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XYLELLA FASTIDIOSA: DE LA ALARMA AL CONTRAATAQUE ANDALUZ

XYLELLA FASTIDIOSA: DE LA ALARMA AL CONTRAATAQUE ANDALUZ

Por Esperanza Calzado - Julio 12, 2025
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Dos investigaciones punteras de las universidades de Jaén y Córdoba abren una nueva vía sostenible para frenar a la bacteria que amenaza los olivares europeos. El objetivo es proteger el tesoro verde de Andalucía sin recurrir a productos químicos

El campo jiennense vivió, entre 2017 y 2018, uno de los episodios de mayor inquietud colectiva en años. Bastó con la confirmación de un caso de Xylella fastidiosa en un vivero ornamental de Almería para que el miedo calara hondo entre los agricultores. En localidades como Guarromán, técnicos comenzaron a tomar muestras y, aunque ninguna dio positivo, la alerta se extendió como la propia bacteria a la que todos temían.

La noticia de un olivo infectado en Villarejo de Salvanés (Madrid) apenas unos días antes había encendido las alarmas. Y es que por primera vez, la enfermedad se acercaba peligrosamente al corazón del olivar andaluz.

Se llevaron a cabo reuniones de urgencia, se emitieron comunicados municipales, se elaboraron planes de contingencia y se intensificó la vigilancia. La Junta de Andalucía reforzó los protocolos de control, se analizaron miles de muestras vegetales y se intentó calmar a un sector olivarero que, en ese momento, ya enfrentaba una crisis de precios que más tarde llevaría al 'espíritu de las batallas'.

En Jaén, la palabra "Xylella" se convirtió en sinónimo de temor. Era una amenaza invisible que nunca llegó a materializarse, pero que infundía el miedo de perder cosechas, economías familiares e incluso una forma de vida.

En octubre de 2013, se detectó por primera vez en Europa, en la región de Apulia (sur de Italia), afectando a los olivos, a pesar de que hasta ese momento este cultivo no había sido considerado uno de sus principales hospedadores. Hasta abril de 2025, según el último informe del observatorio de la Junta de Andalucía, la Xylella fastidiosa también se ha detectado en otras regiones de Italia, como Toscana, Apulia, Lazio y Basilicata.

A pesar de que nunca se detectó un solo brote en la provincia, los agricultores se dejaron llevar por el pánico. Aplicaron fitosanitarios de manera indiscriminada. El campo reaccionó como si la guerra ya hubiera comenzado, aunque el enemigo aún no había cruzado las fronteras. Hoy, siete años después, ese campo de batalla se encuentra en los laboratorios.

 Las investigadoras de la UJA Hikmate Abriouel y Julia Manetsberger.
Las investigadoras de la UJA Hikmate Abriouel y Julia Manetsberger.

La amenaza de Xylella no ha desaparecido. De hecho, está presente en regiones como Baleares, Alicante o el sur de Italia. En el caso de Andalucía, se ha pasado de la defensa a la ofensiva y Jaén tiene mucho qué decir al respecto.

—La Xylella fastidiosa es una plaga que causa pérdidas importantes no sólo en Andalucía y España, sino también en otros países europeos como Italia. Todavía no existe un tratamiento de campo efectivo contra ella.

Hikmate Abriouel es catedrática de Microbiología de la Universidad de Jaén. Ella pertenece al grupo de investigación que en las últimas semanas ha saltado a las portadas de los medios de comunicación. Su equipo ha conseguido aislar cinco cepas de Bacillus con capacidad para inhibir la Xylella.

Lo hicieron tras analizar más de 400 microorganismos recogidos en suelos de olivares de Jaén y Málaga. El hallazgo no es menor porque estos Bacillus, además de atacar a la bacteria, soportan condiciones extremas como sequías prolongadas, radiación solar intensa y temperaturas altas, lo que los hace idóneos para sobrevivir en entornos agrícolas como el jiennense.

—Estas esporas se caracterizan por su resistencia ante desafíos ambientales propios de las condiciones ambientales de los olivares, como las altas temperaturas, la gran cantidad de radiación ultravioleta y la escasez de agua.

Lo explica Julia Manetsberger, investigadora del área de Microbiología de la UJA. Relata que el objetivo de esta investigación, enmarcada dentro de los proyectos europeos Smart-Agri-Spore y Target-Xf y en colaboración con la Universidad de Cambridge, es desarrollar un bioplaguicida sostenible, libre de químicos y que pueda aplicarse en el campo sin comprometer el equilibrio ecológico.

—Queremos que la solución venga de la propia tierra.

Y es que ambas están convencidas de que los microorganismos beneficiosos pueden ser la barrera natural más eficaz frente a esta enfermedad vegetal.

Julia Manetsberger e Hikmate Abriouel destacan el impacto social, ambiental y económico que puede tener la consecución de hallar un bioplaguicida efectivo ante Xylella fastidiosa. Porque ahora mismo no hay un tratamiento eficaz, lo que provoca un perjuicio notorio para los agricultores que sufren pérdidas económicas y en su producción. 

 El equipo del proyecto en la UCO.
El equipo del proyecto en la UCO.

La batalla, sin embargo, no se libra solo en el plano bacteriano. A poco más de una hora de Jaén, en Córdoba, otro grupo de investigación ha puesto el foco en los transmisores: los insectos vectores que transportan Xylella de planta en planta.

Bajo la dirección de Enrique Quesada Moraga, el equipo del grupo de Entomología Agrícola de la Universidad de Córdoba participa en el macroproyecto europeo BeXyl (Beyond Xylella), coordinado por el CSIC y con participación de 31 instituciones científicas de 14 países. Allí, los investigadores trabajan con hongos entomopatógenos, es decir, hongos que infectan insectos y les causan la muerte.

—Buscamos microorganismos entomopatógenos dentro del propio olivar, en el suelo, en las hojas del cultivo y de la flora arvense. Queremos aprovechar los servicios ecosistémicos del olivar para intentar manejar los vectores. O sea, hacer un control biológico.

Lo explica Enrique Quesada Moraga, que dirige el grupo de investigación de Entomología Agrícola de la Universidad de Córdoba.

El objetivo es doble: reducir la población de vectores y disminuir su capacidad de transmitir la enfermedad. Hasta ahora, las pruebas de laboratorio son prometedoras. El siguiente paso será validar estos tratamientos en campo, con ensayos previstos para 2026 en olivares del sur de Italia, donde la enfermedad ha arrasado ya más de un millón de árboles.

 La lucha contra la Xylella es una prioridad del Gobierno autonómico.
La lucha contra la Xylella es una prioridad del Gobierno autonómico.

La diferencia con respecto a 2017 y 2018 es notable. Entonces, se actuaba desde el miedo y la desinformación. Hoy, se investiga desde la biotecnología y el conocimiento. Las estrategias no solo buscan frenar una enfermedad, sino hacerlo de forma respetuosa con el medioambiente, sin pesticidas ni arranques masivos. Frente al uso indiscriminado de fitosanitarios, se abren paso soluciones basadas en microbiología, hongos, bacterias amigas y control biológico.

El campo jiennense, que entonces se vio atrapado entre titulares alarmistas y protocolos preventivos, empieza ahora a vislumbrar un futuro en el que la ciencia local podría marcar la diferencia en una batalla europea. Porque la amenaza sigue viva, y basta un brote para reactivar el miedo. 

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