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¿JIENNENSE, EL PRÓXIMO EN SALIR?

¿JIENNENSE, EL PRÓXIMO EN SALIR?

Por Javier Cano - Abril 29, 2023
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Tras la exhumación de Primo de Rivera, Lacontradejaén remueve el asunto para saber si en los planes de las familias está sacar a sus parientes de Cuelgamuros

Hasta el pasado martes, los restos mortales del líder falangista José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia (Madrid, 1903-Alicante, 1936) reposaban en el antiguo valle de los Caídos, oficialmente valle de Cuelgamuros desde octubre del año pasado. 

Allí descansaba su cadáver junto a la aproximadamente treintena de jiennenses sepultados en la basílica (veintisiete en el Listado de Víctimas Enterradas en el Valle de los Caídos creado por el Ministerio de Justicia en 2011 y uno más, veintiocho, si se atiende al Buscador de Fosas del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, refrescado en 2021).  

Una 'vecindad' que, por cierto, comparte desde hace unos días con otros hijos de Jaén en el madrileño cementerio sacramental de San Isidro, en cuya tumba familiar tiene su 'nueva' sepultura el fundador de Falange Española.

Nombres ilustres de aquí a quienes dieron tierra en este singular camposanto cuyo primer enterramiento se celebró nada menos que en 1814.

Entre otros, el célebre escultor santistebeño (y actor de la lorquiana Barraca) Jacinto Higueras Cátedra (1914-2009); la soprano de Lupión Amalia Ramírez (1834-1918); la creadora del Sorteo del Niño de la Lotería Nacional, María del Carmen Hernández Espinosa, duquesa de Santoña, o el abogado villacarrillense Luis Javier Benavides Orgaz (1951-1977), uno de los abogados caídos en la matanza de Atocha. 

Hoy, Lacontradejaén remueve el asunto y, de la mano de nombres propios relacionados con la memoria histórica y familiares de personas supuestamente enterradas en Cuelgamuros, intenta dar respuesta a una pregunta: ¿Será un jiennense el próximo en salir del valle?

 En esta sepultura de la Sacramental de San Isidro reposan los restos de José Antonio Primo de Rivera tras su traslado desde Cuelgamuros. Foto: Facebook.
En esta sepultura de la Sacramental de San Isidro reposan los restos de José Antonio Primo de Rivera tras su traslado desde Cuelgamuros. Foto: Facebook.

ENTERRADOS EN EL VALLE

Según las fuentes consultadas por este periódico, los restos de los jiennenses que oficialmente yacen en el valle proceden de sendas fosas de cementerios de la provincia, en concreto del de San Fernando (Jaén capital) y el municipal de Arjona. 

Del primero (veintisiete víctimas), llegaron a la basílica en 1959, en tanto del camposanto urgavonense (una víctima), el traslado aconteció en 1965. Pero, ¿es esta treintena de hijos del mar de olivos, efectivamente, la única que puebla la cripta de la sierra de Guadarrama. 

Miguel Ángel Valdivia Morente, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Jaén, asegura que, a lo largo de las décadas, las inhumaciones en el que fuera panteón de Franco se sucedieron sin que, necesariamente, haya quedado constancia oficial en los datos aportados por el ministerio:

"Se metía también a gente sin permiso de los familiares, o comprando voluntades, concediendo una pensión de viudedad o de orfandad a cambio de dejar desenterrar unos restos y trasladarlos al valle de los Caídos. Yo conozco un caso, por ejemplo".

De ahí que, repasando los listados, algún nombre sobre, falte o, directamente, nunca haya estado en la nómina de enterrados bajo la colosal edificación. 

Sea como fuere, lo que sí certifica Valdivia es que al colectivo que preside no ha llegado, directamente, ninguna solicitud expresa que reclame el cuerpo de una víctima de la Guerra Civil; expresamente no, aunque sí de forma "velada":

"Sabemos de una persona que tiene allí a su abuelo, no nos ha dicho nada de exhumarlo, así, claramente, pero sí sabemos que su madre recibió una pensión de orfandad", apostilla el presidente. 

En cuanto a la posibilidad de que los otros jiennenses salgan, alguna vez, de su enterramiento actual lo tiene claro: "Si quieren sacarlos, podrán sacarlos. Es aplicar la Ley de Memoria Democrática de 20 de octubre de 2022, y lo mismo que han salido Franco y José Antonio podrán salir los republicanos cuyas familias así lo pidan. Empezaron unos hermanos en Aragón y ya hay ciento veintiocho peticiones".

Un número considerable que, por ahora, no incluye ninguna demanda procedente del Santo Reino, de forma que (hasta nueva orden) los cadáveres jiennenses de Cuelgamuros continuarán bajo la inmensa cruz que corona el valle: 

"Si no lo pide nadie, se quedarán allí; aquello se va a resignificar, ya no será un monumento de tipo fascista, sino una especie de museo de la memoria", aclara Miguel Ángel Valdivia. 

 Pedro Pedro Alonso Higueras Rojas, una de las víctimas posiblemente enterradas en Cuelgamuros, en una fotografía ataviado a la usanza árabe, durante el periodo que pasó en tierras marroquíes. Foto rigurosamente inédita, cedida por Paz Garnica Higueras.
Pedro Pedro Alonso Higueras Rojas, una de las víctimas posiblemente enterradas en Cuelgamuros, en una fotografía ataviado a la usanza árabe, durante el periodo que pasó en tierras marroquíes. Foto rigurosamente inédita, cedida por Paz Garnica Higueras.

EL CASO DE PEDRO ALONSO HIGUERAS ROJAS

Un buen ejemplo de esa falta de certeza en torno a la localización de personas caídas durante la Guerra Civil o posteriormente, durante la represión, es el caso del alcaudetense Pedro Alonso Higueras Rojas, de quien su propia nieta, Paz Garnica Higueras, desconoce el paredero exacto: 

"No lo sabemos con seguridad, lo que sí sabemos es que lo fusilaron en Sevilla el 26 de enero del 37; cuando una prima mía fue a preguntar dónde estaban enterrados los que mataron en esas fechas, en el cementerio le dijeron que Franco, a la chita callando, había hecho dos incursiones o algo así y se había llevado restos (¡con una excavadora, vamos!) al valle de los Caídos. Es decir, que allí puede haber tibias y peronés de unos y otros, mezcladas".

Aún así, sin constancia oficial, la única referencia que maneja la familia es esa: que Higueras fue asesinado en la capital andaluza y, luego, pasados los años, trasladado a Cuelgamuros: "Mi hermana encontró la inscripción de la defunción en el Registro Civil de Sevilla, dictada por un juez en 1940, más o menos. Pero ahí no dice nada sobre dónde está enterrado.  

Hombre de interesante biografía, vio la luz en el municipio alcaudetense, donde su padre ejercía la medicina: "Nosotros procedemos, realmente, de los Higueras del convento de Sabiote", comenta Paz Garnica. 

"Era un intelectual total, socialista y republicano, que incluso conoció a Pablo Iglesias mientras estudiaba la carrera de Minas en Madrid, y visitaba con él y otros amigos la taberna Casa Labra, donde tenían la tertulia", añade. 

Por aquellos años, precisamente, eclosionó la significación política de Higueras Rojas, quien andando el tiempo llegaría a ser candidato "en las primeras elecciones de la República por el PSOE": "No salió elegido y abandonó la política activa", asevera su nieta. 

Padre de cinco hijos y abuelo de treinta y tres nietos, el alcaudetense firmó libros como Camino del Sol; El Islam, Marruecos; Invitación al Amor y la Piedad; Europa (1918), Crítica social; Nuestro Tiempo (apuntes y comentarios); Cultura y riqueza (líneas y apuntes para el planteo de las dos grandes cuestiones sociales)... Y Las Democracias, de 1924, que le procuraría cierta notoriedad (y quebraderos de cabeza) a cuenta de una dedicatoria:

"Se lo envió, dedicado, a Miguel Primo de Rivera, y tuvo una citación para que se presentara en un juzgado". Así empezó para él un peregrinaje que, primero, lo llevaría a tierras de Marruecos y después a Sudamérica (ayudado por su hermano Alfonso Higueras Rojas, fallecido en 1946 con la graduación de coronel y alcalde de Úbeda entre 1939-1941), para volver a España en la etapa de la Dictablanda", explica Garnica Higueras. 

Tras su fusilamiento, Pedro Alonso Higueras dejó viuda y cinco hijos, si bien en tiempos de la República el matrimonio había decidido poner fin a su relación y consumó un divorcio que, sin embargo, fue anulado durante la dictadura posterior. 

"A mi abuela le notificaron que le correspondía una pensión de viudedad, y tenía una carpeta donde anotaba lo que le tenían que pagar, pero al final no pudo cobrarlo, porque murió antes de morir Franco (concretamente en enero de 1975). Mi tía y mi madre, posteriormente, si pudieron cobrar como huérfanas de ingeniero de minas y como huérfanas de fusilado de guerra", concluye Paz Garnica, que pese a la dificultad que presenta a priori el caso de su abuelo, lo tiene más que claro: 

"A mí me gustaría buscarlo, aunque me imagino que ya solo quedarán trozos y que pueden estar en Sevilla o en Madrid".  

 Partida de defunción de Pedro Alonso Higueras. Foto cedida por Paz Garnica.
Partida de defunción de Pedro Alonso Higueras. Foto cedida por Paz Garnica.

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