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"Llevamos más de 40 años esperando una solución en Los Puentes"

"Llevamos más de 40 años esperando una solución en Los Puentes"

Por Fran Cano - Octubre 15, 2023
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José Sánchez López (Granada, 1957) dice que su vida cambió cuando aprendió a gestionar el tiempo. Llegó a dominar ese arte, vital para entender su trayectoria longeva como directivo en el mundo de la banca. 

Los Puentes, el cooperativismo, la voz de la experiencia desde Secot y hasta la navegación en yate. Todo convive en un hombre sereno, todavía con ánimo de aprender y de compartir experiencias. "Ahora me toca devolver a la sociedad lo que me dio", repite. Lo cierto es que todavía tiene un peso indiscutible en el tejido asociativo de la capital. Llega a Cuatro Gatos Coworking a la hora fijada en otro día de agenda bien cargado.

—¿Cómo evoluciona el caso de la balsa de secado de estiércol en Puente Jontoya?

—De momento sé que la protesta que hicimos ha tenido repercusión en los medios. Las noticias que estamos teniendo es que habrá un seguimiento exhaustivo de todos los trámites y del procedimiento desarrollado en cuanto a permisos e incluso a la ejecución de la obra. Estamos pendientes de una reunión que ya hemos pedido al alcalde de Jaén para abundar precisamente en el tema de los permisos. Aún no tenemos fecha.

—En la protesta quedó patente que la Unidad de Gestión Vecinal esté en sintonía con Ecologistas en Acción y Pacma. Hay unión.

—Sobre todo teniendo en cuenta que por un lado nos dicen que somos 'asimilados urbanos' y por otro lado señalan que han concedido esa licencia en base a que es un terreno 'rústico y de uso agrícola'. Consecuentemente, hay una incongruencia total y en la propia administración hay ese doble discurso. Lo único que pedimos es que se aclare.

—Lleva años siguiendo el tema de las casas alegales en Los Puentes. ¿Cree que habrá solución pronto?

—En un principio hay voluntad y manifestación política para solucionar el tema. Pero esa predisposición política la llevamos escuchando más de cuarenta años. Se han ido haciendo pequeñas cosas y lo que pedimos, en virtud de la Ley Lista de la Junta de Andalucía, es que se sigan esos pasos que todas las viviendas debemos dar para poder ser regularizadas y reconocidas. Es necesario para eso que el colector se haga sí o sí. Tanto la Junta de Andalucía como la Diputación han dicho que sí, que financiarán el proyecto. Nos tememos que al ser dos administraciones distintas al final se quede sin hacer. Lo que pedimos es que se aúnen voluntades y que, por favor, se ejecute el proyecto.

—¿Cuáles son las urbanizaciones que están más cerca de normalizar la situación?

—De momento ninguna. Todos estamos en las mismas condiciones. Las seis asociaciones que formamos parte de la Unidad de Gestión Vecinal estamos limítrofes con el río, que nos condiciona 'muy muchísimo' la posible regularización de las viviendas. Por el asunto de la inundabilidad, principalmente, entre otras limitaciones legales. Las seis —Puensi (Puente de la Sierra), Jontoya, Entre Ríos (Puente Nuevo), Pago de Juan Ramos, Fuente del Realejo y Pago de Pozuelo— estamos aproximadamente en la misma situación, aunque desde fuera parezca que unas estén mejor que otras.

—¿Cómo ve el cambio de poder en la Alcaldía? ¿Les da esperanza en este tema?

—Ni nos la da ni nos la quita. Lo único que pedimos nosotros es que los compromisos que estaban adquiridos con anterioridad se ejecuten. Es lo que nos ayudará a seguir avanzando en todo lo que tenemos que hacer para el tema de la regularización y reconocimiento de las viviendas. Hablo de 'regularización' y no de 'legalidad', puesto que la ley lo único que contempla es que haya un reconocimiento de las viviendas, de manera que tengan acceso a servicios básicos como la luz, agua o alcantarillado. Por eso es la importancia de la construcción de ese colector.

—Lo decía usted antes. La demanda tiene décadas.

—Yo he leído artículos de la situación de los ríos en los años entre 1800 y 1900. Ya había algunas viviendas que estaban en ilegalidad e iniciaban pasos para ser reconocidas. Guardo recortes de prensa que datan de esa época.

"JAÉN PUEDE SER PROVINCIA 'AMIGA DE LA INFANCIA' CON UNICEF"

—Cambiamos de tema. ¿Cómo fue su contacto con Unicef para ser delegado en la provincia?

—Fue a través de unos compañeros de Secot. Uno de ellos es el delegado provincial de Unicef de Granada, a quien contactaron desde el ámbito regional para saber si conocía a alguien en Jaén a fin de asumir la delegación. El compañero pensó en mí, me lo plantearon y acepté la propuesta.

—¿Qué retos se está marcando?

—Aunque Unicef es súper conocida a nivel mundial, pues fue creada por la ONU, es cierto que el equipo anterior en Jaén tuvo una labor importante. Cabe destacar que Unicef tiene una calle en la capital, señal del arraigo que tuvo. Con el anterior presidente las circunstancias cambiaron y se diluyó un poco la delegación. Ahora queremos que todos los vecinos de la provincia conozcan y sigan apoyando a Unicef.

Una de las cosas que se están haciendo es que las distintas administraciones locales asuman la figura de 'Ciudades amigas de la infancia'. Cuando me incorporé lo eran Andújar, Marmolejo y Úbeda. Ahora contamos también, con Alcalá la Real, Linares y Jaén capital. Otras, como Bailén y Baeza, están iniciando la tramitación. El objetivo que me he marcado es ése y que se extienda a la iniciativa privada con empresas como hoteles y otros comercios que sean 'amigos de la infancia'.

En la Diputación hay otro proyecto, respaldado en pleno, para que Jaén sea 'provincia amiga de la infancia'. Así sería más fácil para los ayuntamientos. En España sólo hay una provincia con este reconocimiento, Palencia. La segunda sería Jaén. A ver si lo conseguimos.

—¿Qué hace falta para lograrlo?

—Cumplir con los requisitos que establece Unicef, como establecer planes de igualdad en el tema de participación y en defensa de los niños en la provincia. A partir de ahí, iniciar un proyecto de aplicación en función de las normas que tiene Unicef.

—Siempre que he hablado con Cáritas, y con otras organizaciones que velan por los demás, destaca que la provincia es solidaria. ¿Tiene esa percepción?

—Sí, incluso se aprecian cuando ocurren catástrofes en otros países me llegan llamadas de personas que quieren ayudar. Y así los conecto con la atención a socios para Unicef. Son muchas las llamadas que recibo. Hay un proyecto muy bonito en Unicef que se llama 'Regalo azul'. Permite que cada persona pueda hacer un donativo en función de una serie de artículos establecidos siempre con el objetivo de ayudar a la infancia en situaciones de indefensión como una guerra. Unicef es de las primeras que actúa cuando existe cualquier tipo de catástrofe.

"DEVUELVO A LA SOCIEDAD TODO LO QUE ME HA DADO"

—Hablemos de mayores. Aquí, en Lacontra, leemos a miembros de Secot en 'Voces' cada quince días. ¿Cuál es el objetivo de esta asociación?

Somos Séniors Españoles para la Cooperación Técnica, una asociación profesional, altruista y de ámbito nacional. Y es tan profesional porque cada años estamos sometidos a procesos de calidad. Tenemos un comité dedicado a tal fin, con certificados por normas ISO y de la Fundación Lealtad. Asesoramos a empresas y emprendedores desde que tienen la idea para saber cómo desarrollarla y con quién contactar. También existe la mentorización, el apartado de transformación digital o la adaptación a la economía circular.

Además, tenemos una línea de actuación en los centros escolares. Nos hemos dado cuenta de que, en líneas generales, los universitarios de Jaén no destacan por el espíritu emprendedor, a diferencia de otras provincias. Ese problema existe desde los colegios, en la parte de abajo. Llevamos años entrando en los centros educativos para sembrar la semilla del emprendimiento.

—¿Y tienen los jóvenes ganas de escuchar a los mayores?

—Medimos cómo nos ven cuando empezamos y cómo lo hacen cuando terminamos. Al principio nos ven como personas mayores que venimos a contar una batallita. Pero después de la intervención en el taller se ven tan gratamente sorprendidos que nos dicen: 'No esperaba que estas personas me motivaran así'. Se integran mucho en el sistema y practicamos la intergeneracionalidad, porque tenemos la experiencia de que enriquece a los jóvenes y a nosotros, que nos aportan inquietud y ganas de hacer cosas.

—¿Echa de menos la banca?

—Recuerdo que cuando estaba en activo mi horario de trabajo era de lunes a lunes de ocho de la mañana a ocho de la mañana. Cuando me ofrecieron prejubilarme en mi entidad hubo compañeros que me recordaron que soy una persona que trabajaba muchísimos. 'Si te vas, qué será de ti', me dijeron. No me estuve quieto después. Por eso estoy en tantos sitios y en tantos voluntariados. Mi trabajo me gustaba mucho y ahora lo que hago es devolver a la sociedad todo aquello que me dieron durante mi vida laboral en formación y en dinero. Pensé en devolverlo así ahora que puedo y tengo tiempo. Hago lo que me gusta dentro de mis posibilidades.

—Cuando repasa su trayectoria, ¿está plenamente satisfecho o cambiaría algo?

—En general, estoy satisfecho. Mis compañeros me dicen que me echan mucho de menos. Dicen que he creado escuela en cuanto al comportamiento profesional de las personas. Estoy satisfecho, porque en mis últimos quince años ocupé puestos que realmente me gustaban. Eran muy interactivos y tocaban todos los aspectos del sistema bancario, económico y social. Todos esos conocimientos ahora los traslado a la sociedad.

—Le hago la pregunta con mucho interés: ¿cómo hace tantas cosas?

—Aprendí una cosa muy importante acerca de la gestión del tiempo. Se ve que lo asumí bastante bien. Hoy día muchas de los talleres que damos tiene que ver con la gestión del tiempo. Es decir, organizar la agenda y detectar las prioridades.

—¿Y nunca se asoma la ansiedad por producir?

—Se asoma cuando coinciden muchas cosas a la misma hora, claro. Hay veces que parece un plan orquestado y el día 10 a las 11:00 hay ocho actividades. ¿A cuál voy? Lo que intento con mi equipo es delegar o compartir con otros compañeros. Así estás en todos los sitios sin estar presente. Otras veces no queda más remedio que pedir disculpas y priorizar. Si me avisan con dos días de antelación si puedo, voy. Pero si coincide con otras programas con más anterioridad, priorizo. Hay que gestionar el tiempo.

Fotografías y vídeo: Fran Cano.

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