EL ABUELO, ¿PATRÓN DE JAÉN?
Al rebufo de la multitudinaria procesión de rogativas del pasado 1 de mayo, que evidenció la querencia de los jiennenses hacia el Nazareno, Lacontradejaén resucita el viejo anhelo de que la venerada imagen de Jesús de los Descalzos sea, oficialmente, el protector oficial de la ciudad
"El Nazareno de Jaén, 'el Abuelo', como así se le denomina a la imagen por su gran leyenda, es una de las tallas de mayor devoción popular en Andalucía y fuera de las fronteras. No ostenta el título de patrón de Jaén, pero sin serlo es la talla con más fieles y devotos en la ciudad y la provincia".
Con estas palabras expresaba el periodista cofrade de Pasión en Sevilla Manuel J. Rodríguez Rechi, allá por 2015, una de esas tantas paradojas como envuelven, desde hace siglos, a Nuestro Padre Jesús.
Verbigracia: sin capilla propia desde los años decimonónicos de la Desamortización de Mendizábal y en continuo peregrinaje hasta su regreso, en 2009, al Camarín; dotado de una belleza artística y una unción sagrada capaces de despertar las mayores pasiones y, sin embargo, a la hora de buscarle restaurador, convertido en blanco de manos tan desafortunadas como la que, en 1903, dicen que desfiguró su gesto original:
"Con todo, la restauración fue muy discutida, y un gran sector de la población estimó que se había desmejorado el rostro, opinión que nosotros oímos de personas ancianas todavía en la década de los años sesenta y que corroboraba Rafael Ortega Sagrista asegurando que su abuela doña María Bonilla quedó muy disgustada porque se hubiese tocado la imagen", narra el recordado cronista Manuel López Pérez en las páginas de Nuestro Padre Jesús Nazareno, leyenda, historia y realidad de la imagen y su Cofradía.
Solo un par de ejemplos que hacen palmaria una contradicción histórica y que tiene en el tema que capitaliza este reportaje otro de sus principales interrogantes: ¿Por qué no es 'el de los Descalzos' el patrón de Jaén?
HONORES Y DISTINCIONES
Desde 1588, fecha oficiosa de la fundación de su cofradía, hasta hoy mismo la imagen anónima de Nuestro Padre Jesús Nazareno acapara una interminable lista de distinciones y tributos.
Un sinfín de ofrendas recibidas, a lo largo de los siglos, a consecuencia de gracias o prodigios y que van desde algunas de sus túnicas (auténticas joyas) hasta cordones, coronas, objetos conmemorativos de rogativas como el ramo de espigas de plata de los labradores, de 1859 (desaparecido en la Guerra Civil y vuelto a ofrendar a finales de los 40), el escudo de la capital, las cruces de diario y de la marquesa, las llaves del hospital de apestados...
Una relación a la que se suman, también, condecoraciones civiles y militares y concesiones oficiales como las cinco calles en cuyos rótulos aparece su nombre, la de la medalla de oro de la ciudad, que recibió en un acto multitudinario a las puertas de la Catedral, en mayo de 1999, o las propias llaves de Jaén, que con motivo del 425 aniversario de su cofradía le fueron entregadas en 2013 y, a día de hoy, lucen en su capilla carmelitana.
Igualmente el título de real otorgado a su cofradía en tiempos de Isabel II, o el mismísimo bastón de mando del alcalde o alcaldesa, que cada Viernes Santo figura en el frontal del trono nazareno como una rotunda leyenda no escrita: "Ese día, quien manda en Jaén es Jesús, Él es el alcalde".
Nómina de parabienes a la que acaso solo le falta el preciado patronazgo de la capital. Caso curioso si se atiende a que la ciudad de Jaén no cuenta con patrón canónicamente establecido, por más que guías de turismo o historiadores 'titulados' en la universidad de las redes sociales se empeñen en asegurar que lo es San Lucas, titular de la feria grande de octubre.
Nada más lejos de la realidad, que puestos a hablar en serio lo cierto es que son dos las figuras que sí poseen, con todas las de la Ley, ese carácter.
UN NOMBRAMIENTO IMPOSIBLE
Santa Catalina de Alejandría (desde tiempos inmemoriales) y la Virgen de la Capilla, patrona principal así proclamada, en 1950, por el papa Pío XII, son las titulares oficiales.
Dos patronas cuya armónica convivencia convierten en objetivo imposible que El Abuelo pueda ser proclamado patrón de Jaén, como especifican las fuentes vaticanas de la Congregación de Sacramentos y Culto Divino consultadas por este periódico:
"Las personas divinas no pueden ser patronos, nunca el Dicasterio [departamento de la curia romana encargado de estos asuntos] ha confirmado un Cristo como patrono".
Más de uno alegará que el Crucificado de su pueblo sí que lo es, y ejemplos hay para sustentar dicha afirmación (el Cristo de Burgos en Cabra del Santo Cristo, la Vera Cruz de Orcera y Villacarrillo, el Mármol en Cambil...) La respuesta está en la normativa canónica:
"En alguna diócesis española el Ordinario ha dado su 'approbatio' pero, en primer lugar, la normativa no lo permite y, en segundo, sin la 'confirmatio' de Roma no tiene validez jurídica", sentencian desde la Santa Sede.
Con estos mimbres, ninguno de los tres pasos que debería seguir el Obispado para elevar la petición ('electio', 'approbatio' et 'confirmatio', indican las mismas fuentes) parecen tener sentido ni posibilidad de llevar a buen puerto un deseo que, con los papeles en la mano, tiene su origen en 1955.
Consultada la hemeroteca, precisamente a ese año remite la iniciativa de un cofrade ansioso de poder sumar el patronazgo de Jesús a su ya de por sí innumerable nómina de galardones, a quien prestaría altavoz, desde las páginas del ABC, el ilustre docente jaenero Manuel Mozas Mesa un par de ejercicios después.
Eso sí, ni la adhesión municipal y de la Diputación en unos momentos en los que Jaén se moría de ganas de tener por patrón al Abuelo lograron su objetivo. Porque no parece que, en los últimos años, esta demanda haya estado de actualidad:
"En todos los años que llevo en la junta de gobierno, nunca nos llegó esa petición; lo que sí me llegó a mí, independientemente de cuando se le concedió la medalla de oro de la ciudad, es que se le quería dar un título civil, y estando de alcalde José Enrique Fernández de Moya me comentó (aunque yo no era hermano mayor entonces) su intención de hacerlo hijo predilecto o similar, una vez miraran en el libro de distinciones del Ayuntamiento para ver si existía una figura en la que se pudiera encuadrar a Jesús o, en caso de que no la hubiera, dar a luz alguna", explica Ricardo Cobo, hermano mayor de la Cofradía del Abuelo.
En cuanto al patronazgo, Cobo afirma que se trata de un objetivo "muy complicado, excepto en esas imágenes que lo son sin confirmación del Vaticano". Al respecto, asegura: "Eso no es muy aconsejable en ningún tipo de cofradía, y mucho menos en la nuestra, con la trascedencia social que tiene y las magníficas relaciones que mantiene con el Obispado; eso sería abrir una caja de Pandora".
El máximo responsable de la hermandad nazarena concluye: "Aunque Nuestro Padre Jesús, en efecto, no es patrón de la ciudad, oficiosamente es como si lo fuera, en cuanto a su riqueza devocional. Tiene toda la devoción del mundo, pero compartimos más o menos patronazgo, hay casi una tricefalia con las patronas o con la Virgen de la Cabeza, que lo es de la diócesis".
Resumiendo: que aunque el palacio episcopal, 'motu proprio', determinase declarar patrón jaenero a Jesús de los Descalzos, su proclamación no obtendría el beneplácito vaticano. O lo que es lo mismo, que lo sería de hecho pero no de derecho. Es decir, que no lo sería.
Únete a nuestro boletín