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JAÉN, MAR DE OLIVOS... Y DE ORQUÍDEAS

Por Javier Cano - Agosto 03, 2024
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JAÉN, MAR DE OLIVOS... Y DE ORQUÍDEAS
Mercedes Pérez Camacho, rodeada de orquídeas en La Aquisgrana. Foto cedida por Mercedes Pérez Camacho.

De las 104 especies de 'orchidaceae' presentes en la Península, 57 crecen tanto en la capital jiennense como en el resto de la provincia. Una singular riqueza botánica que pone al Santo Reino a la cabeza de Andalucía y que puede convertirse en un nuevo y creciente foco de atracción para un turismo que ya es realidad en otros territorios de España, Europa y el mundo

"Con los datos que tenemos ahora mismo en Andalucía, Jaén es la provincia más rica en orquídeas", asegura el biólogo y especialista en estas flores Juan Luis Hervás Serrano.

Un jiennense dedicado a estudiarlas desde hace años, autor de una amplia bibliografía que lo convierte en todo un especialista en esta especie de "seres prodigiosos, inverosímiles, hijos de la tierra sagrada, del aire impalpable, de la cálida luz", como el decimonónico francés Guy de Maupassant pone en boca del abogado de la señora Chasel en Un caso de divorcio, uno de sus cuentos de mejor perfume literario. 

¿Lo sabían ustedes, se lo imaginaban siquiera? Pues vaya que sí, que aparte de un mar de olivos estas tierras cobijan también "prados y prados enteros de orquídeas", según Hervás. 

Una singular riqueza botánica que sitúa al Santo Reino a la cabeza de la comunidad autónoma andaluza y que, si se trabaja para ello, puede convertir Jaén en un nuevo y creciente foco de atracción:

"Hay un turismo de orquídeas en España y también en el extranjero, ¿para qué vamos a hacernos kilómetros y kilómetros si las tenemos tan cerca y de esta manera, además, las ponemos en valor?", se pregunta Mercedes Pérez Camacho, otra apasionada de aquí que ha encontrado en los ejemplares silvestres de esta planta una vocación acaso dormida hasta ahora.

"Desde que me jubilé [ha sido profesora de Griego], paseamos por los alrededores de Jaén y hemos localizado cantidad de orquídeas; me empezó a enamorar este mundo, ¡y no soy bióloga ni botánica!, simplemente una aficionada. Mirando en internet, consultando bibliografía, comparando y contemplando he llegado a distinguir bastantes orquídeas y a saber por dónde andan por la provincia", apostilla Pérez Camacho. 

En pleno mes de agosto y con lo que el sol suelta por esa boquita suya estos días, toca un reportaje que persigue ser refrescante y, por lo pronto, invita (de la mano experta de quienes mejor conocen el tema) a coger cantimplora y mochililla (o simplemente aprovechar que se saca al perro) para echarse a andar en busca de orquídeas silvestres: todo un descubrimiento. 

 Ejemplar de orquídea silvestre localizada en Despeñaperros. Foto: Juan Luis Hervás.
Ejemplar de orquídea silvestre localizada en Despeñaperros. Foto: Juan Luis Hervás.

LOS JARDINES DE JAÉN CAPITAL, UN CASO "RARO"

Antes de abordar un itinerario provincial, y por la singularidad que implica, Lacontradejaén se detiene en la capital jiennense para dar noticia de lo que Juan Luis Hervás califica como eso precisamente: un caso extraño, peculiar, quizás único:

"Por el Sur es bastante raro que aparezcan orquídeas en los parques urbanos, normalmente son campestres; en el norte de la Península es más corriente, pero yo no conocía ningún caso en Andalucía, puede que lo halla pero no lo sé", constata. 

O lo que es lo mismo, que la Ciudad del Lagarto puede presumir también de contar en algunos de sus jardines con ejemplares de orquídeas, todo un hito vegetal:  

"Las conocí a través de Mercedes [Pérez Camacho], fue algo nuevo para mí", confiesa el biólogo, y apostilla: "En la provincia hay 57 especies, y de ellas 15 o 16 están en la capital". Un hallazgo que Pérez se resiste a atribuirse pero que, escuchándola, queda claro que le debe mucho no, lo siguiente:

"Desde que me jubilé me he dedicado, junto con mi marido, a pasear por jardines de Jaén a ver si había orquídeas". ¿Que por qué? "Me gustan las orquídeas, y es también un ejercicio mental a la hora de aprenderme sus nombres y de reconocerlas", explica la profesora, tan a los pies de estas flores nacidas según el 'calendario natural' como contraria a las que se pueden adquirir en las tiendas del ramo (nunca mejor dicho): "Esas no me gustan, son cultivadas". 

Las mismas que la familia del escultor Pedro Ruiz Fernández (floristeros de toda la vida) facilitaba al pintor Francisco Cerezo para que el maestro villargordeño del pincel firmara uno de sus soberbios bodegones, o convirtieron al detective Nero Wolfe (criatura de Rex Stout) en todo un friki orquídeo.

Y es que, con palabras de Juan Luis Hervás, aunque hay quien puede confundir unas con otras, las silvestres "no guardan similitud con las de las floristerías, que suelen venir de zonas tropicales y se cultivan": "Estas silvestres, si las sacas del campo, lo más probable es que mueran", argumenta.

Con estos mimbres, y teniendo en cuenta lo inédito de la presencia de esta especie en los jardines jaeneros, cabe hacerse la pregunta del millón: ¿Cómo han llegado hasta aquí?

"No lo sé", confiesa, sin ambages, Juan Luis Hervás, en tanto apunta posibilidades: "Produce miles de semillas cada planta, microscópicas, y algunas consiguen germinar. Habrán llegado 'a bordo de una persona', adheridas a alguien, por el viento o incluso por el agua". 

Como deja más que claro el biólogo, desde luego recursos expansivos no le faltan a esta flor que inspiró una de sus más fragantes frases al mismísimo Confucio, hace la tira de tiempo: "Cuando dos amigos se entienden completamente, las palabras son suaves y fuertes como el perfume de las orquídeas". Ahí queda eso.

No en vano, la etimología no hace sino confirmar el carácter 'sexy' de estas flores, cuya denominación se traduce en 'forma de testículos'. Si a ello se añade su 'poder de persuasión'...

"La orquídea silvestre puede adoptar la forma de la hembra del insecto, para atraer al macho y que se vaya lleno de semillas; a veces, también, le ofrece cobijo y, cuando se marcha, lo hace impregnado". La inteligencia de las plantas, que defiende y divulga el botánico italiano Stefano Mancuso desde su despacho de la Universidad de Florencia. 

 Portada de la Guía de orquídeas silvestres de los parques y jardines de Jaén, editada por el Ayuntamiento jiennense.
Portada de la Guía de orquídeas silvestres de los parques y jardines de Jaén, editada por el Ayuntamiento jiennense.

UNA GUÍA CON SELLO JIENNENSE

Aquellos paseos de Pérez Camacho y su esposo por los espacios verdes de la capital a la búsqueda de orquídeas silvestres han trascendido el ámbito familiar y han dado carta de naturaleza a la publicación de una Guía de orquídeas silvestres de los parques y jardines de Jaén, con el sello editorial del Ayuntamiento jiennense:

"Los adjetivos y sustantivos con que se denominan las orquídeas que crecen en Jaén revelan la gran diversidad de esta especie inserta en el ecosistema de la capital. Aquí crece la orquídea pobre, la piramidal y la robertiana. También la abejera, la abejorro, la oscura y la amarilla. E igualmente germinan las orquídeas espejo, araña, avispa, hombre y gallos", escribe el alcalde, Agustín González, en el prólogo del opúsculo. 

El regidor concluye: "La guía aproxima a la ciudadanía a una realidad: las zonas verdes de Jaén son hábitats idóneos para el crecimiento de numerosas variedades, todas de gran belleza, de esta flor, que comparte espacio con otras especies, aparentemente más humildes, pero también básicas para la cristalización de un ecosistema único del que se benefician todos los jiennenses".

Un libro coral, impulsado por la Concejalía de Medio Ambiente, con "información acerca de la composición florística de la familia de las orquídeas, así como fichas descriptivas de las especies silvestres de orquídeas que se pueden encontrar en los parques y jardines de la ciudad de Jaén" y en el que late el noble anhelo de Pérez Camacho de proteger y difundir esta riqueza local, aunque ella, en un gesto de modestia, se autodespoje de cualquier mérito. Su nombre, sin embargo, figura entre los agradecimientos expresados en la publicación por parte del Ayuntamiento. 

"Me fui a la concejalía y les dije que a ver si podían no podar las orquídeas; me ha costado dos o tres años conseguir que este año dejaran algunas flores sin podar y poder reconocer orquídeas, porque por las hojas basales yo no sé reconocerlas, eso lo hacen los botánicos y biólogos". 

Todo un logro el de esta jiennense, si se atiende a que "los jardineros quieren que los jardines estén bien cuidados, podados; eso es algo fundamental para un parque, pero perjudicial para la orquídea", confirma y pone como ejemplo (no hay más que acercarse allí) "el parque que hay al lado de los Bomberos": "Este año hemos conseguido que lo dejaran sin podar; estaba feo el parque, pero ha sido la única manera de ver las orquídeas, y se han localizado", celebra. 

Al respecto, Mercedes Pérez Camacho deja en el aire una suerte de aviso para navegantes: "En la Alameda también tiene que haber, pero como está tan perfecta no las dejan crecer". 

 Hervás y Pérez, en pleno hallazgo de ejemplares. Foto cedida por Mercedes Pérez Camacho.
Hervás y Pérez, en pleno hallazgo de ejemplares. Foto cedida por Mercedes Pérez Camacho.

LA PROVINCIA, UNA RUTA "MARAVILLOSA"

Fuera de los límites de la ciudad de Jaén, la provincia se ofrece como una auténtica "maravilla" (en palabras de Hervás) en esto de las orquídeas. 

De su pluma han salido un libro, Orquídeas silvestres de Sierra Morena de Jaén ("una gran guía", suscribe Pérez Camacho) y multutid de artículos en revistas botánicas especializadas, en los que da cuenta de la "riqueza" del mar de olivos en el ámbito que capitaliza este reportaje. 

Desde la perspectiva que le concede su carácter de experto en la materia, el biólogo enumera una serie de espacios jiennenses susceptibles de conformar una futura ruta de las orquídeas, visitable principalmente "en la época de invierno-primavera, cuando se desarrollan estas plantas; se podría hacer un recorrido entre febrero y mayo", aclara. 

"La Aquisgrana, en La Carolina, es como un parque público en el campo, una zona con 15 o 16 especies diferentes", detalla, y añade: "Sierra Morena y sus estribaciones, o la sierra de Segura, que tiene una población de orquídeas diferentes muy interesante, así como El Condado, que es otra maravilla, o Sierra Mágina". A esta amplia relación suma Mercedes Pérez Camacho Torredelcampo, Jamilena, Marmolejo, La Aliseda...

Pero, ¿con qué objetivo? ¿Qué justifica la existencia de este itinerario, que en La Aquisgrana goza ya de esa consideración pero que podría hacerse extensivo al resto de puntos citados? 

"Son parte de nuestro patrimonio botánico, y tenemos que conservarlo. Hay gente que está interesándose por las orquídeas, tanto aficionados como estudiosos", manifiesta Hervás, convencido de que la 'rentabilidad' de esta propuesta trascendería a la particularidad: 

"Se organizan jornadas todos los años en Málaga y en Granada, desde allí han venido a ver orquídeas de nuestra provincia; de hecho, y aunque poco a poco, esta primavera ha venido bastante gente, han contactado conmigo personas que están haciendo trabajos o simplemente quieren contemplarlas, disfrutarlas", según el biólogo.

Y es que, en sus palabras, "es un turismo desarrollado en otras zonas, que va conociendo que Jaén tiene mucha riqueza en este ámbito y que cuando acude a jornadas, se pasa tres o cuatro días en un lugar, con el impacto económico en alojamiento, restauración o transporte que ello implica": "Jaén podría entrar dentro de esas rutas, si alguien lo trabaja", concluye.

Difundir, divulgar..., sí, pero con todas las precauciones del mundo, hasta el punto de enmendarle la plana al propio Oscar Wilde, cuando escribió en El retrato de Dorian Gray: "Ayer corté una orquídea para mi ojal. Era una cosa maravillosa, toda moteada, de esas que causan tan buena impresión como los siete pecados capitales". De cortarlas, ¡nanay!

"Tomar fotos, contemplarlas... Está prohibido cogerlas, hay que concienciar a la gente, están protegidas", exclama Mercedes Pérez, que en sus diferentes desplazamientos por España a la búsqueda de orquídeas silvestres ha podido conocer cómo las preservan por ahí: "En el Pirineo, en el campo, he visto perimetrar con alambres electricificados zonas de orquídeas, y en un edificio de Moneo a las afueras de Huesca también, conviviendo con zonas podadas".

Ambos coinciden en este punto, en el interés de que exista una ruta pero, también, en el posible "impacto negativo" que podría tener si no se hace de una manera adecuada: "Si acude mucha gente, un grupo de cincuenta personas, lo pisotea todo; en otros sitios hacen grupos reducidos, hay que buscar una solución para casar ambos intereses". Respeto, se llama. 

 Mercedes Pérez fotografía una orquídea en los Pirineos. Foto cedida por Mercedes Pérez Camacho.
Mercedes Pérez fotografía una orquídea en los Pirineos. Foto cedida por Mercedes Pérez Camacho.

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