Juan Luis Guerra saca a bailar a Jaén

El cantautor y su orquesta ofrecen un show formidable en La Victoria, nutrida por 13.000 espectadores
Tantos conciertos después, Juan Luis Guerra enamoró a Jaén con una propuesta que implica aterrizar su dimensión como artista a un pueblo entregado, en el Nuevo Estadio Municipal de La Victoria. El artista brilló con la elegancia de su sonido en el Vive Jaén Festival.
Está bien el juego de pantallas, pero a quién le importa cuando salga al escenario el musco de Santo Domingo, la boina eterna, los pasos de baile reconocibles.
En la primera fila le gritan como lo que es, un incunable de la canción latinoamericana, capaz también de fusionar géneros y de unir las generaciones.
Todos bailaron en La Victoria, nutrida por 13.000 espectadores, según los datos aportados por la organización.
Rosalía activó a los fieles del dominicano, siempre con una mano protegiendo el pinganillo de la oreja. Como tú no hay ninguna abundó en la fiesta, y una mujer compatriota, qué trajo el vinilo de Bachata Rosa rompió a bailar en en una de las esquinas.
Juan Luis Guerra propicia la comunión intergeneracional, desde la pareja hasta los hijos. Y quedó reflejado en Jaén, donde el cantautor apreció un calor que en realidad era fuego.
—¿Cómo la está pasando? —preguntó antes de incluir la nomenclatura de la capital en uno de sus temas clásicos, Ojalá que llueva café.
Se derramó el merengue con La noviecita, y Juan Luis Guerra cambió de outfit hasta en dos ocasiones: del chándal azul con pantalón negro a la chaqueta vaquera alusiva a la Bachata rosa.
Desapareció por un momento del escenario y la gente pidió enloquecida “otra, otra”, que en realidad era La bilirrubina. Ahí estalló la fiesta y con un inesperado giro electrónico el tema cerró la noche cálida en el Santo Reino.
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