada a las tareas que realiza.
Está situada en el Paraje Loma Pelada, junto a la autovía A-44 (Bailén-Motril), lo que facilita la salida de los equipos terrestres. La ubicación del edificio permite situar una línea de aparcamientos, torre de comunicaciones, instalación de una helibase y pista de entrenamientos. El inmueble dispone de una sola planta con superficie construida total de 800 metros cuadrados. Se distribuye en dos zonas situadas a ambos lados de su eje central, constituido por un pasillo de circulación que recorre el edificio en sentido longitudinal y que organiza las distintas estancias.
La zona izquierda (suroeste) es una pieza de menor altura, más cerrada y protegida del sol por un sistema de lamas. En ella se sitúan los despachos, el aula de formación, la sala de usos múltiples, el office, los almacenes interiores, el gimnasio y aseos. La zona derecha (noreste) es una construcción más alta, que se abre a través de cerramientos acristalados, introduciendo una luz tamizada y neutra hacia las zonas de actividad: salas de técnicos, emergencias, reuniones, vestuarios, biblioteca, archivo, administración y almacenes exteriores.
El acceso principal al edificio se realiza por su parte suroeste, que es la más cercana a la entrada de la parcela. Se accede a un vestíbulo, donde se encuentran las zonas públicas, incluidos aseos y de donde parte el distribuidor al resto del edificio. Existe otros dos accesos secundarios ligados al personal propio del centro: una a mitad del edificio desde la zona de aparcamientos y otro al final desde la zona de helibase y entrenamientos. Para la evacuación del edificio se utilizarán las tres salidas definidas anteriormente hacia el espacio exterior de la parcela.
El edificio cuenta con los subsistemas de instalaciones necesarios para el funcionamiento óptimo del GREA (protección contra incendios, anti-intrusión, pararrayos, electricidad, grupo electrógeno para fallo de suministro eléctrico, telecomunicaciones, instalaciones de térmicas de energía solar, etcétera).
Desde la activación del GREA Oriental el equipo ha realizado rescates, búsquedas de personas desaparecidas, ha colaborado en la extinción de incendios y ha cubierto la seguridad de grandes concentraciones, entre otras tareas.
La base de Noalejo está compuesto por 27 personas diferenciadas en dos grupos de personal según formación, capacitación y tareas a desarrollar (1 jefe de base, 9 técnicos, 3 responsables de turno, 16 agentes, 1 administrativo).
La sede oriental cuenta con los siguientes recursos: vehículo pesado con función de Puesto de Mando Avanzado (PMA) equipado con la más alta tecnología desde el que se puede coordinar, en el lugar del siniestro, todos los equipos operativos que intervienen en el mismo, cinco vehículos todoterreno y dos vehículos tipo furgón carrozado. Además, la base dispone de emisoras tierra-aire y tierra-tierra, equipamientos de protección individual, sistemas de localización GPS, un satélite para comunicaciones y datos, cámaras IP, carpas con equipamiento de PMA de primera respuesta, así como equipos y herramientas de intervención.
OPERATIVIDAD
El GREA trabaja desde una perspectiva integral antes de que las emergencias se producen, durante el proceso de gestión y después de las mismas. Asimismo, presta asesoramiento y asistencia para la realización de Planes de Emergencia Municipales (PEM), Planes de Actuación Local (PAL), nuevos Planes de Emergencia Exterior (PEE) y la modificación y/o actualización de otros. También ha cooperado en la realización de Estudios de Incendios Urbano de Interfase (para núcleos de población que pueden verse afectados por incendios forestales) y Estudios Planes de Emergencia de Presas y colaborado activamente en la realización de casi una treintena de simulacros de emergencia de distinta índole (incendios forestales, inundaciones, contaminación del litoral, mercancías peligrosas, etcétera).
En el antes, previene y planifica, posibilitando evitar riesgos y anticiparse a que se produzcan daños, en este plano se sitúa la elaboración de estudios y mapas de riesgo, la valoración de consecuencias, la definición de medidas de actuación, la capacitación de los efectivos y la información a la población, entre otras tareas. Del mismo modo, administra y mantiene el módulo de planificación de la Plataforma Tecnológica de Gestión de Emergencias de Andalucía (GEA).
Durante las emergencias, se activa a través de Emergencias 112 ante cualquier situación que se considera de suficiente envergadura, tanto por la previsión de su duración como por la naturaleza de los daños ya sean humanos, materiales o medioambientales. Con su trabajo, apoya la gestión operativa de la emergencia, concretamente con la instalación y asistencia técnica de los Puestos de Mando Avanzados, elemento singular en la garantía de una adecuada coordinación y pieza clave para el seguimiento y control de las actuaciones de emergencia. Para ello, dispone de una amplia infraestructura tecnológica que da soporte a las actuaciones de análisis y seguimiento. Además de realizar tareas de reconocimiento de zonas y apoyo logístico como organización de la asistencia y protección de la población afectada (evacuaciones, alojamientos, abastecimientos...).
En el después, formula análisis y evaluaciones que hacen posible el mejor desarrollo de las tareas de reconstrucción y evitar que se reincida en futuras emergencias. Desarrolla su actividad en las siguientes áreas: Prevención y planificación, formación y difusión, intervención y adiestramiento.
El GREA es un operativo regional con dos bases estratégicamente situadas. Una en el municipio sevillano de Los Palacios y Villafranca, que cubre de manera general la parte occidental de Andalucía y la de Noalejo. El operativo está compuesto por más de 60 personas.
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