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LA HERRADURA DE ANDRÉS SEGOVIA

LA HERRADURA DE ANDRÉS SEGOVIA

Por Javier Cano - Septiembre 16, 2023
Compartir en X @JavierC91311858

Los jiennenses que veranean en la playa de la pedanía sexitana se topan continuamente con el nombre o la imagen del universal genio linarense de la guitarra, que eligió el cerro del Morro para construir su casa más querida o da nombre al paseo marítimo herradureño, entre otros homenajes

"He llegado a la conclusión de que nada que hagamos los humanos tiene importancia". Humilde a rabiar, quien firma esta frase está considerado un auténtico genio universal de la música tras toda una vida dedicada a devolverle a la guitarra la categoría instrumental que disfrutó en siglos anteriores y a la que colocó en lugar privilegiado: el linarense Andrés Segovia

Marqués de Salobreña por la gracia de Juan Carlos I desde 1981, sin embargo es La Herradura (pedanía de Almuñécar en la que tuvo su residencia más querida, Los Olivos) donde el maestro se enseñorea de su paisaje urbano, a cuenta de los constantes tributos que la preciosa playa granadina le rinde. 

Calles en medio mundo, varios certámenes con su nombre, bustos, estatuas, título nobiliario y hasta un museo en la Ciudad de las Minas. Honras públicas no le faltan al músico, nacido en 1893 y fallecido en 1987.

Pero ahora que el verano agoniza, Lacontradejaén hace por alargarlo de la mano de un grande del mar de olivos cuya figura y obra copan la cotidianidad de uno de los destinos playeros preferidos por los jiennenses. 

UN MURAL EN PLENO CENTRO

Como muestra la fotografía que abre este reportaje, el característico perfil de Andrés Segovia abrazado a su sonanta no solo forma parte de la memoria sentimental de la pedanía sexitana, sino que le puebla también su trazado urbano. 

Precisamente una de sus calles más típicas, Escalera Alta (a cuatro pasos de la plaza de la iglesia), es el soporte sobre el que los herradureños disfrutan del más reciente homenaje tributado al creador del Estudio sin luz

Firmado por el artista Nesui (uno de los más prestigiosos muralistas andaluces de la actualidad), la obra muestra al maestro nacido en Linares en plena ejecución de una pieza, con la particularidad de que la propia orografía de la calle obligó al pintor plasmar al retratado sobre las propias escaleras, en un habilidoso juego cuyo resultado impresiona. 

Inaugurado en enero de este año, toma como referencia la portada de uno de los discos más celebrados del protagonista de este reportaje, dedicado a las composiciones de Tárrega y publicado en 1962.

 Placa del monolito del Paseo Marítimo Andrés Segovia. Foto: Javier Cano.
Placa del monolito del Paseo Marítimo Andrés Segovia. Foto: Javier Cano.

TODO UN PASEO MARÍTIMO Y UN GUIÑO EN EL EMPEDRADO

De 2011 data el monolito que, en pleno paseo marítimo de La Herradura, justifica su denominación. Firmado por Amalia, en él puede leerse: "El pueblo de La Herradura en homenaje a un vecino entrañable y músico genial. Acordó darle el nombre de D. Andrés Segovia al Paseo Marítimo de La Herradura. 30-06-1983".

Sobre la placa campean una guitarra y las notas musicales que esta vierte, en una simbólica y artística composición en honor del maestro, que precisamente aquel año, hace ya cuatro décadas, fue nombrado hijo adoptivo tanto de La Herradura como de Almuñécar y acrecentó, así, su vastísima colección de condecoraciones, homenajes y parabienes a lo largo y ancho del mundo. 

Hacia adentro, camino de las alturas herradureñas, en plena calle Canalejas (una de las arterias peatonales de la localidad), tiene lugar un auténtico guiño a la memoria del maestro. 

Y es que sobre el empedrado de esta vía urbana, típica donde las haya, el Ayuntamiento ha tenido la sensibilidad de hacer presente una guitarra y una nota musical, en honor de Segovia. Y no solo eso, que para personalizar aun más el tributo, no faltan en la composición las gafas del linarense y una pequeña herradura, que evidencia el vínculo entre el artista y el pueblo que escogió para sus días de asueto.  

Hasta ahí, nada extraordinario. Pero si se tiene en cuenta que justo a la altura donde se hallan estas alusiones al recordado instrumentista abre sus puertas, cada día, el taller de un guitarrero, la cosa cambia. 

 Los detalles alusivos al maestro linarense de la guitarra son visibles en diferentes puntos de La Herradura. Foto: Javier Cano.
Los detalles alusivos al maestro linarense de la guitarra son visibles en diferentes puntos de La Herradura. Foto: Javier Cano.

LOS OLIVOS

De mediados de los 60 del pasado siglo XX es la gran finca Los Olivos, obra de los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró situada en la colina o cerro del Morro, en la Punta de la Mona

"La anclaste en el espacio más alto, atalaya para contemplar el paisaje, de esa colina, en cuya base se agrupa La Herradura, blanca aldea, nietecilla de Granada. Es un oasis de frescura interior", escribió el propio Andrés Segovia a su amigo Higueras en una carta, tras comprobar las bondades de la vivienda. 

Para llegar a ella desde la pedanía, hay que tomar la carretera N-340 y, después de recorrer casi un kilómetro, girar hacia la izquierda en la calle el Morro, en cuyo número 21 se levanta la propiedad. 

A su entrada, unas letras doradas identifican Los Olivos, junto a un portón donde Segovia ordenó colocar la inicial de su nombre muy cerca de la de su última esposa, Emilia, que ahí siguen tantos años después de la marcha del linarense. 

Actualmente en manos de un devoto inglés del maestro, el propietario ha mantenido prácticamente intacta la finca, donde es reconocible la huella de su anterior dueño en multitud de detalles. Sin embargo, y en homenaje al músico, se han incorporado nuevos elementos como la gran guitarra que preside el acceso a la casa, y otra más pequeña que sale al paso en uno de los preciosos jardines. 

Amable y generoso con quienes admiran al guitarrista, el actual dueño no suele negar el placer de visitar el inmueble (y sus impresionantes vistas hacia el mar) a quienes así lo solicitan.

 Entrada a Los Olivos, la gran casa que Segovia se construyó en el cerro del Morro de La Herradura. Foto: Javier Cano.
Entrada a Los Olivos, la gran casa que Segovia se construyó en el cerro del Morro de La Herradura. Foto: Javier Cano.

CERTAMEN INTERNACIONAL

Con treinta y ocho ediciones ya en su historia, el Certamen Internacional de Guitarra Clásica 'Andrés Segovia' atrae hasta este pueblecito marinero a un buen número de instrumentistas.

El concurso, que en 2019 recibió la medalla al mérito de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias, de Granada, cuenta con un jurado de esos que apabullan; casi tanto como los premios que concede, con un primero dotado con "diez mil euros y una guitarra de concierto modelo 'Maestro' edición especial 'Andrés Segovia', del luthier de La Herradura Stephen Hill", según especifican las bases de esta ensolerada cita. 

Cabe destacar, por cierto, que entre los directores de esta prestigiosa convocatoria estuvo el recordado gestor cultural ubetense Diego Martínez, fallecido en 2020. 

Queda claro, pues, que la huella del genio tiene en suelo herradureño una de las principales estaciones de la ruta 'segoviana', que comienza en su Linares natal, pasa por Villacarrillo y Jaén capital, Granada, Madrid... y de ahí al resto del mundo. 

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COMENTARIOS

Angel Ruiz Garcia

Angel Ruiz Garcia Septiembre 16, 2023

Con el aroma de mis comunitarios jazmines y mirando al sur, tras leer estas javiereñas letras me he sentido casi como en "Los Olivos". Gracias.

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