'Enésimo' episodio de vandalismo en el barrio de la Merced
Vecinos del barrio apagan el incendio de un contenedor anoche, en la calle Almendros Aguilar, hasta donde acudieron la Policía Local y los Bomberos tras recibir el aviso
"Sobre las doce de la noche, más o menos, una señora que sacó a su perro se dio cuenta de que había humo. Como la gente estaba en sus terrazas, se cundió la voz, salieron los vecinos y echaron agua con cubos y con mangueras desde las propias terrazas. Llamaron a los Bomberos y vinieron con la Policía".
Es la versión que ha recabado de sus vecinos Guadalupe Espinosa, presidenta de la asociación Unidos por la Merced, sobre el enésimo episodio de vandalismo ocurrido en el barrio, en la confluencia de las calles Almendros Aguilar y Jesús, cerca ya de la iglesia mercedaria.
Un relato que coincide con los datos publicados hoy por el cuerpo de extinción de incendios de la ciudad, que en sus redes sociales confirma, a eso de las doce y cinco de la medianoche, el "incendio de un contenedor de residuos" en la zona: "A nuestra llegada estaba apagado, no obstante nos aseguramos de refrescar y evitar que pudiera reavivarse", confirman los Bomberos, cuatro de cuyos agentes acudieron al lugar de los hechos con una "bomba ligera urbana".
Según Guadalupe Espinosa, el de anoche no es más que otro susto de la larga lista de sucesos que, al parecer, se dan a diario en un barrio "precioso": "Tenemos tres puntos negros que son los que nos están echando a pique, los que nos están dando mala fama", sentencia.
PROBLEMAS CON LOS OKUPAS
Al margen del incendio del contenedor registrado en la madrugada, la presidenta de 'Unidos por la Merced' lamenta los problemas que, de un tiempo a esta parte, provocan familias de okupas precisamente en la calle Jesús, en alusión a una familia extranjera que, "desde hace un año y medio", reside ilegalmente en esta estrecha vía.
"Tenemos episodios día sí, día no con ellos; hoy [por esta misma mañana] han estado aquí un coche de atestados y dos coches patrulla reunidos con la asociación y les han pedido los datos a los okupas, pero delante de los policías parecían corderitos", aclara.
En palabras de la máxima responsable vecinal, todos los días hay peleas entre bandos con palos, hierros... Antes eran entre ellos, y ahora, al enfrentarse con la familia gitana que vivía enfrente, más todavía. Vienen con catanas, parecen porteros de discoteca, y todo en una calle con metro y medio de ancho... Cuando se pelean, corren armados por las calles del barrio", describe Espinosa.
La solución pasa, a juicio de la presidenta de la asociación, "por que los echen de ahí, que se tapie la puerta": "Pero no lo hacen, y hay gente muy buena en esa calle y en los alrededores". Un problema del que, dice, "tienen conocimiento las policías Local y Nacional, las concejalías de Políticas Sociales y de Participación Ciudadana, incluso la Subdelegación del Gobierno", a la que han pedido una reunión para abordar el asunto.
"Estamos atados de pies y manos, pero nos estamos moviendo lo que no está escrito, por encima de nuestras posibilidades", concluye, con preocupación, Guadalupe Espinosa.
Vídeo y fotos cedidos por José María Francés
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