La narración oral hecha letras e ilustración
El ubetense Nono Granero publica El día que Baldomero robó el sol, un cuento con ilustraciones que admite lecturas tanto del público infantil como del adulto
Dice Nono Granero Moya (Úbeda, 1968) que vive en torno al cuento. Es así porque ha hecho carrera como narrador oral por teatros y bibliotecas dentro y fuera de Jaén. Acaba de publicar su último cuento con ilustraciones, titulado El día que Baldomero robó el sol (Editorial Ekaré).
La idea de la última creación le viene de la infancia. El origen es una anécdota: el niño Nono batía los huevos con tanta fuerza que su madre le dijo que aquel sonido le recordaba al de otra vecina que batía aún con más ímpetu; tanto ruido hacía que la escuchaban desde la calle. “A partir de la imagen del sonido del huevo batido me vino la historia”, señala el autor en declaraciones a Lacontradejaén. De ahí salió una ficción peculiar: un diablo dispuesto a robar el sol.
“Intento que mis producciones sean familiares, para compartir. Esta es una fantasía y procuro que haya claves diferentes que se adapten a cada lector”, señala, y apunta a una máxima cuando escribe: es posible llegar con la misma historia a públicos diferentes.
Las ilustraciones suelen acompañar los trabajos de Granero, dado que también es ilustrador. ¿Qué nace antes? “Lo normal es que primero esté la historia completa y luego lleguen las ilustraciones. Aunque en ocasiones no es raro que vayan a la par, o que una ilustración dé pie a un argumento”, razona.
EL PODER VIGENTE DE LA NARRACIÓN ORAL
El día que Baldomero robó el sol nació hace un par de años fruto de la narración oral. Granero lo escribió para incorporarlo a su repertorio de historias transmitidas en directo. Considera que los narradores orales siguen vigentes y que nada tienen que temer a la era de internet. “Contar una historia de viva voz es algo que va con el ser humano, como cuando dos vecinas se paran por la calle”, apunta. Por más tecnologías que haya, el acto primitivo de escuchar nunca quedará desfasado, según señala.
Granero reivindica el rol formativo de la escritura y de la lectura, porque permite que las personas sean más precisas a la hora de definir pensamientos y emociones. La presentación en Úbeda fue en la Iglesia de San Lorenzo, en el marco de la XX Feria del Libro. El autor recibió el apoyo de sus vecinos. “En esta ciudad siempre ha habido tradición cultural”, sentencia un autor que va por la veintena de obras.
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