Más de 400 visitantes han visto ya "La Pasión según Cerezo"

Un mes después de su inauguración, la muestra que descubre la faceta pasionista del pintor sigue despertando el interés de amantes del arte y del mundo cofrade

Desde su apertura el pasado 15 de febrero, La Pasión según Cerezo no ha dejado de recibir visitas tanto de amantes del arte, en general, y de la pintura del artista villargordeño, en particular, como de colectivos de todo tipo, entre los que destacan las hermandades y cofradías de la provincia. 

No en vano, la exposición (que permanecerá abierta hasta el próximo 5 de abril en las instalaciones del Museo 'Cerezo Moreno' de Villatorres) descubre la faceta creativa más pasionista de Francisco Cerezo Moreno (1919-2006), desde tres puntos de vista: como pintor, en su papel de restaurador y como defensor del patrimonio histórico artístico vinculado a la Semana Santa. 

Patrocinada por Restaurante El Recreo, entre las piezas más destacadas se exhiben las plumillas que el maestro dedicó a la Virgen de las Angustias y sus angelitos plañideros (imagen predilecta de Cerezo, en sus propias palabras).

Asimismo figura en la exposición el boceto del cartel de la Semana Santa de Jaén de 1995, que su actual propietario ha cedido para la ocasión y que supone una oportunidad única para conocerlo, si se tiene en cuenta que es la primera vez que llega al museo y que, una vez clausurada la exposición, regresará a la colección particular de la que forma parte desde hace tres décadas. 

Otro de los aspectos que más llaman la atención del visitante es la trascendencia de Cerezo en la conservación y posterior recuperación del Camarín de Jesús, edificio donde tu su estudio hasta los años 70 del pasado siglo XX y que se negó a abandonar, para evitar su derribo. Una actitud que permitió la creación de una figura legal de protección que si bien no evitó la demolición del complejo conventual, sí logró mantener en pie la iglesia. 

La Pasión según Cerezo: una propuesta que ha atraído ya a más de cuatrocientas personas y que hasta el primer viernes de Pascua permite redescubrir una de las facetas más desconocidas del pintor villargordeño.