La riada que colma al líder vecinal Juan Torres
El presidente de San Vicente de Paúl valora dimitir junto con su junta apenado por el abandono en un barrio sin tragonas
La imagen que ilustra esta noticia es elocuente: la riada en la calle Cristo de la Clemencia simboliza la situación de desborde en San Vicente de Paúl. "No tenemos ni tragonas", dice Juan Torres, presidente de un colectivo que no aguanta más. Torres y su junta quieren reunirse en septiembre con la subdelegada del Gobierno, Francisca Molina, y con miembros del Ayuntamiento para solicitar ayuda urgente. Si no es así, la junta en bloque presentará su dimisión como actor vecinal de Jaén.
El problema de la ausencia de las tragonas e imbornales también se da en otras calles como Miguel Hernández y San Vicente de Paúl. "Y en más aledañas", añade Torres en declaraciones a este medio. "Los pocos imbornales que sirven están atrancados", añade.
LA POSIBLE DIMISIÓN
Juan Torres no tiene nada claro su futuro en el movimiento vecinal. "Me planteo dimitir, porque no hay salida a la situación de nuestro barrio", comenta. El hartazgo viene de la incapacidad de abrir la calle Antonio Díaz, reto que sí abriría —en todos los sentidos de la expresión— más posibilidades de prosperidad en el barrio. Que no se acometan mejoras "sencillas" es interpretado en el colectivo como la condena sin remisión de la zona.
En 'OCO' no quieren que Torres deje un cargo que lo señala como el ciudadano de referencia en San Vicente de Paúl, Santa Catalina y Antonio Díaz. Torres es lo más parecido a un político de la calle en esos tres barrios. Pepi Alcántara, la presidenta de la federación, sabe que sería muy difícil reemplazarlo, máxime si se consuma la dimisión del resto de integrantes de la junta. Alcántara estará en esa reunión casi definitoria entre Torres, la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento.
La falta de sintonía del todavía líder vecinal con la Concejalía de Mantenimiento Urbano también puede propiciar el adiós de Torres, quien sustituyó a Rafael Requena hace tres años. Requena se fue consciente de que apenas pudo interferir en la coyuntura social del barrio. Hoy nadie entiende mejor a Requena que Juan Torres, más fuera que dentro del movimiento vecinal. Aún hay opciones de que continue. "La gente no cree en la asociación. Si me voy, acusaré a los poderes de condenar a nuestros vecinos", concluye.
Únete a nuestro boletín