La cesión del Convento Jesús María se pospone
Unos problemas con el inventario posponen la firma oficial para que el Obispado ceda la titularidad del convento al Ayuntamiento de Alcaudete
Cesión pospuesta. La firma oficial para que el Convento Jesús María pase a ser propiedad del Ayuntamiento de Alcaudete no se ha hecho hoy, como esta previsto. Problemas relacionados con el inventario posponen el acto oficial, que se celebrará "en las próximas semanas", según señalan fuentes municipales.
La sintonía entre el Obispado de Jaén y el equipo de gobierno que lidera Valeriano Martín es total. Que el asunto se retrase no cambia las intenciones de ambos actores: la cesión propiciará que el convento sea de titularidad municipal.
EL PATRIMONIO Y EL VALOR SENTIMENTAL
Unos técnicos visitaron la instalación, ubicada en la calle Jesús, hace meses para comprobar el estado del monasterio. La evaluación dejó patente que está en "semi ruina", de manera que recuperarlo y ponerlo en valor es muy complejo, tal y como confirman desde el Ayuntamiento.
Pese a que el edificio, que data del siglo XVI, no es quizá el elemento patrimonial más destacado del municipio, sí que tiene un valor sentimental notable para los vecinos de Alcaudete. En el pasado fue escenario habitual de monjas de clausura y de hermandades como la Virgen de las Nieves.
La actividad en el convento cesó abruptamente en 1996, cuando un muro cayó sobre una vivienda cercana y propició la muerte accidental de un matrimonio. A partir de ahí el convento se cerró.
La intención municipal siempre fue conseguir reabrirlo. En aquel momento arreglarlo resultaba sencillo y económicamente asequible, pero no se llegó a hacer aun cuando un colectivo presentó un proyecto para hacer una residencia en la zona de los patios.
El Ayuntamiento también movió ficha con vistas a recuperar el convento. En pleno de 2016 se aprobó por unanimidad la cesión gratitud por parte de la Diócesis de Jaén del antiguo monasterio. Queda por ver qué día se oficializa la firma y cómo tiene previsto el Ayuntamiento volver a darle vida, dado su estado decadente.
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