La Merced recibe con los brazos abiertos a sus cofradías 'ausentes'

La Estrella y El Divino Maestro, con sede canónica pero establecidas en otras iglesias, celebran cultos en la amplia iglesia para cumplir las normas anti Covid

Entre los muros de la vieja iglesia conventual de La Merced nació la devoción al Señor de la Buena Muerte, allá por el XVIII. El camarín que hoy ocupa el Sagrado Corazón de Jesús (entrañable devoción de este templo) acogió largos años a El Abuelo, y todavía hay quien suspira cuando recuerda los Viernes Santos jiennenses con la plaza mercedaria como principal escenario.

Allí recibe culto La Morenita de la capital, y hasta la Cofradía de la Expiración sabe lo que es descender por Almendros Aguilar camino de 'su' Plaza de la Audiencia cuando San Bartolomé ha estado en obras o la Virgen de las Siete Palabras ha necesitado más espacio que el de la puerta neogótica de la iglesia para sacar su palio a la calle.

Vamos, que a ver quién le discute la hospitalidad a la parroquia que administra el sacerdote Juan Jesús Cañete Olmedo. Pues eso.

Este fin de semana y a cuenta de las medidas anticontagio de coronavirus, que impone distancias no asumibles por cualquier templo, la que para los cofrades de aquí es sede insustituible de Los Estudiantes ha abierto también sus puertas a dos hermandades establecidas en otros lares pero tan mercedarias como la que más: La Estrella y El Divino Maestro. 

"Tienen sede canónica en La Merced, aunque no residan aquí", aclara Cañete. O lo que es lo mismo, que no han hecho otra cosa que volver "a su casa", sentencia el párroco.

La Estrella, entre el viernes y ayer, para celebrar el triduo en honor de la Virgen de Sánchez Mesa y la hermandad misionera, de la mano del colegio homónimo, la fiesta del Divino Maestro, en la jornada dominical.

Dos acontecimientos a los que la que fuera parroquia claretiana ha brindado espacio suficiente y toda la belleza de sus naves para que estos dos colectivos pasionistas de La Alcantarilla guarden el mejor de los recuerdos en este año de pandemia, de desgraciada memoria.