La Unión se rebela contra la falta de limpieza
La asociación vecinal se reúne en pocos días con el PP y el PSOE para activar medidas que mejoren el mantenimiento de espacios abiertos
Realidad conocida, medidas por llegar. Así interpretan en La Unión el panorama que vive el barrio desde hace años. La asociación homónima alza la voz para denunciar la falta de limpieza y de mantenimiento especialmente en las zonas ajardinadas y en los espacios abiertos.
Cristóbal Martínez, representante del colectivo, no está dispuesto a que todo siga igual, con las mismas certezas —decadencia en buena parte de los sectores— y sin ápice de cambio. Representantes de la asociación se han reunido en apenas una semana tanto con el grupo socialista como con ediles del equipo de Gobierno. La visita de los concejales de Participación Ciudadana y Mantenimiento Urbano fue más reciente.
El mensaje por parte de Martínez y de los suyos ha sido diáfano: "Un barrio de unos 10.000 habitantes no puede estar tan abandonado", señala en declaraciones a este periódico. Las visitas guiadas con ambos grupos han posibilitado que los políticos de uno y otro partido constaten las carencias: escaleras dañadas, pavimento hundido y problemas con los imbornales, aparte de la comentada suciedad. Desde la asociación señalan que el sector cinco precisa de mejoras cuanto antes, si bien las necesidades son extensibles al barrio.
EL PROBLEMA DE LAS PLAZAS PÚBLICAS
En La Unión existe el mismo problema que en el Polígono de El Valle: hay plazas de tránsito público que figuran aún como propiedades particulares. "Concretamente están en los sectores dos, tres, cuatro y cinco", apunta Martínez.
La lucha del colectivo consiste en presionar para que se lleven a cabo los trámites necesarios. No es, en absoluto, un reto nuevo en barrio. El presidente quiere implicar a todos los vecinos no solo en esta cuestión, sino en todas las que afectan a la zona. Es por ello que tiene previsto celebrar más encuentros ciudadanos, como ya hizo recientemente. La capacidad vecinal decidirá si la unión —nunca mejor dicho— hace la fuerza.
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