LA ENCRUCIJADA OLIVARERA
¿Qué pasará de aquí a final de año? ¿Habrá suficiente aceite de oliva en las bodegas hasta que llegue el de la nueva cosecha? ¿Y el precio? ¿Llegará una bajada para los consumidores? Profesionales, organizaciones y administraciones hacen sus pronósticos
Jaén marca el ritmo de todo lo que ocurre en torno al aceite de oliva, tanto para bien como para mal. No en vano, aquí es donde la Junta presenta cada año los datos de aforo, es decir, la estimación de lo que se producirá en una campaña que arranca ya para su oro líquido más temprano. El jueves se hicieron públicos unos datos que marcan también las tensiones en los precios y que, apenas 24 horas después han sido corroborados por el Gobierno central.
Las primeras estimaciones sobre la cosecha de aceite de oliva indican una recuperación de la producción media habitual en España, y sobre todo en Jaén, tras dos campañas extraordinariamente bajas. El aforo publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación apunta a que en la campaña 2024-2025 se llegará a 1.262.300 toneladas, lo que representaría un incremento del 48% con respecto a la cosecha anterior. Se situaría un cuatro por encima de la media de las seis últimas cosechas.
"Los datos son positivos" y la recuperación del potencial productivo "permitirán retomar la normalidad en los mercados", ha dicho el ministro Luis Planas. Pero no todo el sector lo tiene tan claro. En campañas muy malas o muy buenas, en los extremos, lo que ocurrirá está claro. Pero en cosechas medias y encima con incertidumbre, lo que hay es una encrucijada olivarera; diversos caminos que confluyen en un mismo punto, el consumidor, que está a verlas venir.
Las lluvias producidas durante la primavera permitieron una buena floración y cuajado del olivo. Las condiciones climáticas de las próximas semanas serán determinantes para garantizar la correcta evolución de la aceituna, en particular en el olivar de secano, en el que las precipitaciones en esta fase del cultivo son claves para la producción de aceite. Por eso, esta vez lo datos del aforo tienen carácter preliminar y serán ajustados en función del desarrollo de la cosecha, puesto que se prevé el inicio de la recolección en el mes de noviembre, aunque más tarde de lo habitual.
En términos autonómicos, la estimación refleja un considerable ascenso en Andalucía, la comunidad más productora, con un incremento del 77% respecto a la campaña precedente. La producción andaluza, estimada en 1.021.000, supondrá el 81% del total nacional, cuando en la anterior campaña apenas fue del 68%. Y la mitad, procede de Jaén.
LAS VENTAS Y EL STOCK
El primero de los caminos que se le presenta por delante es el conocido como "enlace de campaña", es decir, cuánto aceite de oliva queda en las bodegas. No se para de vender, aunque suba el precio. Son 88.000 toneladas comercializadas en agosto incluyendo importaciones, que superan ya en un 5% las ventas del año pasado en este mismo periodo. En los once meses de campaña, a falta de los datos de septiembre, se han comercializado 1.052.000 toneladas. Así, acabará la actual campaña por encima de la de 2023, cuando se vendieron 1.085.000 toneladas.
Y las exportaciones juegan un gran papel. Hasta el mes de julio, se registraron ventas al exterior desde Andalucía a 127 países, siendo Estados Unidos el principal destino con el 18% del total del aceite exportado. Jaén exporta casi el doble del mismo periodo del año anterior, hasta 187 millones de euros (+98,1%). Suponen el 83,5% de la ventas del sector agroalimentario de la provincia.
Pero la jiennense no es la única provincia que exporta el oro líquido. Andalucía ve crecer las ventas de ocho de los 10 primeros capítulos en ventas del sector respecto de enero-junio 2023. De este modo, el principal protagonista del buen comportamiento es el aceite de oliva, líder del ranking con 2.441 millones de euros en exportaciones (27,4% del total) y un crecimiento del 68,3%, con respecto al mismo periodo del año anterior, que lo sitúa en cifras de récord histórico. A este ritmo, las bodegas se vacían.
La previsión que hace el Ministerio a 30 de septiembre es de 176.000 toneladas de aceite de oliva. La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) todavía no ha sacados los datos, pero con el mes de agosto recién finalizado había unas existencias de 271.968 toneladas de aceite (49.216 toneladas menos que el año pasado), de las cuales 138.662 toneladas se encontraban en manos de los productores; 131.741 toneladas de los envasadores, y 1.564 en el Patrimonio Comunal Olivarero.
El responsable de Olivar de COAG Andalucía y secretario general de COAG Jaén, Juan Luis Ávila, es el que más preocupado se ha mostrado al respecto.
—Hay que tener claro que el stock de aceite de oliva va a ser cero.
La organización agraria tira de calculadora y de hemeroteca para avalar sus predicciones. En la práctica supone que las bodegas estarán prácticamente vacías hasta que llegue, en el mes de diciembre, el grueso de la cosecha de aceite. Quedan dos meses, al menos. Más si se tiene en cuenta que la falta de lluvias va a hacer que se retrase el inicio de la recolección.
Más optimista es el responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano. Tiene claro que el suministro al consumidor está garantizado, pero... ¿a qué precio?
EL PRECIO
—Se ha comentado que llegaremos a final de campaña de comercialización con un enlace de 176.000 toneladas. Y con el aforo hecho público no hay ningún objetivo para que se produzca un descalabro en los precios. Todo lo contrario, lo que debe ocurrir es que continúe una estabilidad que garantice una retribución justa para el olivarero y un precio razonable para el consumidor.
La opinión de Cano es similar a la del gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero.
—Pensamos que habrá una cierta resistencia a la tensión de precios hacia la baja.
Aun así, teniendo en cuenta que la producción de Andalucía supone el 80% de la nacional, y con un enlace cifrado en 176.000 toneladas, estima unas disponibilidades de 1.500.000 toneladas que, en su opinión, serán suficientes para abastecer al mercado "sin que sobre en exceso".
Otros van bien aleccionados y no quieren ni pronunciarse, como bromeó el recién estrenado consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco.
—Vengo advertido de que me iban a preguntar y de que no contestara. El Gobierno de la Junta no fija los precios.
LAS LLUVIAS
Si hay un punto en el que todos coinciden es en el tiempo. El responsable de Olivar de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego, muestra su acuerdo con la estimación del aforo pero puntualiza que la producción final estará condicionada por la meteorología y por las ansiadas precipitaciones.
—Hay que alertar de la difícil situación que está pasando el campo en el conjunto de Andalucía. Llueve en el resto de España, pero no aquí. Os animo a que visitéis el campo y veréis frutos arrugados y muy arrugados. Eso va a marcar la producción de este año.
La provincia cierra el año hidrológico superando la media de los últimos 25 años. Concretamente, ha acumulado 653 litros por metro cuadrado, cuando la media está en 585, según los datos consultados por este periódico. Pero no ha llovido en septiembre, que es cuando hacía falta. COAG estima que unas 300.000 toneladas de aceite están en el aire. De ahí que Juan Luis Ávila haga un llamamiento a la prudencia ante los datos esperanzadores de la próxima cosecha.
Lo cierto es que el olivo de riego se encuentra en buenas condiciones, pero restan los de secano. COAG advierte que esas 300.000 toneladas es una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que Grecia e Italia, en años de buena cosecha, alcanzan producciones de 400.000 toneladas.
El olivar tiene dos momentos principalmente críticos y en los que necesita agua para su producción: el de la floración en el mes de abril y el de maduración en el mes de septiembre. "Cada día sin lluvia en el mes de septiembre son puntos de rendimiento de aceite que va perdiendo", advierte. "Y si no llueve en octubre, el fruto se momifica y cae".
Tanto es así, que algunos de secano ya están dando muestras de esta falta de agua y hay olivos con aceitunas arrugadas, mientras las miradas están puestas en el cielo. La zona que se encuentra peor en este sentido es la de la campiña hasta Porcuna.
EL EMPLEO
Que llueva o no es importante, también, para el empleo y la generación de riqueza. Los datos del aforo "dan cuenta de lo que supone el olivar para la economía de Andalucía" a pesar de que, como recuerda el consejero de Agricultura, estas estimaciones se ven supeditadas a factores incontrolables como la climatología, entre otros. De cualquier modo, Fernández-Pacheco subraya que lo que sí demuestran los datos es que "el olivar es empleo y eje vertebral de la economía de la Andalucía rural".
—Tanto es así, que el empleo de más de 300 pueblos andaluces está ligado directamente a la producción del aceite de oliva y de él depende un tejido agroindustrial de más de 1.700 empresas.
Se espera que el olivar de almazara genere 17,3 millones de jornales, de los cuales el 64,6% se genera en la recolección. Solo en la provincia de Jaén se contabilizan 3,8 millones de jornales en recolección, un 34,2% del total andaluz.
Pero hay otros indicadores que apuntan al dinamismo económico que supone una 'buena' campaña. A nadie se le escapa que después de dos años de sequía y situación excepcional, los olivareros jiennenses encaran el inicio de una campaña olivarera de esperanza. Estas perspectivas ya se traducen, por ejemplo, en la venta de vehículos, que ha experimentado un notable crecimiento en los meses de agosto y septiembre.
Según los datos facilitados por la Federación del Metal, el pasado de agosto se matricularon 21 vehículos agrícolas en la provincia de Jaén. Puede parecer poco pero se debe tener en cuenta que el año pasado fueron 10. Esto supone un crecimiento del 110 por ciento en un mes.
Esta tendencia se ha repetido en septiembre. Fueron 20, lo que representa una subida del 53% con respecto al mismo mes del año pasado. En el acumulado del año, las matriculaciones de vehículos agrícolas han subido cerca de un 2%, principalmente en los dos últimos meses, justo antes de la campaña.
EL CONSUMIDOR
En todo este cruce de caminos, si hay que señalar cuál es la pregunta estrella es cuándo verá el consumidor una bajada real del precio del aceite de oliva. La subida del IVA al 2% desde el 1 de octubre ha vuelto a tocar el bolsillo de decenas de millones de ciudadanos en toda España.
FACUA-Consumidores en Acción considera que la medida de rebajar el IVA a alimentos básicos impulsada por el Gobierno y que ha permanecido vigente desde el 1 de enero de 2023 hasta el 30 de septiembre de 2024 ha sido ineficaz e insuficiente para los consumidores. El aceite de oliva es uno de los productos donde los consumidores notarán más esta subida del IVA del 0 al 2% por el alto precio que tiene. Y hecha la ley, hecha la trampa, denuncian.
—Alcampo ha aprovechado la subida del IVA para incrementar un 12,6% el precio de la garrafa de cinco litros de aceite de oliva suave La Española. Lo vendía por 39,95 con el IVA al 0% y debería haber pasado a 40,75 al fijarse al 2%, pero... está en 44,99.
Lo denunció el portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, en su perfil de X hace dos días.
En toda esta encrucijada solo se puede esperar y mirar al cielo para que llueva.
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