"No me he llevado dinero del Linares"
El extesorero del Linares, acusado de un delito societario, defiende su inocencia y asegura ante el tribunal que "nunca" se le pasó por la cabeza llevarse dinero de la entidad y arguye que los desajustes contables se debían a la falta de una gestión profesional
"No me he llevado dinero del Linares". Con esta afirmación, el extesorero de la entidad azulilla, Antonio Zapata, ha defendido su inocencia ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Jaén que lo juzga de un delito societario por supuestamente haber alterado y manipulado las cuentas del club para apropiarse de 37.747 euros. Entre lágrimas, el exdirectivo ha ido aún más lejos y ha dicho que "nunca" se le pasó por la cabeza "llevarse dinero del Linares" porque "era una de las cosas que más he amado en la vida" y por el que "lo daba todo".
El juicio, que ha comenzado con la petición de la defensa de la nulidad total del procedimiento por la "vulneración" de los derechos de su representado, ha puesto de manifiesto lo que durante mucho tiempo se cuestionó en las asambleas de socios: la falta de rigor a la hora de manejar las cuentas de la entidad, más aún conforme el equipo iba escalando categorías.
El propio acusado, que se enfrenta a penas que van de los dos años y medio, que solicita el Ministerio Público, a los 17 años que pide la acusación, ha reconocido a preguntas de las partes que carecía de formación para acometer trabajos de contabilidad y de que con el ascenso a Segunda División B se vieron inmersos en "una vorágine" que los superó por completo. "Yo no soy contable. Hacía la contabilidad que a mí me enseñaron a hacer", ha señalado el extesorero, cuyos estudios se limitan al graduado escolar.
El exdirectivo ha dicho, en sede judicial, que advirtió de la necesidad de contratar a un experto en la materia y de realizar una auditoria dados los desbarajustes que se estaban produciendo en los balances provisionales, fruto, precisamente, del incremento de ingresos que llegó a "quintuplicarse" tras el ascenso a la División de Bronce.
Antonio Zapata, que en todo momento ha mantenido la calma, a pesar de la difícil situación, ha tratado de explicar a los magistrados que en el club no era el único que tenía acceso a la caja o realizaba gestiones monetarias. Todo ello bajo un modelo de confianza de un "grupo de amigos" que administraban la entidad prácticamente con el mismo patrón desde Primera Regional, en una "hoja de excel".
En relación a la campaña de abonos de la temporada 15/16, por la que se le acusa de apropiarse de 15.474,34 euros, el extesorero ha mantenido la misma línea argumental. En este punto ha explicado que el dinero era ingresado en las cuentas bancarias del club o se dejaba en caja, de la que él tenía una llave, pero que existía otra en la sede para cuando "se necesitara". Además, durante ese periodo el programa informático del club daba "problemas" porque se estaba "actualizando", por lo que muchos de los asientos no aparecen reflejados en él.
También ha sido preguntado por los ingresos derivados por los autobuses fletados para la afición con motivo del partido de la final de la promoción de ascenso en Castellón por los que presuntamente se apropió de 9.900 euros, según el escrito del Ministerio Fiscal. Extremo que Antonio Zapata ha negado rotundamente, argumentando que ese dinero se utilizó para pagar gastos perentorios, como las nóminas de los jugadores, entre otros, pero que posteriormente se pagó el desplazamiento. "El dinero igual que entraba en caja, lo utilizaba para pagar facturas y proveedores", ha subrayado ante el tribunal presidido por Pío Aguirre.
El extesorero, asimismo, ha dejado claro que cuando manifestó a la directiva que pondría 30.000 euros de su bolsillo, una vez que se detectó el desfase contable, lo hizo bajo presión, con la intención de recuperarlos una vez que se realizara la auditoría y nunca autoculpándose del delito por el que es juzgado.
Tras la intervención de Antonio Zapata, han desfilado por la sala tanto exdirectivos, entre los que se encontraba el anterior presidente, Pedro Sáez, quien ha señalado al extesorero como máximo responsable de la gestión económica del club, como exjugadores, trabajadores y proveedores del Linares. Alguno de ellos ha reconocido haber percibido pagos que posteriormente no se recogían en documento contable alguno. La sesión ha acabado cerca de las tres de la tarde.
DE QUÉ SE LE ACUSA A ANTONIO ZAPATA
El escrito de acusación de Fiscalía sostiene que el acusado ejerció las funciones de tesorero de la entidad deportiva desde el 5 de junio de 2011 hasta el 16 de noviembre de 2015. Durante este tiempo fue la persona responsable de recaudar los pagos previamente autorizados por el presidente, así como de firmar junto con el presidente los talones, labores que hasta la temporada 2015/2016 venía cumpliendo "de forma meticulosa". Entre los meses de mayo a octubre de 2015, "con ánimo de obtener un beneficio económico injusto, procedió a alterar y manipular las cuentas de las mencionada entidad observándose un desfase contable que ascendía a la cantidad de 37.747,67 euros".
Se le acusa en concreto de haber manipulado las cifras relativas a la campaña de abonos de la temporada 2015/2016 para apropiarse de 15.474,34 euros. En este punto, ha indicado que él no era el único que hacía los abonos sino que cualquiera de la junta directiva estaba facultado para hacerlo, al tiempo que su abogado defensor ha dejado abierta la puerta a que se emitieran abonos que fueron regalados y no cobrados. Además, ha apuntado que esa temporada el programa para gestionar los abonos "estaba en pruebas y dio problemas". También se le acusado de haber alterado las cifras de un viaje a Castellón con fecha 31 de mayo de 2015 para presuntamente apropiarse de 9.900 euros procedentes del dinero aportado por la afición para acudir a dicho viaje y ver a su equipo de fútbol en directo, aspectos que ha rechazado de plano, al tiempo que se ha defendido que el dinero "igual que entraba en caja, lo utilizaba para pagar facturas y proveedores".
Igualmente, en lo que respecta a las partidas de gratificaciones, pagos de salarios a jugadores y cuerpo técnico "se produce igualmente otro desfase contable en la cantidad de 7.233,33 euros, ya que el acusado había incluido apuntes duplicados referentes a los mismos conceptos tales como farmacia, bocadillos o publicidad", algo que ha dicho desconocer ya que se limitaba a registrar las facturas que le iban dejando en una bandeja. A consecuencia de estas supuestas manipulaciones en la contabilidad, el Ministerio Fiscal cifra en 37.747,67 el perjuicio económico al club, cantidad que reclama el Linares Deportivo.
El Ministerio Fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito societario por el que pide que se le imponga una pena de dos años y seis meses de cárcel, además del pago de una multa de 3.000 euros. Del mismo modo, se le reclama desde Fiscalía que indemnice al club en 37.747,67 euros. También está personado en este procedimiento el club que ha sentado también en el banquillo a la mujer del extesorero sobre la que el Ministerio Fiscal no ha ejercido acusación.
El próximo lunes será el turno de los letrados para exponer las conclusiones finales y el juicio quedará visto para sentencia. Es la primera vez en la historia reciente de la entidad azulilla que se ve inmerso en asunto judicial de tal calado, por el que uno de sus directivos podría acabar en prisión.
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