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AQUELLA GRAN PROMESA MALOGRADA DEL FÚTBOL JIENNENSE

Por Javier Cano - Junio 21, 2025
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AQUELLA GRAN PROMESA MALOGRADA DEL FÚTBOL JIENNENSE
Juli Anguita, en una fotografía de los años sesenta. Foto: Archivo de Javier Cano.

Julián Anguita Martos, o lo que es lo mismo, 'Juli el hijo de Brígido', vio truncada su ascendente trayectoria deportiva en agosto de 1968, cuando un accidente de tráfico segó su vida el mismo día de la boda de su hermana mayor, para lo que se trasladó desde Barcelona sin volver jamás al filial blaugrana

Aquel 2 de agosto de 1968 debía de hacer más o menos el mismo calor que la Ciudad del Lagarto se gasta hoy sábado, en los estertores de junio, aunque no fueron los rayos del lorenzo lo que ascendió a las efemérides locales, sino la trágica pérdida de una de las más prometedoras figuras del fútbol jiennense

Julián Anguita Martos (Jaén, 1949) se llamaba aquel muchacho que a saber dónde hubiera llegado si la vida no le hubiese sacado tarjeta roja cuando tan solo contaba diecinueve años de existencia, ya con una trayectoria más que prometedora a sus espaldas como deportista, aunque para sus paisanos de posguerra siempre fue 'Juli el hijo de Brígido', o como evoca su hermana Manuela, "el Ufarte de Jaén": "Lo llamaban así", recuerda. 

 Foto de familia de María y el conocido hostelero Brigido con sus hijos. Foto: Archivo de Javier Cano.
 Foto de familia de María y el conocido hostelero Brigido con sus hijos. Foto: Archivo de Javier Cano.

Cuarto hijo del matrimonio formado por el legendario hostelero Brígido Anguita Martos y su esposa, María Martos Armenteros, desde muy temprano mostró aptitudes para el deporte del balón: "Le gustaba el fútbol desde chiquitillo, era inquieto, nervioso, hiperactivo y jugaba en La Fontanilla y en todos los sitios donde había campo para jugar", rememora Manuela, una pequeña de tan solo diez años cuando su hermano dejó este mundo. 

Así (como tantas carreras modestas o de relumbrón) empezó la historia balompédica de Juli Anguita, quien en cuanto pudo se acercó al universo del Real Jaén (el de Antoñete), llamó a sus puertas y se enfundó la camiseta blanca. 

"Empezó con los jovencillos hasta entrar en el Real Jaén, pero no le daban la carta de libertad y entre medias jugó poco tiempo también creo que en el Torredonjimeno; lo reclamaban desde Elche, allí jugó unas temporadas y se lo llevaron al Atlético Cataluña", comenta Manuela Anguita Martos. 

¿Compañeros de camino? "Paco Carrillo, Zurita, Astorga, Manu Valderas...". Ya con el número 7 en su camiseta, las ilusiones de Juli se fueron encaminando hacia la realidad en tierras catalanas, donde el filial barcelonista vio en él un diamante por pulir. 

Y es que, como recuerdan las crónicas, "era un chaval pequeñito pero con una fuerza, una velocidad y un fútbol superior".

 Foto: Archivo de Javier Cano.
Foto: Archivo de Javier Cano.

ACCIDENTE MORTAL EN PLENA BODA

Toda una vida por delante, un futuro más que halagüeño que la carretera segó de cuajo el mismo año que ETA inauguraba su terrible listado de víctimas premeditadas. 

¡Quién se lo iba a decir a aquel joven jaenés que brillaba en Matemáticas en el colegio de los Ángeles, de don Manuel Moya, y escogió los idiomas en la Ciudad Condal, cuando tomó el autobús que lo traería al mar de olivos con el mejor de los planes: celebrar la boda de su hermana mayor, María?

"Él no conducía ni tenía coche; y después de la boda, como a las doce cerraban todo en Jaén, la gente se iba a los bares de carretera; yendo a Los Pinos, él iba de copiloto y se llevó el impacto mayor".

Una noticia que corrió como la pólvora en la capital: "Fue muy sonado el accidente, Julián ya tenía su nombre en el fútbol de Jaén", asegura su hermana, y apostilla: "Para la familia fue un palillazo, además el que conducía era el cuñado de mi hermana la que se había casado; mi padre sufrió mucho".

No dejó mujer ni hijos: "Dicen que tenía una novia en Barcelona, pero no llegamos a conocerla", comenta Manuela. Lo que sí sabían todos los que lo trataban era de su personalidad, "muy buena gente, muy agradable, amigo de sus amigos, muy querido".

Tras unos años en el viejo cementerio de San Eufrasio, en la sepultura número 7 de la sección Virgen del Pilar del nuevo o de San Fernando reposan los restos mortales de Juli Anguita, 'el Ufarte de Jaén', junto con los de sus padres y dos de sus hermanos. 

 Sepultura de la familia Martos Anguita en el cementerio jiennense de San Fernando. Foto: Archivo de Javier Cano.
Sepultura de la familia Martos Anguita en el cementerio jiennense de San Fernando. Foto: Archivo de Javier Cano.

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