La semana de la infancia más revuelta

Autoridades políticas y vecinos celebran que los menores de Alcalá recuperarán en breve la normalidad; el suceso ha ocurrido justo en la semana en la que se conmemoran el Día de la Infancia y el del rechazo a la violencia contra la mujer

Las horas de tensión vividas tras la desaparición de un padre y sus tres hijos menores, residentes en Alcalá, y la posterior detención del progenitor en Portugal han virado en tranquilidad: los dos niños y la niña están a salvo, rumbo en breve a Jaén, según ha anunciado el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. Justo en la semana en que el pueblo ha sido elegido —por la Delegación de Igualdad y Política Sociales— escenario de la Semana de la Infancia, el foco mediático ha apuntado al municipio de la Sierra Sur debido a un suceso con presunto maltrato y en el que ha habido menores indefensos.

Son las 11:00 horas, cuando un grupo de escolares camina por el Paseo de Los Álamos tutelados por profesores. Es un día normal, y en los centros educativos del pueblo así se ha entendido: la feliz noticia del fin del peligro para los menores, cuyo padre huyó con una pistola y dinero, ha aliviado a la comunidad educativa de Alcalá. Dos de los menores estudian en el Colegio Alonso. Profesores y compañeros tienen ganas de que regresen cuanto antes a las aulas.

En la Plaza del Ayuntamiento trabajadores preparan tres filas destinadas para el alumnado de los centros SAFA, Alonso y Muñoz Garnica. Hoy se clausura la Semana de la Infancia. Es por ello que en el balcón lucen dos leyendas coloridas: Día Internacional de la Infancia y Violencia: Tolerancia Cero, 25 de noviembre.

Los vecinos que en este momento, poco antes de las 11:30 horas, pasean por el lugar conocen lo que ha pasado. La mayoría, al menos. Una mujer, que espera a que comience el acto sentada en un banco, cuenta que más de una vez ha visto a la madre que denunció a su compañero caminar por el entorno de la Plaza del Ayuntamiento. Otra chica más joven señala que no sabe bien en qué barrio vive la familia; tampoco una técnica municipal conoce con exactitud dónde residía el padre. Hay hombres que se quedan mirando mientras llegan los estudiantes. No saben de qué va la cosa.

—Me suena algo de Los Rosales —comenta una treintañera, que guarda fila en el interior del Consistorio, en alusión a una de las viviendas que ha habitado el matrimonio, próxima a un conocido club de copas.

El suceso ha motivado que se recuerde el pasado con incidencias policiales del hombre, de 41 años, arrestado en Portugal. Por más que hasta el 20 de noviembre no constase una denuncia de su compañera, a vecinos y agentes de Alcalá no les ha sorprendido lo que ha hecho. “Es un pieza”, coinciden.

“LO QUE HA PASADO REMARCA LA IMPORTANCIA DE ESTA SEMANA”

Las tres filas ya están dispuestas. Han llegado para la hora señalada el alumnado de los tres centros, y todos se ponen las mismas camisetas moradas que lucieron el lunes, cuando comenzó la Semana de la Infancia.

“Tengo derecho a jugar, a reír, tengo derecho a cantar”. Así suenan los últimos ensayos previos a la interpretación de un tema en lenguaje de signos. Después, sobre las 12:00, todos integrarán un pleno infantil.

A la plaza llegan concejales, el alcalde de Alcalá, Carlos Hinojosa, y la delegada de Igualdad y Políticas Sociales, Teresa Vega. Atienden a los medios antes de dirigirse al alumnado.

Vega habla primero:

—Es un día feliz e importante, porque vengo aquí para felicitar al Ayuntamiento por la semana que han organizado en torno al Día de la Infancia —dice.

Alaba también la estructura de participación para el segundo Plan de la Infancia que servirá para consolidar un consejo provincial a partir de los ayuntamientos.

—Tenemos que trabajar en los valores democráticos para que los jóvenes sean actores importantes. Deben empezar desde edades tempranas —añade.

Carlos Hinojosa agradece el esfuerzo y la apuesta de la Delegación de Igualdad y Políticas Sociales por elegir Alcalá para la cita. El alcalde, que remarca la importancia de proteger a los niños, alude a la conjunción casual entre la celebración del Día de la Infancia y el suceso.

—Ayer vivimos horas muy malas y un final bastante positivo. Se pone de manifiesto la importancia que para el conjunto de la sociedad tienen los menores. Había muchas personas trabajando, implicadas y coordinadas para resolver dos problemas: la lacra social de la violencia de género, porque había que proteger a una madre, y el otro, que cuando se produce, como es el caso de poner en riesgo a menores, aún nos conmueve más, y hace que nos entreguemos. Que ayer hubiera estas horas de tensión y al mismo tiempo la satisfacción social pone de manifiesto que esto merece la pena: hay que trabajar por una sociedad más madura.

Consultado por este diario, Hinojosa señala que los menores están “en perfecto estado” y que “es probable” que hoy regresen a Jaén. Todos los protocolos de protección están activados tanto para ellos como para la mujer, “víctima de violencia de género”.

El reencuentro entre los tres hijos y su madre es cuestión de tiempo. El mejor cierre para una semana de la infancia tan revuelta como, a la vista queda, necesaria.